El norte visible

El norte visible
 

Un documental -realizado por santafesinos a través de un plan de fomento del Ministerio de Planificación de la Nación y el Incaa- presenta la experiencia de la Escuela Agroforestal de Intiyaco. En medio de la cuña boscosa, la pedagogía de la alternancia integra el saber cotidiano de la casa con el del aula, propiciando una participación activa de los padres en la formación de sus hijos.

TEXTOS. marina zavala. FOTOS. GENTILEZA PRODUCCIÓN

En medio de la cuña boscosa santafesina, la norteña localidad de Intiyaco acoge una propuesta de enseñanza que reúne por un lado la necesidad de valorar y preservar la cultural local,y por otro, brindar a los niños y adolescentes la posibilidad de abrirse camino a través de la educación.

Con el objetivo de rescatar esta experiencia, Iván Oleksak y Francisco Zanotti filmaron el documental “Sembrando educación”, en el marco de un concurso propuesto por el Ministerio de Planificación de la Nación y el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa).

Estos jóvenes realizadores santafesinos charlaron con Nosotros y nos adentraron al proceso de gestación de su trabajo.

-¿Cómo surge “Sembrando educación”?

Iván: - Surge todo con la Ley de Medios. Esta legislación lo que hace es empezar a abrir puertas y posibilitar que se escuche la multiplicidad de voces que no tenían sede en Buenos Aires. Los actores que estamos en la realización audiovisual nos vimos súper entusiasmados por un llamado a concurso que se realizó en 2010, en el marco del plan de fomento “Nosotros”. Presentamos nuestro proyecto a mediados de año y a fines del mismo nos llamaron para decirnos que habíamos sido seleccionados para empezar a trabajar.

Francisco: - Este plan de fomento busca generar en todo el país la creación de contenidos audiovisuales en alta definición con determinados estándares de calidad, con la finalidad de armar un banco de imágenes pensando en la proyección en canales nacionales, como Encuentro. Diversidad cultural era el eje temático y se proponían distintos rubros para participar. Nosotros lo hicimos en la categoría Documental de media hora.

-¿El tema apareció junto con la propuesta o daba vueltas desde antes?

Iván: - El tema surge con un estímulo de la provincia a través de la financiación de proyectos audiovisuales. Obtuvimos el premio y lo que hicimos fue producir micros televisivos sobre el patrimonio edilicio de Santa Fe. Recorrimos el interior de la provincia y en el contacto con la gente nos encontramos con maestros que pertenecían a la Escuela de la Familia Agraria, algo que no conocíamos. Esto quedó dando vueltas y cuando surge esta propuesta de la Nación -que pretende buscar una apertura al interior del país- pensamos que la idea podía llegar a interesar.

EL DOCUMENTAL

-¿Cómo se conformó el equipo de trabajo?

Iván: - En el interior no estamos acostumbrados a armar grandes equipos de producción. Yo tuve la oportunidad de ir a estudiar a Buenos Aires y de trabajar ahí, entonces vengo con una escuela sólida en cuanto a lo que es un equipo de trabajo. Apenas venís para acá, empezás a hacer un poco de todo: camarógrafo, editor, entrevistador. Yo conocía a Francisco de la infancia, entonces lo invité a participar y gestar todo este trabajo. Automáticamente él toma el papel de guionista, como investigador periodístico, porque viene del palo de la comunicación; estudió en Paraná. Yo me hacia cargo de la parte técnica. Todo esto en la hoja y el papel, en el proyecto a presentar. Armamos este proyecto con el entusiasmo de los dos y así lo planteamos. Una vez que recibimos el llamado con la noticia de que habíamos sido seleccionados, llamé a unos compañeros de acá y armamos un equipo de ocho personas entre camarógrafos, sonidista, asistente, fotógrafo, diseñador y diseñador de música. Cada cual ocupó su rol, y realmente se ve el reflejo final del trabajo en el que cada uno tiene que ser puntilloso en lo suyo y ni opinar de lo hay al lado. Si sucede algo que no funciona, el encargado tiene que hacer una devolución, justificar su tarea y ver la manera en que se puede resolver el problema. Eso fue lo que permitió que cada uno haga lo que quería, a elección.

-¿Cuánto tiempo llevó el rodaje?

Francisco: - Una vez conformado el equipo técnico, fueron siete días de rodaje. Nos instalamos en Intiyaco, hicimos un trabajo de preproducción de cuatro días y luego fueron siete de rodaje. La posproducción de imagen y sonido, la banda de sonido y edición llevó alrededor de un mes.

Iván: - Finalmente fuimos a Buenos Aires e hicimos imprimir el material en un casette digital. Lo llevamos, lo entregamos y estuvimos esperando casi ocho meses la emisión que se dio por el canal Encuentro.

EL ESCENARIO

-¿Cómo llegaron a Intiyaco?

Iván: - Empezamos a llamar por teléfono a las sedes de la Escuela de la Familia Agraria que hay en la provincia (alrededor de 77). El único que nos atendió fue el director de la EFA de Intiyaco. Pedimos algo de material y, para anexar elementos al marco teórico y técnico, nos acercamos a la EFA de San Martín Norte, que por encontrarse cerca de un centro urbano está mejor puesta que otras.

Francisco: - Esta era la sede más próxima que teníamos para visitar y conocer un poco más el terreno, saber de qué se trataba. Si bien en cada lugar se comparten las líneas generales, de acuerdo a la ubicación cambian los escenarios. Estas escuelas se constituyen a partir de organizaciones civiles que los mismos padres forman. Entonces, la realidad de cada una también tiene que ver con la capacidad económica de las familias que están en la zona. De todas las experiencias que nos transmitieron, la que más nos sedujo fue la de Intiyaco.

-¿Por qué éste escenario?

-Iván: - Creo que la cuña boscosa es un escenario típico del norte santafesino. Pensamos que no queríamos hacer nada en la ciudad, ni en la parte sur de la provincia. Nos interesaba el norte porque todavía mantiene el mismo espíritu, la cultura y la idiosincrasia. En definitiva, conserva su identidad.

-Francisco: - El norte es más pobre; en ese marco encontramos no solo los impedimentos de la naturaleza -ya que de por sí, ésta impone determinadas restricciones- sino también los impedimentos culturales y económicos. Vimos las dificultades que tienen que enfrentar todas las familias para poder educarse, para poder ir a trabajar, para poder sobrevivir.

UNA PROPUESTA DIFERENTE

La cultura intacta, aislada en medio de la cuña boscosa, potenció la intención de mostrar esta experiencia educativa y cautivó la mirada de estos realizadores quienes, junto con un sólido equipo técnico, concretaron el proyecto “Sembrando educación”. Un documental que presenta concretamente -por un lado- la historia del movimiento Escuelas de la Familia Agraria (EFA).

-¿Qué es la EFA?

Iván: - Es un movimiento que viene desde Francia, surge en la posguerra. Había alumnos que no tenían espacios para estudiar, o que no querían hacerlo ya que tenían que trabajar con sus familias. Entonces un párroco y los mismos padres, deciden dar ellos mismos clases a los chicos. Se estudiaba una semana y después, quizás, se pasaba un mes en el campo trabajado. Así surge lo que se llama “pedagogía de alternancia”, una propuesta que se empieza a multiplicar en el resto del mundo. Hoy en día sigue teniendo ese espíritu: los padres son los protagonistas de la educación de sus hijos, la Iglesia colabora y todo se da en el marco de los escenarios rurales.

Francisco: - El problema que se plantea es justamente que las familias se transforman en unidades productivas, en las cuales todos los miembros, más allá de la edad, son necesarios a la hora del trabajo. Así surge esta propuesta que luego se diseñó mejor y se trasladó al resto del mundo a través de activistas.

Las EFA llegaron a la Argentina a principios de la década del ‘70. Nuestra provincia recibió las primeras experiencias a partir de un maestro rural que viajó a Francia para capacitarse. Él hizo el contacto y fue así como llegó a Santa Fe un matrimonio de franceses (ella aparece entrevistada en el documental) que se instalaron y fueron los precursores de esta metodología en escenarios rurales, con el objetivo de evitar la deserción escolar, pero también el éxodo y desaparición de estas culturas con sus identidades y sus personajes.

-¿Cómo se trabaja desde esta perspectiva?

Francisco: - Ya desde el planteo teórico, ésta es una propuesta educativa diferente, en la que está muy incorporada la relación hombre-naturaleza. Acá los conocimientos tienen un carácter material inmediato, o sea que está todo siempre muy relacionado con la experiencia. No hay trabajo teórico aislado, sino que todo lo que se estudia y se aprende tiene un anclaje en la realidad. Tienen talleres de agricultura y ganadería, por ejemplo; eso hace que los chicos vuelquen todo esos conocimientos a la casa y colaboren en la mejora de la economía de la familia y de la vida cotidiana.

Iván: - Algo a resaltar -que fue para mi lo más atractivo cuando conocí el sistema- es que se intenta rescatar el saber popular de un lugar. Es decir, hay una investigación antropológica por detrás, conciente o inconciente, pero que aparece sin necesidad de ir a buscarla porque está en la palma de la mano con los alumnos y las familias que rodean la institución. Es muy grosso, saben que esto se puede perder, que se extingue; entonces, tratan de mantenerlo.

HISTORIAS

Además de presentar institucionalmente el trabajo de la Escuela de la Familia Agraria, “Sembrando educación” muestra esta propuesta a través de un personaje. Rocío es una estudiante de quinto año de la escuela de Intiyaco que cuenta en el documental la experiencia particular de su vida escolar y familiar.

También aparece Humberto, su papá, que en séptimo grado tuvo que dejar de estudiar porque se le planteó la necesidad de mantener a su familia. “Desde los 14 años está metido en el monte bajando quebrachos -narra Iván. Pero vos le preguntás si se iría a otro lado y te dice que no, que él se queda en el silencio del campo, con los pies sobre la tierra, que no aguanta el cemento, los ruidos, las bocinas. Está bueno que pueda resistir”.

-¿Qué vida lleva esta familia?

Francisco: - Es una familia de siete integrantes más o menos, el padre es carbonero. Busca leña en el medio del monte, tiene sus propios hornos, produce carbón de la manera más artesanal que te puedas imaginar, y de eso viven. También crían animales, tienen sus chanchitos, sus gallinas. Obviamente viven en una precariedad tal que cuando uno los escucha hablar y conoce todas sus expectativas y deseos, conmueve muchísimo. Los padres se esfuerzan para que sus hijos no repitan lo que les pasó a ellos, pero haciendo hincapié en educarse, en terminar la escuela y, a lo mejor, estudiar magisterio, por ejemplo.

Iván: - En localidades cercanas, como Vera o Reconquista, tienen opciones, porque las EFA tienen un enlace con una carrera terciaria a través del Instituto de Capacitación para Monitores (Icam). Monitores son quienes van y vuelven de la escuela a la casa; ellos pueden continuar con el estudio y devolver a la institución y a las generaciones futuras lo que aprendieron. Así se continúa con la metodología.

COMPROMISO DE LA FAMILIA

La experiencia con la Escuela de la Familia Agraria destaca el rol de los padres en la educación de sus propios hijos. Ellos son quienes tienen la inquietud de formarlos; hacen asambleas, se organizan, controlan la labor de los maestros, etc.

-¿Cómo se organizan?

Francisco: - Es una comisión que exige mucho compromiso a los padres. Todos, de una u otra manera, aportan a la escuela. Quizás no pueden colaborar económicamente, pero hacen trabajos de mantenimiento o se prestan para hacer algún traslado, por ejemplo. Te das cuenta de la presencia y uno reconoce que son personas de un nivel educativo y cultural muy bajo, no saben ni leer ni escribir, pero para ellos los hijos son la esperanza y no quieren que les falte nada.

Iván: - El caso de nuestra familia y nuestro personaje es distinto. El padre, si bien no ha tenido la posibilidad de estudiar, cuenta con una perspectiva muy clara y valores muy buenos. Aparte, él mismo se acerca a Internet o a bibliotecas. Está al paso de los hijos, está detrás de ellos con la esperanza de que puedan hacer lo que él y su mujer no pudieron.

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el documental tiene como protagonistas a los miembros de una familia de la cuña boscosa santafesina.

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iván oleksak y francisco zanotti, trabajando junto al resto del equipo técnico de “sembrando educación”.

Por TV o en la web

Para ver

El documental “Sembrando educación”, dirigido por Iván Oleksak y guionado por Francisco Zanotti, puede verse por la señal Encuentro o por internet, en el sitio www.cda.gov.ar.

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+datos Equipo técnico

Dirección: Iván Oleksak

Producción: Ana Poletti

Guión: Francisco Zanotti

Dirección de fotografía: Pablo Martínez

Sonido: Alan Valsangiacomo

Cámara: Alfonso Gastiaburo

Asistente de sonido: Lautaro Ruatta

Asistente de Producción: Natalia Maximino

Asistente de Cámara: Lichu Musso

Diseño gráfico: Maxi Oleksak

Música: Ariel Echarren.