Lucas Mugni, el “caradura” que conduce a Colón

Ese vago atorrante que nunca tuvo un cospel

Ese vago atorrante que nunca tuvo un cospel

Era un golazo de Mugni...

Arrancó como un “8” haciendo la diagonal, tocó con Alcoba para armar la pared, se metió en el área y empezó a bailar a los de celeste con una facilidad asombrosa. Cuando los limpió, sacó el zurdazo que murió en Olave. Hubiera sido un justo premio para Lucas. Foto: Flavio Raina

Darío Pignata

[email protected]

¿Cómo explicarle hoy a los más pibes lo que era un cospel? En tiempos de Blackberry, iPad, tablet y compañía, parece una misión casi imposible contarles que alguna vez existieron en Argentina aparatos de teléfonos públicos de la vieja Entel que —a diferencia de otros países— no funcionaban con monedas de valor sino que hacían con unas fichas metálicas llamadas cospeles. Obvio: el objetivo era evitar el vandalismo de romper las cajas de los teléfonos para saquear las monedas.

¿Cómo explicarle a esos pibes que hoy saltan y cantan en esta mole incomparable de cemento sabalero en el interior de la Argentina que antes allí mismo hubo tablones testigos de duras batallas? Que donde hoy reluce el oro, muchos veces hubo barro. Claro que el conector entre el antes y el después siempre será su gente. En estos primeros 107 años de ahora y en los que vengan más adelante.

No se paró el lunes después de todo lo que bailaron los hinchas entre viernes y sábado en el Cementerio. Se lustraron los pepés y se encaravanaron otra vez “porque algún lado nos vamos”. Así, los hinchas de Colón agradecieron la bendición “que en la sangre llevamos”. Tunga-tunga del mejor en las tribunas con miles, miles y miles un... lunes a la noche. Le pusieron música y alegría a la ciudad.

Entonces, allá abajo, al equipo no le quedó otra que contagiarse. ¡Cómo habrá salido Colón que al minuto ya ganaba 1 a 0 con exceso de sangre charrúa por parte de Alcoba! Este juego es un misterio indescifrable muchas veces. En caso de duda, preguntarle a Zielinski: salió a jugar con cuatro zagueros NBA en el fondo y al minuto la estaba buscando adentro: ¡le hicieron un gol de córner, con cuatro rebotes perdidos adentro del área de un indefenso Olave!

Si Colón no goleó en ese primer tiempo fue por tres motivos: falta de puntería, travesaño y Olave. En pressing, manejo de bocha y generación de situaciones se vio la mejor media hora de Colón en el campeonato. Con el “Pipita”, Graciani y Mugni haciendo estragos por todo el frente de ataque a pura movilidad. Conclusión: los cuatro clones de la Mole Moli (Pérez, Lembo, Lollo, Turús) quedaron dibujados.

Esa linda mezcla de personalidad y juego en Colón debió encontrar su premio antes del descanso cuando Mugni usó a Alcoba en pared, pisó el área, empezó a bailar con la pelota en un pedacito del área de Belgrano, limpió rivales y el zurdazo fue a parar a la bolsa de Olave. Hubiera sido el mejor moño para un muy buen primer tiempo.

Colón podía mejorar, pero Belgrano no podía jugar peor y el “Ruso” se dio cuenta al mandar al punta Almerares al campo, con lo cual Silvera se tiró atrás como un “10”. Y si bien la visita le robó la pelota a Colón, sólo generó una y fue Pozo el que salvó con todo su cuerpo lo que hubiera sido el empate.

Fue un rato de descuido nomás, hasta que volvió Colón. Lo pudo liquidar Higuaín de cabeza y Mugni de tiro libre, pero en las dos dejó en claro Olave por qué es uno de los mejores arqueros del país.

Hasta que llegó la jugada en la cual el futuro (Mugni) se dio la mano con el pasado (Fuertes) y armaron en tiempo presente el gol de potrero más lindo de los últimos tiempos. Jugaron a las cabecitas como en la playa, sólo faltaban las ojotas en lugar de los caños haciendo de arco. Una vez que la bestia con la “20” quedó mano a mano con Olave la mandó a guardar cuando nadie pensaba que podía inventar algo con lo mal que estaba jugando. Error: a los goleadores no se los analiza en juego, se los mide en gritos.

Así, Colón clavó su cuarto grito seguido en casa, se hace fuerte con Fuertes de local y se ilusiona con poder tirar el “sprint” final en estas seis fechas finales, estando a cinco puntos de la punta.

¿Qué es lo mejor que le pasó a Colón en su resurección? La reacción de todos después del 0-3 con Newell's post-clásico. Las decisiones de Sensini, la autocrítica de los jugadores y hasta la tranquilidad de los dirigentes en no cometer locuras en el peor momento, cuando por ejemplo después de la eliminación en Copa Argentina se hablaba de rescisiones de contrato, algo que nunca pasó.

Y en lo genéticamente futbolístico, lo mejor que le pasa a Colón es este “10” disfrazado con la “26”. No sólo porque Lucas Mugni es un pibe del club. Sino porque trajo el remedio con la más simple de las recetas: jugar a la pelota, ponerla contra el piso, intentar acariciarla contra la raya cuando los otros van a “romper” y hacer algo distinto de la rutina somnolienta que nos duerme cada fin de semana frente al tele.

Es el vago atorrante que nunca tuvo un cospel. Al que lo habían sacudido para que aprenda. Y aprendió, porque en el peor momento de Colón, le puso el pecho de arranque y de primera la hizo bien. El chico del barrio, el que siente los colores, el que ama la camiseta. El que hoy ilusiona en Colón al pobre que junta para la general y al pudiente del palco VIP. Mugni, el que genera el amor futbolero por sobre toda diferencia social.

Es la mejor aparición de los últimos tiempos y desde su zurda llegó la mejoría poniendo la pelota al piso. Anoche, en el 2-0 a Belgrano, sólo le faltó el gol.

 
Ese vago atorrante que nunca tuvo un cospel

Ya van cuatro al hilo

Sensini tomó Colón siendo el equipo más derrotado de local en la Argentina y enemistado con su público. Anoche, encadenó la cuarta victoria consecutiva en el Cementerio de los Elefantes. Puso la historia en su lugar. A la hora del festejo, Sensini y Grioni felicitan al “Bichi” Fuertes. Foto: Mauricio Garín

17.10

domingo

Finalmente, anoche se cambió el horario del partido del fin de semana en el Brigadier López, por lo que Colón-Tigre jugarán desde las 17.10 y no a las 15 como estaba programado en un primer momento. Hoy, en la AFA, se conocerá el juez que tendrá el encuentro.

/// SÍNTESIS

COLÓN 2

BELGRANO 0

Colón: Diego Pozo; Gerardo Alcoba, Ariel Garcé, Maximiliano Pellegrino; Gabriel Graciani, Adrián Bastía, Sebastián Prediger, Maximiliano Caire; Lucas Mugni; Federico Higuaín y Esteban Fuertes.

Director técnico: Roberto Sensini.

Belgrano: Juan Carlos Olave; Claudio Pérez, Alejandro Lembo, Luciano Lollo, Gastón Turús; Esteban González; César Mansanelli, Ribair Rodríguez, Guillermo Farré; Matías Giménez; y Andrés Silvera.

Director técnico: Ricardo Zielinski.

Goles en el primer tiempo: 1 min Alcoba (C).

Goles en el segundo tiempo: 27 min Fuertes (C).

Cambios: en el segundo tiempo, al inicio Federico Almerares por Giménez (B); 16 min Federico Mancuello por Mansanelli (B); 29 min Hernán Grana por Turus (B); 32 min Bruno Urribarri por Higuain (C); 4 min Tomás Costa por Mugni (C); 43 min Lucas Alario por Fuertes (C).

Árbitro: Saúl Laverni.

Cancha: Colón.

BAJO LA LUPA

POZO (6): una tapada fenomenal a Almerares cuando la diferencia era mínima. Salvó el empate claramente con sus reflejos. Luego, una noche tranqui.

ALCOBA (7): se viene marcando que su rendimiento es de menor a mayor. Ya no sólo clausura con la marca su sector sino que se anima a pasar con actitud. Esa ambición lo llevó, con prepotencia, a marcar otro gol.

GARCÉ (6): siempre bien parado, dejando la impresión de encontrar como líbero en línea de tres su mejor lugar en la cancha. Sin ningún contratiempo en las resoluciones.

PELLEGRINO (6): otro que sabe perfectamente lo que tiene que hacer y lo que no se debe hacer en ese lugar de la cancha. De arriba, el “Flaco” es impasable.

GRACIANI (6): es desequilibrante en el mano a mano y los partidos le darán el rodaje necesario para ser determinante en los metros finales. Tiene una explosión admirable.

PREDIGER (6): una vez que Colón consiguió tempranamente la diferencia no cometió locuras ni pasó desesperadamente la línea de la pelota.

BASTÍA (6): otro buen juego del “Polaco” en la zona del tándem para el doble cinco. No ahorró en meter ni correr, como siempre.

CAIRE (6): le anularon un gol por offside de “Bichi”, definiendo a la carrera por atrás. Sacó una pelota barriendo casi desde la misma línea de Pozo.

MUGNI (8): con ese gol que se le negó —puntería, Olave, el travesaño— hubiera redondeado una noche ideal. Fue desequilibrante, tirado mucho más que otras veces por izquierda. Armó una apilada fenomenal y habilitó a Fuertes de cabeza como en el campito.

FUERTES (6): había estado demasiado confuso en cada mano a mano, perdiendo balones increíbles y cayendo en offside. Pero una sola pelota alcanzó para dejar en claro que es un goleador interminable. Ovacionado.

HIGUAÍN (7): el abrelatas del equipo, el que siempre encuentra los espacios y genera las opciones. De una avivada suya, rápido en la salida del córner, llegó el tempranero 1 a 0. Más enganche que punta. En crecimiento.

URRIBARRI (-): el entrerriano entró por Higuaín para darle más contención al sector izquierdo y empezar a cerrar el partido.

COSTA (-): apareció después de mucho tiempo entre los que firmaron planilla. El partido estaba liquidado.

ALARIO (-): el cambio cantado del pibe por el goleador histórico. Viene de la reserva: ¿le ganó el puesto en el banco a Leandro González.