El candidato a Procurador General de la Nación

La UCR presentó en el Senado la impugnación al pliego de Reposo

El documento habla de “la absoluta falta de idoneidad para acceder a la función propuesta”. Revelan el bajo promedio con el que logró el título de abogado en la Universidad de Buenos Aires.

De la redacción de El Litoral

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El titular del bloque de diputados nacionales de la UCR, Ricardo Gil Lavedra, y el presidente del Comité Nacional de la UCR, Mario Barletta, reiteraron, ante el presidente de la Comisión de Acuerdos del Senado de la Nación, Marcelo Guinle, las “objeciones a la postulación del actual Síndico General de la Nación, Daniel Gustavo Reposo, como candidato a ocupar el cargo de Procurador General de la Nación en razón de su absoluta falta de idoneidad para acceder a la función propuesta”.

Señalan en el escrito como objeciones “su desempeño funcional previo en los que ha participado de episodios de violencia verbal y física, y ha demostrado desapego a la transparencia y el control. Por sus antecedentes penales por favorecer al actual vicepresidente e intentar sobornar a un testigo. Por su alineamiento público con el gobierno sin ningún antecedente profesional, académico o de cualquier otra índole, que neutralice su posicionamiento político. Por su carencia de conocimientos en materia penal y constitucional. Por la pobreza y ausencia de sustancia académica de su currículum. Por la inhabilidad moral que significa haber tergiversado y falseado charlas y conferencias, en un currículum destinado a ser controlado por la opinión pública”.

En una extensa presentación, de cerca de sesenta páginas, Gil Lavedra y Barletta recuerdan el marco constitucional y legal que rodea a la designación del procurador General de la Nación, en punto a su importancia estratégica para el diseño de la política criminal, su intervención frente a la Corte Suprema de Justicia y el control sobre el ejercicio de la acción penal pública a través del Ministerio Público Fiscal.

Destacan en la nota que no es un obstáculo la ideología del aspirante sino que ése es el único motivo que avala la propuesta, pues la ausencia de antecedentes respetables en materia profesional o académica es manifiesta. Señalan que el CV de Reposo es “un dibujo insultante” y que “habla por él”, pues ha tenido el descaro de falsearlo colocando conferencias que no había pronunciado u otras directamente inexistentes. “Que resulta, asimismo, sospechosa la especialización que se atribuye, lo que debería corroborarse”, acotan.

Luego comentan el descargo que formuló Reposo respecto de las críticas, “observando que hay que reparar en todo lo que omite y en la admisión acerca de la carencia de antecedentes, pues trata de demostrar que ello no resultaría determinante para el ejercicio de la función”.

También analizan la parcialidad en la fundamentación que efectuó un funcionario del Ministerio de Justicia, en un intento de remedar la ausencia de motivación de la decisión de la presidenta de enviar el pliego al Senado. En ese informe, se le otorga la misma importancia a la impugnación de la UCR o la Academia Nacional de Derecho, que a las adhesiones recibidas del Club River de Los Toldos, el Polo Tecnológico Constituyente o la Municipalidad de Punta Indio.

Por último, solicitan la producción de prueba informativa y acompañan alrededor de setenta preguntas para que se le formulen en la audiencia pública sobre temas referidos al Ministerio Público, la criminalidad compleja, cuestiones penales, de drogas, inteligencia, derechos económicos, sociales y culturales, transparencia, cárceles, protesta social, el sistema interamericano de derechos humanos, entre otros.

La carrera en la UBA

En parte de la presentación radical, se permite observar la carrera realizada por el candidato en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. La carrera universitaria duró casi ocho años, incluyó ocho aplazos y terminó con un promedio total de 4,72, que se eleva a 5,5 si se contabilizan sólo los exámenes aprobados.

De acuerdo con el certificado analítico emitido por la Universidad de Buenos Aires, Reposo rindió tres veces Filosofía del Derecho y Derecho Constitucional II, hasta que las aprobó. Pero entre todas las áreas del derecho, su peor desempeño fue en Penal: aprobó las dos materias del área, Derecho Penal I y Derecho Penal II, con 4, la nota mínima, y Procesal Penal, con 5. Penal I y Procesal Penal las pasó en el segundo intento. La primera vez obtuvo un 2 en ambas.

De su currículum, no surge que haya cursado estudio alguno sobre esta materia después de recibirse de abogado, pero si el Senado aprueba su postulación, Reposo -que tendrá la misma jerarquía que los jueces de la Corte Suprema- se convertirá en el jefe de los fiscales: ellos se desempeñan, en su mayoría, en el fuero penal y son los responsables de impulsar las investigaciones.

Además, será quien diseñe la política criminal y eso lo autorizará, por ejemplo, a instruir a los fiscales sobre qué delitos deben perseguir con mayor énfasis; también podrá indicarles cómo interpretar las normas. Las calificaciones universitarias de Reposo figuran en el certificado analítico de la carrera emitido el miércoles pasado por la Universidad de Buenos Aires a pedido del presidente del bloque radical en la Cámara de Diputados, Gil Lavedra, quien incluyó el documento en la impugnación contra Reposo que presentó ayer.

Las notas no son determinantes, pero como no hay antecedentes ulteriores que las robustezcan cobran un valor fundamental: su currículum exhibe una pobreza insultante para procurador general de la Nación”.

Ricardo Gil Lavedra,

presidente del bloque de diputados de la UCR.