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El riego, un desafío para el norte

Julio Calzada, director de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario

Los daños registrados principalmente en las provincias de Tucumán, Salta, Chaco y Santiago del Estero, donde se cultivan casi 2,5 millones de hectáreas de soja, son muy significativos: rindes menores en casi 10 quintales y pérdidas de 2 millones de toneladas respecto de las 6 millones esperadas inicialmente.

Este escenario confirma que la problemática de la falta de lluvias y el manejo de los recursos hídricos en el NOA y NEA es permanente y persistente. En diversas zonas se combina no solo la necesidad de lluvias y la falta de riego, sino también la urgencia por un manejo inteligente y racional de los recursos hídricos.

Tal es el caso de los Bajos Submeridionales, un área de aproximadamente 54.000 Km2 localizada sobre las provincias de Chaco, Santiago del Estero y Santa Fe. Esta zona de cuencas bajas combina periodos de fuertes lluvias e inundaciones con años de devastadoras sequías. Los hombres de campo de la zona sostienen que la región ha desperdiciado históricamente el recurso hídrico sin hacer reservorios para las reiteradas y naturales épocas de sequía. Luego de cada lluvia se deja correr el agua dulce por canales, arroyos y ríos hasta su salinización bajo la idea de deshacerse del agua que en algún momento aparece como sobrante. Sin embargo, cuando el agua empieza a escasear y las reservas se agotan, la preocupación cunde por no haber acumulado la mayor cantidad posible de agua de lluvia.

Productores de la zona del Departamento General Obligado indican que, con riego, la soja podría pasar de 2000 Kg/ha a 3.800 kgs/ha. El maíz de 3.000 kgs/ha a 6.300 kgrs. El algodón podría llegar a duplicar su rendimiento: de 1300 kgs por hectárea a 2.500 kgs/ha. La caña de azúcar de 30 toneladas a 65 en dicha superficie.

También es importante asegurar el abastecimiento de agua para los procesos industriales, teniendo en cuenta que en el Conglomerado Reconquista-Avellaneda y Villa Ocampo-Las toscas, donde existe un conjunto de industrias que demandan un total de 354.000 metros cúbicos de agua por mes. La industria aceitera demanda 51.000 m3/mes, los frigoríficos 112.500 m3/mes, las algodoneras 4.500 m3/mes, las azucareras 24.000 m3/mes y las papeleras 162.000 m3/mes.

Estos indicadores son elocuentes: la problemática del manejo racional de los recursos hídricos en el NOA y NEA es de alta prioridad. Hay logros pero aún falta avanzar más. Entre los avances merece destacarse que la mayor parte del financiamiento del Programa de Servicios Agropecuarios Provinciales (PROSAP) -un total de u$s 45 millones- está orientado a habilitar nuevas áreas de riego, a partir del uso de fuentes energéticas alternativas como la eólica y plantas de bombeo colectivas. El Ing. Adrián Zappi del PROSAP sostiene que Argentina tiene recursos para irrigar alrededor de 16 millones de hectáreas. Todo un desafío conjunto para productores, industriales, gobiernos provinciales y el Gobierno nacional.

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