Tenía 25 años y sufrió un infarto

Un jugador del Livorno murió en pleno partido

Redacción de El Litoral

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Télam

El jugador del Livorno Piermario Morosini falleció ayer mientras se jugaba el partido, al sufrir un ataque al corazón mientras su equipo disputaba un encuentro de la Serie B del fútbol de Italia frente al Pescara.

El mediocampista, de 25 años, se desplomó sobre el campo de juego a los 31 min del primer tiempo, cuando el marcador favorecía al Livorno por 2-0.

Los médicos intentaron reanimar al infortunado futbolista en pleno césped, antes de que fuese derivado al hospital Santo Spirito, de Pescara. Sin embargo, las maniobras de resucitación no entregaron el resultado esperado y Morosini fue declarado muerto, ya en el centro asistencial.

Morosini se había formado en el Atalanta y participó con la Selección italiana Sub 21 en el Campeonato Europeo de Suecia en 2009. El jugador se integró al Livorno, a principios de año, gracias a una cesión de parte de Udinese, club de Primera, dueño de su ficha.

De esta manera, el italiano integra una larga nómina de jugadores que fallecieron en plena actividad, en partidos o entrenamientos, en los últimos 22 años. En abril de 1990, el lateral de Sport Recife brasileño, Joao Pedro, de 23 años, murió luego de sufrir un infarto durante el partido con Estudiantes, por el certamen del estado de Pernambuco. En septiembre de 1993, el otrora arquero del seleccionado de fútbol de Hungría, Gabor Zsiborazs, falleció luego de permanecer una semana internado en coma, al sufrir un derrame cerebral durante un cotejo de entrenamiento. En noviembre de 1997, Shamo Quaye, jugador del equipo de la primera división de Suecia, Umea, e integrante del seleccionado de Ghana que logró el bronce en Barcelona 1992, murió en Accra, al recibir un pelotazo en la cara. En junio de 2003, el mediocampista camerunés Marc Vivien Foe falleció mientras jugaba para el seleccionado de su país un partido de la Copa Confederaciones ante Colombia, en la ciudad de Lyon (Francia). Meses más tarde, en enero de 2004, el internacional húngaro del Benfica de Portugal, Miklos Feher, murió por una embolia pulmonar, sufrida durante un encuentro de Liga con Vitoria Guimaraes. En octubre de 2004, en tanto, el brasileño Serginho, del Sao Caetano, se desplomó y murió súbitamente, durante un encuentro que su conjunto animaba con el San Pablo. En agosto de 2007, el marcador de punta del Sevilla español, Antonio Puerta, falleció dos días después de desvanecerse sobre el terreno de juego, en un cotejo con el Getafe. En abril de 2009, el futbolista paraguayo Víctor Hugo Avalos murió mientras festejaba un gol que había conseguido en un partido entre equipos aficionados en Asunción.