Señal de ajuste

Roberto Maurer

Ya con una fecha precisa, la del próximo lunes, la vuelta de “Bailando por un sueño” supone el fin de una espera impaciente, por lo demorada y algunos anuncios en falso. Se trata del retorno de la televisión real, la que despierta las pasiones contradictorias del público, de amor o rechazo, y el resto es charamusca. Es una experiencia extrema, la que pone a prueba la razón, el gusto y el sistema nervioso, la que establece la moral testigo de esta sociedad, y suscita una duda universal: la permanencia de Tinelli ¿será para siempre?

El lunes pasado se hizo la producción fotográfica grupal, en la cual se reunieron por primera vez las 26 parejas participantes. Según algunos observadores, el casting de este año es menos atractivo que los anteriores, en tanto que otros estudiosos sostienen que esa calidad no se puede medir: Marcelo Tinelli es el Harry Potter que logra que sus elencos sean atrayentes, no importa quiénes lo integren. Sin Cristo no hay multiplicación de los panes.

Como “Videomatch” implica un terremoto para la farándula, existió un tenso período previo de incidentes y versiones o sea los estremecimientos propios de una bestia que se va despertando. Uno se produjo en la cumbre misma del poder, a propósito de una interna presunta entre Tinelli y Adrián Suar, quien, después de dos fracasos, quiere estrenar sus nuevas ficciones, en tanto que Ideas del Sur no desea desprenderse en este momento de “Soñando por cantar”, un éxito sorpresivo, con los estallidos emocionales que amplifica Mariano Iudica mediante sus alaridos. Una fórmula exitosa debe ser mantenida y no es una regla del negocio del espectáculo sino del sentido común.

Antonio Gasalla le fue arrebatado a Susana por un millón de pesos, y Florencia Peña traicionó al modelo refugiándose en la Corpo. Son las dos estrellas de la nueva temporada del “Bailando”. Gasalla integrará el jurado, interpretando a sus personajes y a sí mismo, en tanto que Flor abrirá el programa ejecutando con Tinelli el baile de Uma Thurman y Travolta en “Pulp Fiction”. Celosa o simulando celos, Moria Casán no había firmado el contrato en el momento de escribir estas líneas, y en sus declaraciones ha dudado de la capacidad de las citadas estrellas para desenvolverse con solvencia en el jurado de “Bailando”, que no es el comité que otorga el Premio Nobel.

Ya que, en el fondo, el “Bailando” es empujado por un fuerte sentido de solidaridad, también han sido incluidos algunos bailarines de capacidades diferentes. El Inadi ha expresado varias veces su disgusto por discriminación y el trato que recibe la mujer, o alguna de sus partes. En una respuesta táctica, se determinó que varios participantes famosos intervinieran en una campaña contra el sobrepeso. Amigos de la humanidad.

Y ya en el nivel de la perrada, por decirlo de una forma directa, las bailarinas que acompañaron durante años a Tinelli, ya no bailarán más: se nos pusieron viejas.

LA ARREPENTIDA

Si Florencia Peña pensó en que se le abrían las puertas del cielo, ahora sabe que no, porque ya tiene en la boca el sabor a barro de la farándula, después de haber sido revolcada en él. Durante la sesión fotográfica, por casualidad tenía retorno y escuchó que la periodista Mariana Brey decía “lo que ésta se sacó del culo (refiriéndose a su compañera en el estudio) Flor se lo puso en la cara”.

La apreciación estética provocó en Peña una mezcla de consternación y furia. “No me lo merezco, es una falta de respeto”, reaccionó en un móvil frente a una Brey desafiante, mala y contestadora.

—Fue un chiste. Yo no soy agresiva.

—Comparar un culo con mi cara es too much.

—Sí, pero vos hablaste del miembro de tu bailarín-, le recordó Brey.

En los paneles de chimentos se vivió una fiesta. En el orden de la disgresión se puede llegar a cualquier parte, como los panelistas de la Colorada cuando afirmaron que Florencia Peña llegó a “Bailando” para “borrar su pasado militante y el fracaso de Sr. y Sra. Camas”.

Laura Ufbal, con su aire imponente de gran profesora, retó a Mariana Brey por comportarse como una fiera salvaje y sin códigos:

—Te veo como un mal ejemplo del periodismo joven, y te lo digo con cariño-, la aleccionó desde las alturas.

LA GRASA DE MARBELLA

Charlotte Chantal Caniggia apenas había bajado del avión y ya se enviaban señales hostiles. Es la hija del futbolista y Mariana Nannis, una beba que era bañada con champán. Se presentó a la sesión fotográfica con un custodio, un asesor de algo y veinte mil euros de pilcha, encima. Se estima que su rol será el mismo que antes era delegado en Ricardo Fort, es decir, la representación de la “cultura Miami”.

“No me gusta vivir en la Argentina”, fue su primera declaración, provocando la ira de millones de patriotas. Viene de Marbella, cuyos clubes frecuenta. “¿Marbella? ¿los clubers de Marbella? Esta viene de la grasitud de Marbella a la grasitud de Argentina”, se oyó en un panel cebado, donde otro comparó: “Es la Paris Hilton que tenemos aquí”. Otro, de mayor refinamiento intelectual dijo que “Charlotte representa a la muerte del deseo que afecta a tantos jóvenes de hoy”.

Al que no se le murió el deseo, todo lo contrario, es Sergio Maravilla Martínez. Reside en Estados Unidos, donde su vida disciplinada lo ha consagrado como a uno de los mejores púgiles del mundo, pero la farándula se lo devoró en pocos minutos. Acá nos ocuparemos de convertir al deportista en una piltrafa.