Estado desesperante

Son cuatro los detenidos por la nena herida en San Javier

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Nadia y Zaira, la tía y la madre de la niña de un año y medio, dijeron que sólo esperan un milagro de Dios. Foto: Guillermo Di Salvatore

Piden que se haga justicia con los responsables de este ataque criminal que hace una semana mantiene a una niña entre la vida y la muerte.

 

José Luis Pagés

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Son cuatro las personas detenidas en la ciudad de San Javier con motivo de la herida de bala que de una semana a esta parte mantiene entre la vida y la muerte a Mara Alvarez, una nena de apenas un año y medio de edad.

Los procedimientos que permitieron la captura de los principales sospechosos de haber tomado parte en este gravísimo episodio corrieron por cuenta de los agentes de la Unidad Regional XIII y se sabe ahora que se practicaron la tarde último domingo luego del atentado perpetrado en los primeros minutos del sábado.

Entre los detenidos se cuentan dos hermanos apellidados Leguizamón, ambos mayores de edad y un adolescente que forma en el grupo de amigos. También fue llevado a sede policial el dueño de la casa donde había buscado refugio uno de los primeros.

Este hombre se halla seriamente comprometido por cuanto en su domicilio los agentes que actuaron según órdenes del Juez de Menores e Instrucción de 5a. Nominación, ya que junto al buscado apareció una importante cantidad de cartuchos de diverso calibre, aunque en ninguno de los allanamientos -no fueron pocos-, aparecieron armas de fuego.

Una noche negra

Mara Alvarez se encontraba junto a su madre Zaira y sus abuelos maternos Marcelo Alvarez y Miriam Camargo, los cuatro miraban un programa de televisión cuando alguien llamó a la puerta de calle. Alvarez abrió y en ese mismo momento estuvo cara a cara -así dice el abuelo- con “Los Leguizamón” y de inmediato del grupo partió una andanada de balazos.

Ningún de los esos tiros dio en Alvarez, pero al volverse se enfrentó a un cuadro de pesadilla, uno de los cuatro proyectiles que atravesaron la puerta de una pulgada de espesor se había incrustado en la cabecita de Mara. La abuela reaccionó de inmediato y con ella en brazos corrió hacia la ruta seguida por Zaira.

Luego, un rato después, una ambulancia del Samco trajo a nuestra ciudad a la niña y a su madre, la primera ingresó a sala de Cuidados Intensivos y la segunda fue contenida emocionalmente por personal del Hospital de Niños Dr. Alassia.

En tanto el primer diagnóstico ya era desalentador, se dijo de su estado que era sumamente grave y desde entonces con un proyectil alojado en el cráneo la niña permanece internada con respiración asistida. El miércoles, entró en coma.

Zaira Alvarez, su madre de 20 años, vela junto a la sala de Cuidados Especiales y sólo espera un milagro al igual que su hermana Nadia quien la acompaña en todo momento. Las dos jóvenes mujeres pidieron que lo ocurrido se haga público porque temen que alguien, algún padrino, pueda influir en la suerte de los detenidos como según ellas -también los abuelos Alvarez-, ocurrió en el barrio Santa Rosa de San Javier en otras oportunidades.

Feroz y gratuito

Las dos hermanas coincidieron con sus padres a la hora de explicar el motivo del ataque como un acto feroz y gratuito: “No tenemos problemas con ellos ni con nadie. Vivimos sin problemas, pero ellos andan drogados y se divierten tirando con las armas contra las casas, contra la gente, contra cualquiera, nada más que para divertirse”.

Al consumo de drogas que hicieron referencia cuando trataron de interpretar el entusiasmo de esos muchachos por sembrar el terror en las calles, agregaron que ellos mismos son traficantes y cuentan con el favor de los cuatreros de otros narcotraficantes más importantes y también de algún sector de la policía.

Pero precisamente el primer lugar donde los buscó el Comando Radioeléctrico fue en la casa paterna. Leguizamón -padre- según una fuente de la repartición provincial no es comisario, ni está en actividad, como señaló el abuelo Alvarez, no obstante se sabe que es suboficial y está retirado de la fuerza.

Sin embargo la madre y la tía de la nena baleada dijeron que los favores y franquicias que tienen estos jóvenes se explican en otras relaciones que mantienen con gente de aquella unidad policial con jurisdicción en la costa santafesina.

De todos modos los mayores detenidos en San Javier permanecen detenidos e incomunicados en relación a su presunta responsabilidad en el episodio criminal mientras que el único menor que habría formado en el grupo fue alojado en la División Asuntos Juveniles, en nuestra ciudad.

También como sus padres Mara y su hermana mayor Nadia dijeron que este no es el único delito grave perpetrado por el grupo que es numeroso, al punto que “cuando se llevan a unos siguen los otros”, y aludieron a otros casos que acaso los involucra como el de “Golondrina”, un padre de tres chicos que harto de que tirotearan su casa un día respondió e hirió a uno. “Golondrina está preso en Las Flores y ellos en libertad”.

También aludieron al ataque sufrido por un primo de ellas -apellidado Camargo-, el que fue herido por la espalda con tres balazos, además del asesinato de Francisco Javier Díaz (18) en el mismo barrio Santa Rosa.

Si los Leguizamón cuenta o no con el favor de algún influyente no nos consta, pero lo cierto es que recién hoy una fuente oficiosa tocó el tema cuando se le hizo notar que hasta el jueves -cuando los abuelos fueron entrevistados-, nada se sabía de esta nena internada en grave estado en un hospital público de nuestra ciudad.