LA FOTO /// La Casa del Hueso

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Sobre un estante de madera se exhibe una de las 1.200 calaveras que se guardan en la Bone House -La Casa del Hueso- en la localidad austríaca de Hallstatt. La mayoría de las calaveras llevan pintado el nombre de quien en vida fuera su propietario, además de decoraciones florales, y el ámbito que las aloja es una pequeña capilla católica del siglo XII ¿Cómo llegaron allí? El pequeño cementerio de la localidad ya no daba abasto y sus vecinos no encontraron mejor solución que reducir los restos y guardar las calaveras identificadas para que los descendientes del finado lo tengan siempre presente.

Foto: Agencia EFE