“Quántico” arrancó en la Facultad de Ingeniería Química

Con un inédito festival, buscan

promover el interés en la Física

Es un encuentro interactivo pensado para las escuelas, con eje en las energías y sus transformaciones. Recurriendo a demostraciones didácticas y lúdicas, se promueve el aprendizaje de esa ciencia. Estiman que visitarán el festival unos 1.700 alumnos.

De la redacción de El Litoral

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Algo poco común estaba ocurriendo en ese patio. Con un inflador de pie, alguien mandaba aire a presión a una botella puesta en forma invertida (el pico para abajo) y con agua hasta la mitad. Por fuerza de esa presión del aire, el líquido era impulsado hacia abajo y, al abrir la tapa de la botella, ésta salía despedida hacia arriba a una velocidad de 150 km. por hora. En el útimo lanzamiento, la botella tocó el techo de un edificio que tiene tres pisos. Pese al frío, los alumnos secundarios que presenciaban la experiencia sacaban fotos y filmaban con sus celulares: aprendían el principio físico básico que propulsa las turbinas de los aviones a chorro y los cohetes espaciales.

Así arrancaba ayer “Quántico”, un festival de física interactivo que se propone experimentar distintos fenómenos de esa ciencia para comprenderla y promoverla, valiéndose de recursos propios de la educación no formal. Para eso, el festival -organizado por la Facultad de Ingeniería Química (FIQ) de la UNL, adonde se realiza el evento- plantea experimentos inéditos, didácticos e interactivos, que permiten explicar los secretos y principios básicos de la Física. Los organizadores estimaron que unos 1.700 alumnos secundarios y de 6º y 7º grado de primaria visitarán la muestra -que se realiza hasta el sábado-, sin contar al público en general que asistirá.

En esta edición de Quántico, el eje está puesto en los distintos tipos de energía -eólica, cinética, mecánica o eléctrica- y sus transformaciones, con especial acento en las energías verdes y renovables. “Interactuar con dispositivos y equipos que permiten comprender por qué las cosas suceden, haciendo que las cosas sucedan; motivar la curiosidad, las ganas de conocer, explicar y cuestionar; incentivar vocaciones y contribuir a la enseñanza de la Física son los objetivos de la propuesta”, indicaron sus promotores. También están previstas charlas de capacitación para docentes.

Otro abordaje

“Se trata de acercar a los niños y jóvenes al mundo de la Física desde un abordaje diferente; de poder hacer, tocar, descubrir qué es lo que sucede haciendo que las cosas sucedan. Y esto tiene el aditamento especial de que hay docentes, investigadores, estudiantes, becarios, que son los que dan los aportes sobre los fenómenos y hacen posible el festival”, resumió a El Litoral Carolina Revuelta, directora de Cultura Científica de la UNL.

“Esto no es una feria, una muestra más. Esto es un festival interactivo, donde no se contempla meramente la Física. Es un ámbito de divulgación y enseñanza, pero también que busca generar cultura científica. Que la ciencia esté en el horizonte de expectativas de los jóvenes”, agregó. ¿Cuál es el entusiasmo e interés que tienen las nuevas generaciones sobre la física? Para Raúl Urteaga, profesor de Física de la FIQ, ese interés es “variopinto”. “Como docente veo que al principio llegan nuevos alumnos que serán licenciados en Química, ingenieros o matemáticos. En general, siempre ‘reniegan’ al principio. Pero a la larga, todos disfrutan el hecho de estar aprendiendo a la ciencia física. En el fondo, sienten que están aprendiendo algo que les es muy útil”.

Un “cohete” casero -una botella plástica- viaja con mucha velocidad hacia las alturas. Esta experiencia fue la vedette del festival de Física que se realiza hasta el sábado. Foto: Flavio Raina

Experiencias interactivas en el festival

Rulo de la muerte: Un pequeño riel con forma de rulo (llamado el “rulo de la muerte”) mostraba cómo convertir la energía potencial en energía cinética. Una bola caía por el riel, ganando velocidad -energía cinética- a medida que perdía altura -energía potencial-. La velocidad con la que llega al rulo abajo es mayor cuanto mayor es su altura inicial. Es el principio que rige para los toboganes y montañas rusas.

Cohete de agua: esta experiencia explicó el principio que sirve para impulsar un vehículo hacia el espacio. Una botella plástica con agua hasta la mitad recibía aire a presión, gracias a un inflador manual. El inflador tiraba aire a presión a la botella. En un momento ésta se destapa rápidamente de forma tal que el aire a presión impulsa el agua hacia abajo, y la botella hacia arriba: el recipiente salía despedida hacia las alturas como un cohete.

La bola que rota: sirvió para demostrar el funcionamiento de un motor eléctrico. Por rotación, una pequeña bola transformaba la energía eléctrica en energía mecánica por medio de campos magnéticos. También había pilas ecológicas hechas con cebolla y un tarro lleno de arena (con simples electrodos de cobre y de aluminio), que hacían funcionar una calculadora, entre otros experimentos.