/// OPINIÓN

Cuando la Justicia mitiga el dolor

Luis Rubeo (*)

Como cada 24 de Marzo, millones de personas volveremos a recordar aquella trágica jornada, en la que a través de un golpe cívico-militar una banda armada se impuso a sangre y fuego para sembrar cada rincón de nuestra Patria con las semillas del odio, el horror y el oscurantismo.

En esta ocasión, sin embargo, un acontecimiento largamente esperado por las mayorías populares matizará con un halo de frescura tanto dolor y tantos recuerdos luctuosos. Dentro de apenas 48 horas, el Tribunal Oral Federal Nº 2 de Rosario dará a conocer la sentencia del proceso en el que fueron juzgados los delitos de lesa humanidad cometidos contra 93 víctimas del terrorismo de Estado en esa ciudad durante la última dictadura, en la causa conocida como “Díaz Bessone”.

El aire fresco de la Justicia ahuyentará por fin los fantasmas de la impunidad, y el largo reclamo de Memoria, Verdad y Justicia será coronado con el merecido castigo a los culpables. Y justo es reconocer que los juicios contra los responsables de los crímenes de lesa humanidad no responden a la inercia histórica, sino que forman parte de las políticas de Derechos Humanos llevadas adelante en el marco del proceso político inaugurado por el ex presidente Néstor Kirchner el 25 de Mayo de 2003, al que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, constituyéndose como garante inclaudicable, decidió darle continuidad.

Hoy más que nunca, debemos abrazar con fuerza las banderas de la Memoria, Verdad y Justicia, y como cada 24 de Marzo, reafirmar la consigna Nunca Más al golpismo genocida, y advertir a los enemigos de la democracia: Nunca Menos que lo hecho en estos últimos años para garantizar el juicio y castigo a los culpables.

(*)Presidente de la Cámara de Diputados