La Santa Sede confirmó la detención

El mayordomo del Papa sigue preso

mientras continúa la investigación

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Imagen tomada el 1 de febrero de 2012 de Paolo Gabriele junto a su Santidad durante un acto en el Vaticano.

Foto: EFE

Se llama Paolo Gabriele y le encontraron documentos reservados del Vaticano. De comprobarse que los robó, podría ser condenado hasta 30 años de cárcel.

 

De la Redacción de El Litoral

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EFE

El mayordomo del papa Benedicto XVI, el italiano Paolo Gabriele, continúa en arresto por supuesta posesión ilegal de documentos reservados de la Santa Sede mientras prosigue la fase de instrucción del caso, informó hoy el Vaticano en un comunicado.

En la nota, el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, confirma la identidad del detenido en las pesquisas realizadas por la Gendarmería del Vaticano para esclarecer los casos de filtraciones a los medios de documentos reservados vaticanos enviados a Benedicto XVI y a su secretario, Georg Ganswein.

Lombardi explica que ya se ha concluido una primera fase de “instrucción sumarial” bajo la dirección del promotor de Justicia del Vaticano (fiscal), Nicola Picardi, y que ha comenzado la fase de “instrucción formal” llevada a cabo por el juez instructor, Piero Antonio Bonnet.

“El imputado ha nombrado dos abogados de su confianza, dispuestos para actuar ante el Tribunal vaticano y ha tenido la posibilidad de reunirse con ellos. Ellos podrán asistirlo en las próximas fases del procedimiento. Él (Gabriele) goza de todas las garantías jurídicas previstas por los códigos penales y de procedimiento penal en vigor en el Estado de la Ciudad del Vaticano”, explica Lombardi.

“La fase de instrucción continuará hasta que no se haya conseguido un cuadro adecuado de la situación objeto de investigación, tras lo que el juez instructor procederá a la absolución o al envío a juicio”, concluye.

En declaraciones a los periodistas, Lombardi expresó hoy el sentimiento de “estupor y dolor” que existe en la Santa Sede por la detención de Gabriele y precisó que la jurisdicción del caso es enteramente vaticana, pues la vivienda del mayordomo donde se encontraron los documentos está dentro del pequeño Estado.

“En el Vaticano todos lo conocen. Ciertamente hay estupor y dolor y gran afecto hacia su familia, que es muy querida. El deseo hacia la familia es que pueda superar esta prueba”, dijo el portavoz vaticano, quien advirtió de que no hay que pensar en cerrar este caso en un plazo breve de tiempo.

La declaración de Lombardi llega después de que ayer el Vaticano informara de la detención de una persona el jueves, identificada luego como mayordomo de Benedicto XVI (sin dar su nombre), después de que la Gendarmería encontrara documentos reservados en su vivienda y le situara como sospechoso de la filtración a los medios.

La detención de Gabriele, romano de 46 años que trabaja en el apartamento papal desde 2006, ha dejado a Benedicto XVI “muy entristecido y afectado”, según informaron fuentes vaticanas, que indicaron que los gendarmes encontraron los documentos en la casa en la que vive con su esposa y tres hijos.

El papa tuvo hoy su primer acto público tras conocerse la noticia, en el que citó a Jesucristo: “Quien escucha estas palabras mías y las pone en práctica, será parecido a un hombre sabio, que ha construido su casa sobre la roca. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y se precipitaron sobre esa casa, pero esta no cayó, porque estaba construida sobre la roca”, dijo.

De confirmarse la acusación de la filtración y ser juzgado, el mayordomo puede ser condenado hasta con 30 años de cárcel por violación de la correspondencia de un jefe de Estado, como es el papa, equivalente a un atentado contra la seguridad del estado.

La detención se ha producido tras las investigaciones realizadas por la Gendarmería Vaticana según las instrucciones recibidas por la comisión cardenalicia, creada el pasado abril por Benedicto XVI para esclarecer esos casos y que preside el cardenal español Julián Herranz, expresidente del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos.

La comisión se creó después de que una cadena de televisión italiana publicara unas cartas enviadas por el actual nuncio en EEUU y ex secretario general del ‘Governatorato’ de la Ciudad del Vaticano (Gobierno que gestiona este Estado), Carlo María Vigan•, a Benedicto XVI, en las que denunciaba la “corrupción, prevaricación y mala gestión” en la Administración vaticana.

La filtración de documentos no quedó ahí y el 19 de mayo salió a las librerías el libro “Sua Santità”, del periodista Gian Luigi Nuzzi, con un centenar de nuevos documentos filtrados desde el Vaticano, que desvelan tramas e intrigas en el pequeño Estado.


Destituyen al presidente del Banco Vaticano

El consejo de vigilancia del Banco Vaticano retiró por unanimidad su confianza al presidente de la entidad, Ettore Gotti Tedeschi, quien fue destituido.

En opinión del consejo, Gotti Tedeschi no cumplió con varias funciones de gran importancia de su cargo en el Instituto para las Obras de Religión (IOR) -nombre oficial del banco- y por ello “recomienda el cese de su mandato como presidente y miembro del consejo”.

El banco es blanco de críticas desde hace años por sus prácticas poco transparentes.

El IOR no especifica los motivos de la destitución de Gotti Tedeschi, pero los medios italianos especulan que está relacionada con el “Vatileaks”, la filtración de documentos vaticanos, entre ellos financieros, en momentos en que la entidad intenta cumplir con las exigencias internacionales de una mayor transparencia.

Además, Gotti Tedeschi está siendo investigado por presunto lavado de dinero.

El jefe del Banco Vaticano había presentado su renuncia el jueves por la noche, según Radio Vaticano. Tedeschi dijo según medios locales que no iba a defenderse de las acusaciones “por amor al Papa”. “Mejor me callo porque sino diré malas palabras”, añadió. El actual vicepresidente del IOR, el banquero alemán Ronaldo Hermann Schmitz, será designado presidente interino de la entidad, según medios locales.

Tedeschi, que antiguamente dirigió la filial del Banco Santander en Italia, reemplazó en 2009 a Angelo Caloia como presidente del Banco Vaticano y tenía como misión renovar el banco. Hace dos años, investigadores romanos lo acusaron a él y al director general del Istituto per le Opere di Religione (IOR), Paolo Cipriani, de haber violado estándares contra el lavado de dinero. Las investigaciones se suspendieron y el papa Benedicto XVI emitió un paquete de medidas contra el lavado.