Colón mandó al descenso al equipo que le había amargado el ascenso hace 19 años...

Y fue “vendetta” nomás...

Y fue “vendetta” nomás...

El penúltimo grito del goleador

El Bichi apoya la mano derecha en su corazón y celebra con la gente. Fue el primero de sus gritos de ayer, luego de una pelota que primero rebotó en Lucchetti y que luego él se encargó de convertir en gol. Foto: Matías Nápoli

El partido duró sólo 31 minutos y marcó una despedida a toda orquesta del Bichi Fuertes, que se va como un grande de verdad. Hoy, ya se empieza a armar el Colón que viene.

 

Enrique Cruz (h)

Fue la contracara plena del fútbol. Entre la satisfacción de unos y la pesadumbre de los otros, se vieron las dos imágenes opuestas de la vida. Pero también hay un detalle insoslayable: muchas veces se dice que en el fútbol son 11 contra 11 y todo puede pasar, pero ayer se notó claramente la distancia que hay entre un equipo que sacó 60 puntos en la temporada y el otro, que apenas consiguió 22. Esto de haber triplicado a Banfield en puntos, Colón lo dejó claramente especificado en lo futbolístico, aniquilando a su adversario en apenas media hora de juego y dedicándose a no generar mayores elementos de fastidio y descontrol en su gente al no apurar el trámite después, algo que a Colón lo habría llevado a conseguir un resultado histórico seguramente.

Fue también una despedida notable, brillante, grandiosa y como un verdadero goleador que es y será por siempre, la de Esteban Fuertes. Figura del equipo, máximo artillero sabalero, eficaz a más no poder y hasta dejando la impresión de que todavía algo de hilo en el carretel le queda para seguir perforando redes rivales. El Bichi tuvo una enorme despedida, con mucha grandeza y vigencia, aprovechándose de un rival débil, disminuido, nervioso, derrotado desde el mismo momento en que Prediger clavó un remate impresionante junto al palo derecho de Lucchetti, superando incluso el ambiente hostil que se generó en torno a su presencia (lo recibieron con un ataúd con su foto) por aquellas declaraciones que hizo para todo el país la noche de su despedida en Santa Fe (“vamos a ganarle a Banfield para cobrarnos revancha de lo que pasó en 1993”, había dicho el goleador sabalero).

El partido duró 31 minutos y después se transformó en un interminable calvario para Banfield. Colón lo pasó literalmente por encima y de poco vale analizar virtudes y defectos —que los hubo—, ya que el segundo tiempo estuvo de más y Colón no pudo (o no quiso, como le parezca mejor) aprovechar las grandes ventajas que le daba el rival, para aumentar no sólo el marcador, sino la tremenda tensión que se vivió en el estadio durante todo el partido y se potenció en el final, con el descenso consumado.

Colón redondeó una campaña de 60 puntos que es la segunda desde el regreso a Primera hace 17 años, después de aquella notable actuación de la mano del siempre muy bien recordado Pancho Ferraro, en el '96-'97. Y eso que fue una temporada dura, con jornadas difíciles como la del clásico en su estadio, la noche del empate ante Estudiantes o la derrota en este torneo con Newell's. Con cierta impaciencia de parte de la gente, algo de injusticia en la derivación de responsabilidades, falta de reconocimiento (hacia un Mario Sciacqua que logró 31 puntos, un segundo puesto y ser el artífice de estos 60 puntos que hoy se deben disfrutar) y hasta de real valoración de un año que termina siendo muy bueno y que dejó a Colón en el quinto puesto de la tabla general, con un promedio muy tranquilizador.

Está bien que hay que pensar en grande, que la gente quiere otra cosa, que este título de Arsenal reaviva aquella eterna pregunta de “si ellos pueden, ¿por qué no nosotros?”, y hay en esto una gran dosis de razón de parte del hincha. Los dirigentes tomarán nota de lo que se hizo bien y lo que no se hizo tan bien, como para seguir adelante en el perfeccionamiento de un proyecto deportivo en el que aparecen los chicos de inferiores queriendo ganarse un lugar. Hoy, Mugni, Luque, Alario, Curuchet, Jourdan, Graciani, los tres arqueros (Díaz, Bailo y Mehring), Castillo, Marcos Fernández y Comachi, entre otros, tienen sus chances, consolidan el proyecto y son un buen y necesario respaldo para los que aportan experiencia y jerarquía.

Pero volviendo a lo de ayer, Colón se dio el gusto de ponerle un broche muy bueno a un año de altibajos y contradicciones. Terminó el torneo con algunos rendimientos que tranquilizan en la puesta en escena del futuro —que es imprevisible—, por su crecimiento deportivo y su rendimiento. Caire es un caso de consolidación inesperada para la gran mayoría de los hinchas de Colón. Prediger y Moreno, más Pellegrino, son reaseguros de un vestuario que cambiará de líderes y que podría llegar a tener también a Alcoba, Pozo y Bastía como las caras visibles de un cambio.

En realidad, ese cambio involucra principalmente a dos actores: Esteban Fuertes y el Chino Garcé. Se van de distinta manera, casi como son cada uno en sus vidas privadas. El Bichi se fue con todos los honores, mientras que el Chino tuvo una despedida sorpresiva, sabiendo él y algunos pocos que era su último partido como local (el de Godoy Cruz), reaccionando en contra de la dirigencia y con críticas hacia diversos sectores.

Queda también un DT serio, que supo darle una identidad a un equipo que estaba perdido y desvariado en la cancha, más un secretario técnico que puede aportar sus conocimientos, experiencia y contactos. Esto, lo de Sensini y Batistuta, es tan buen punto de partida como el del propio plantel. Colón no arranca con un técnico en veremos en cuanto al conocimiento del plantel. Sensini sabe lo que tiene, lo que necesita y lo que quiere.

/// SÍNTESIS

Banfield 0

Colón 3

Cancha: Banfield.

Árbitro: Federico Beligoy.

Banfield: Lucchetti; Ladino, Alayes, Dos Santos y Bustamante; Quinteros, Julián Guillermo, Walter Acevedo y Tagliafico; Ferreyra y Achucarro. A.S.: Santillo. Estuvieron en el banco: Reta, Broggi, De Souza y Rodrigo López. D.T.: Eduardo Acevedo.

Colón: Pozo; Caire, Alcoba, Pellegrino y Urribarri; Moreno y Fabianesi, Bastía, Prediger y Mugni; Higuaín y Fuertes. A.S.: Marcos Díaz. Estuvieron en el banco: Barraza, Costa, Jourdan y Alario. D.T.: Roberto Néstor Sensini.

Goles: en el primer tiempo: a los 10 min, Prediger (C); a los 28 min y a los 31 min Fuertes (C).

Cambios: en el segundo tiempo: al iniciarse, Chávez (B) por Achucarro; a los 13 min, Eluchans (B) por Guillermo; a los 23 min, Luque (C) por Higuaín, y a los 31 min Graciani (C) por Moreno y Fabianesi.

Amonestados: en Colón, Alcoba.

10

minutos

Eran los que faltaban jugarse cuando Federico Beligoy decidió la suspensión del partido debido a los incidentes que se registraban en la tribuna local. Obviamente, el Tribunal de Disciplina dará por terminado el partido y habrá que ver si, en el futuro, Banfield recibe alguna suspensión.

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Se acaba el gran goleador...

Una de las últimas maniobras del Bichi, ya con el resultado consumado y buscando el gol 145 que por poco no llegó. Notable e histórica despedida. Se acabó el tiempo para el goleador, empieza el del hombre y jamás se acabará el del ídolo. Foto: Matías Nápoli

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El último estallido de Fuertes

El Bichi recibió el centro de Moreno y Fabianesi y dejó sin chances a Lucchetti. Enseguida corrió hacia un costado para abrazarse con el volante y festejar por última vez con la gente. Una imagen inolvidable y que quedará grabada para siempre en el corazón sabalero. Foto: Matías Nápoli

BAJO LA LUPA

POZO (7).- Dos atajadas notables en el primer tiempo, mientras duró la resistencia de Banfield. La primera, aún con el partido 0 a 0.

CAIRE (6).- Un torneo consagratorio para un jugador resistido a ultranza en Colón. Mostró la fortaleza de siempre y un interesante acompañamiento ofensivo.

ALCOBA (6).- Buen trabajo, algo complicado en el comienzo pero muy sólido después. Colón hará todos los intentos para retenerlo.

PELLEGRINO (6).- Sobrio, sin hacer nada que ponga en riesgo esa solidez que lo coloca como uno de los jugadores más parejos del equipo.

URRIBARRI (4).- En la temporada, su rendimiento fue de mayor a menor. Arrancó muy bien, fue declinando y no terminó de lo mejor. Ayer puso voluntad pero se equivocó mucho, sobre todo con la pelota.

MORENO Y FABIANESI (5).- Centro preciso al Bichi en el tercer gol sabalero, buen despliegue y dando la impresión, como el resto de sus compañeros, de no querer apretar el acelerador cuando ganaban 3 a 0.

PREDIGER (8).- Un golazo y un partido muy bueno de un jugador que quiere convertirse en referente del plantel, adentro y afuera de la cancha. Gran actuación.

BASTÍA (5).- En lo suyo y quizás sin jugar tan al límite como en otros partidos, no porque no quisiera sino porque no se hacía necesario.

MUGNI (6).- Algunos pincelazos habituales de un talento innato. No sobresalió como en otros partidos, pero es un jugador que va en franco ascenso y que será base en el que se viene.

HIGUAÍN (4).- Al igual que Urribarri, anduvo mejor en el Apertura en comparación con este Clausura. Hace un año, Mario Sciacqua lo persuadió para que se quede y revierta la imagen. Lo consiguió con creces, a pesar de que no tuvo un buen final de torneo.

FUERTES (9).- Notable despedida, con dos goles y una actuación que provoca cierta sensación de desperdicio por una decisión que está súper tomada, evaluada, analizada y asumida. Se va un grande, casi en el pedestal de inigualable.

LUQUE (5).- Desperdició un mano a mano en el que no pateó al arco ni tampoco le dio pase a Fuertes. Se quedó a mitad de camino entre una cosa y la otra.

GRACIANI.- Ingresó para jugar menos de un cuarto de hora cuando todo estaba totalmente definido.