Abolengo real

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Yaz Bukey, princesa otomana y diseñadora de accesorios surrealistas radicada en París estuvo en Buenos Aires y habló con Nosotros.

Yaz Bukey, princesa otomana y diseñadora de accesorios surrealistas radicada en París estuvo en Buenos Aires para presentar el packaging de un óleo para pelo que desarrolló la firma Kérastase. En exclusiva habló de esto y mucho más con Nosotros.

TEXTOS. GEORGINA LACUBE.

Que una princesa pise suelo argentino no es cosa frecuente. Pero cuando esto sucede, ¿cómo no cubrirlo? Esto pasó semanas atrás cuando Yaz Bukey arribó al país en calidad de directora artística de la edición limitada de Kérastase Elixir Ultime, un óleo para todo tipo de pelo con propiedades reparadoras y embellecedoras.

Pero, ¿quién es esta soberana moderna nacida en la ciudad turca de Estambul? Lo primero que hay que decir es que a Yaz Bukey su pasado la precede. Es nada menos que la bisnieta del rey de Egipto Mehmet Ali Pasha quien, según cuenta la historia, le obsequió a Napoleón el obelisco que hoy está emplazado en la Place de la Concorde, la plaza más bella y más grande de Paris. A su vez, su padre fue embajador, razón por la cual viajó toda su juventud, la misma que estuvo marcada por una educación francesa que la habilitó para dominar el idioma con total fluidez. “Estuve rodeada por la cultura de Francia desde mi nacimiento y esto hizo que me interesara por la estética, el arte, la música, el cine, la moda, la elegancia y el maquillaje. ¡Paris es una ciudad que refleja todos mis gustos a la perfección! Cuando me tocó elegir dónde estudiar no dudé en elegirla como lugar para vivir y trabajar”, declara Yaz.

Ocurrió cuando cumplió 18 años. Primero, estudió diseño industrial y ahí descubrió que su pasión eran los perfumes, y comenzó a crear novedosos frascos con efecto 3D. Con la confianza de su lado, se animó a difundir su arte y consiguió su primera colaboración para un tercero: la emblemática pastelería parisiense Ladureé, conocida como la creadora del macaroon. Aquí, la contrataron por un mes para realizar el diseño de unas primorosas cajitas que fueron un éxito rotundo entre la selecta clientela, y fue por esto que le extendieron su contrato de trabajo por ocho meses más.

Su segundo gran logro fue para Colette -una de las mejores tiendas multimarca de moda y lifestyle- que siempre le quiso comprar sus colecciones. Primero le pidió que montara sus vidrieras y luego que desarrollara una línea de accesorios (broches, collares, etc) nada menos que para la etiqueta Chanel. Desde ese entonces, no paró de trabajar para esta casa. Actualmente también colabora con el diseñador americano Zac Posen, por lo que su vida se reparte entre la Ciudad Luz y la Gran Manzana.

Este acercamiento al mundo fashion, la llevó a anotarse en la carrera de diseño de moda del prestigioso Estudio Berçot de París, lo que derivó en una especialización anhelada: el diseño de zapatos y accesorios. Luego de trabajar con genios como Martín Margiela, la etiqueta Givenchy -cuando estaba bajo el mando de Alexander McQueen y Jeremy Scott- inauguró en el año 2000 su propia marca de accesorios: Yazbukey (www.yazbukey.com). Su especialidad son las joyas figurativas que están marcadas por el arte de los años º80 y las obras de Wesselman, Koons, John Waters, Araki Gregg, Guy Bourdin y del fallecido fotógrafo Helmut Newton. Aunque también están presentes los guiños al surrealismo ya que, en general, sus joyas siempre tienen un doble significado, como su collar-moño en el que subyace la idea de lo bello y de la perversión. “Soy una gran admiradora de Elsa Schiaparelli (diseñadora de moda italiana fallecida en 1973); por eso prefiero que mis creaciones sean encasilladas dentro del arte surrealista más que pop”, aclara Yaz, quien hace del plexigrás su material fetiche en collares, pulseras y prendedores. Sus carteritas de mano con forma de ratón son otro de sus must.

¿Más? Entre sus planes futuros tiene pensado lanzar su línea de diseño de interiores llamada Yazbukey Home Sweet Home.

PURO ESTILO ORIENTAL

- ¿Qué te motivó a aceptar la propuesta de Kérastase?

- Suelo cambiar habitualmente mi color de pelo y me gusta jugar con los cortes. Fue mi estilista, David Mallett, quien me recomendó usar el Elixir Ultime para cuidarlo y lucirlo con brillo. Ni bien lo usé, lo adoré. Me atrajo su textura ligera y su perfume, además de su excelente resultado. Esto me motivó a colaborar en el proyecto cuando me lo ofrecieron. Lo primero que hice fue imaginarme el aceite en otro contexto, hacerlo viajar a otra era y cultura. Este viaje me llevó directamente a mis raíces y como el baño turco pertenece a mi cultura, su representación fue dentro de las paredes de un palacio Otomano. Mi inspiración fueron los mocárabes de la arquitectura islámica, una combinación entre ventanas o puertas de madera y una pantalla que evocan misterio, sensualidad y libertad a medida que el diseño se difumina con el fondo. Todo hace referencia a la ligereza del producto. El color dorado del nuevo pack de este tratamiento hace que se lo vea como una pieza de joyería en sí mismo.

- ¿Qué es lo más interesante de colaborar con otras marcas?

- Me gusta la idea de ser una actriz y sumergirme en diferentes atmósferas. Mi colaboración con Kérastase para Elixir Ultime me acercó a mis raíces. Fue muy interesante explorar esa parte de mí.

- ¿Cómo es tu proceso creativo?

- Siempre armo una historia alrededor de una ya existente. Puedo encontrar inspiración en una imagen, una combinación de colores, una película, una canción... Mis creaciones son sinónimo de fantasías con otras vidas y de la expresión de mi humor al usar piezas de joyería que cuentan historias.

- ¿Qué cosas te inspiran más en tu vida y en el trabajo?

- Me inspiro en las calles, los viajes, las películas (Lynck, Araki, Minnelli), el arte (Wesselman), la fotografía (Newton, Bourdin), la música y el diseño de interiores. Amo la revista “Mundo de interiores”. También tengo como musas a la Cicciolina, Theda Bara y muchas otras.

- Cómo diseñadora, ¿por qué crees que las mujeres aman las joyas desde tiempos remotos?

- Mi madre era Egiptóloga y siempre centró su trabajo en la vida de las mujeres del antiguo Egipto. Descubrió que la joyería, el pelo y el maquillaje son los atributos de seducción y poder más importantes. Por eso, creo que hacen una buena combinación para lograr el éxito.

- ¿Cuál es tu elemento favorito del estilo de vida parisino? ¿Cuál es tu escapada secreta en la ciudad?

- Lo que amo de Paris es que tiene muchos aspectos opuestos y controversiales. Es la capital de la moda y la belleza pero, al mismo tiempo, es un lugar histórico en donde sucedieron tantas cosas en el pasado. Amo el hecho de que es romántica y muy urbana al mismo tiempo. Siempre hay nuevas atmósferas para descubrir. Además, ¡es la ciudad más elegante del mundo! Mi lugar favorito son los jardines del Palais Royal donde me encanta sentarme y ver la gente pasar mientras dibujo en un cuaderno que siempre llevo conmigo. En tanto, mi barrio predilecto es Le Marais, en la Rive Droite.

- ¿A qué atribuye el éxito de su propuesta?

- Pienso que hoy los consumidores buscan identificarse con las piezas de cada creador. Y esto le ocurre a la gente que me consume. Tal es así que siguen cada una de mis temporadas y cuando me llaman de Colette para firmar mis joyas, la gente hace fila para comprar cada nuevo lanzamiento y para que se los dedique.

- ¿Qué impresión te llevás de las mujeres argentinas?

- Creo que son mujeres fuertes, elegantes y muy inteligentes, con un sabor europeo real.

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“Soy una gran admiradora de Elsa Schiaparelli; por eso prefiero que mis creaciones sean encasilladas dentro del arte surrealista más que pop”.

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La cultura de Francia despertó el interés de la diseñadora por la estética, el arte, la música, el cine, la moda, la elegancia y el maquillaje.

“Lo que amo de Paris es que tiene muchos aspectos opuestos y controversiales. Es la capital de la moda y la belleza pero, al mismo tiempo, es un lugar histórico”.