Planea ahorrar 26 mil millones de euros

Monti lanza un feroz ajuste en Italia

Monti lanza un feroz ajuste en Italia

El primer ministro italiano, Mario Monti, interviene ante el parlamento en Roma. Foto: EFE

Prevé una reducción del 10 por ciento de los empleados públicos. También disminuirá la cantidad de provincias y regiones.

 

De la Redacción de El Litoral

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El gobierno italiano del primer ministro Mario Monti aprobó un nuevo ajuste con recortes en el sector público por valor de 26.000 millones de euros hasta 2014, una reducción de un 10% de los empleados públicos y un recorte de un 20% de los salarios en el nivel de dirección.

El segundo gran ajuste desde la asunción de Monti llegó en medio de renovadas presiones de los inversores sobre Italia y también España, lo que marca un resurgimiento de la crisis de deuda europea a apenas una semana de que los líderes de la Unión Europea (UE) acordaran medidas que habían calmado un tanto a los mercados.

“Es una medida que busca reducir el exceso de gasto sin afectar a la calidad de los servicios”, justificó Monti al anunciar el nuevo ajuste en una conferencia de prensa en Roma por la madrugada tras un maratónico debate nocturno de siete horas con su gabinete, que carece de políticos y está integrado sólo por tecnócratas como él.

El decreto tiene que ser aprobado ahora en el Parlamento. El objetivo es retrasar hasta mediados de 2013 la suba del impuesto al valor agregado (IVA) del 21 al 23% que Monti había anunciado para octubre, debido a la recesión en la que se encuentra actualmente Italia.

Monti y sus ministros vieron caer en picada su popularidad en las encuestas desde la introducción este año de aumentos de impuestos y un duro paquete de recortes que el gobierno alega son necesarios para cumplir con el recorte del déficit exigido por la UE.

El gobierno asegura que las nuevas medidas, resultado de un análisis para reducir el gasto, permitirán ahorrar 4.500 millones de euros en lo que queda de 2012, 10.500 en 2013 y 11.000 millones en 2014, con la eliminación de ineficiencias en el sector público.

“Los recortes se concentran en el gasto en bienes y servicios (...) pero también se reducen los costos salariales y se da mejor uso a los edificios gubernamentales”, aseguró el Ejecutivo.

También se disminuirá el número de provincias y regiones para ser sustituidas por “grandes áreas con menos gastos y más eficientes”.

Además, el gobierno revisará los fondos que se dan a los partidos políticos y sindicatos, informó la agencia de noticias DPA.

Situación

La deuda pública italiana es de más de dos billones de euros, la mayor de Europa, y representa un 120% de su producto interno bruto (PIB). La situación se ve agravada por el hecho de que la economía de Italia, la tercera de la eurozona y una de las siete más industrializadas del mundo, no crece desde hace décadas.

En este contexto, el rendimiento de los bonos italianos a 10 años trepó hoy un 0,13% hasta situarse en el 6,01%, un nivel considerado insostenible a largo plazo que se acerca a la línea roja del 7% que obligó a Europa a rescatar a Grecia, Irlanda y Portugal.

El bono español, por su parte, llegó hoy al nivel crítico de 6,96. En comparación, el bono alemán a 10 años, considerado el más seguro, rinde 1,37%.

Los rendimientos de los bonos italiano y español habían caído fuertemente esta semana en medio de una ola de euforia en los mercados luego de que los líderes de la UE aprobaran canalizar ayuda financiera hacia bancos en problemas de manera directa, sin sobrecargar más la deuda de un país.

También acordaron que los fondos de rescate europeos puedan usarse para comprar bonos de países endeudados, para bajar sus costos de endeudamiento.

Una de las mayores preocupaciones es que los fondos de rescate europeo podrían no ser suficientemente grandes como para aprobar préstamos de salvataje para economías tan grandes como las de Italia y España.

Los líderes europeos no han dado señales de querer reforzar la capacidad de préstamo del fondo y, de hecho, países pequeños de la eurozona, como Finlandia, se han estado quejando de los costos de las operaciones de salvataje.

Monti sumió en noviembre pasado por presión de los mercados en reemplazo del ex premier Silvio Berlusconi, quien se resistía a aplicar ajustes pese a que Italia parecía al borde del default.

El nuevo jefe de gobierno lanzó un primer ajuste en diciembre pasado con recorte de gastos y suba de impuestos, y la semana pasada logró que el Parlamento sancionara una polémica ley de flexibilización laboral.

Los ajustes agravaron la recesión y del desempleo, que entre los jóvenes marcó esta semana un récord de 36% de desocupación.

Los recortes minaron la popularidad de Monti y los enfrentaron con los sindicatos, que habían amenazado con un paro general si nuevas medidas de ajuste afectaban a la clase trabajadora.

Merkel y Hollande vuelven a encontrarse

Nueve días después del encuentro en la cumbre de la UE en Bruselas, la canciller alemana, Angela Merkel, se reúne de nuevo con el presidente francés, Francois Hollande, en la simbólica localidad de Reims. En lugar de la crisis del euro, el motivo del encuentro el domingo es otro bien diferente: celebrar 50 años de amistad franco-germana.

En las últimas semanas, cuando se hablaba de la relación entre Francia y Alemania se leía de inmediato que es difícil, tensa y repleta de conflictos, pero el domingo todos estos controvertidos debates que giran en torno a la crisis del euro se harán a un lado, al menos por un par de horas.

En la ceremonia que se celebrará en la catedral de Reims, la canciller alemana y el presidente francés rememorarán el acto en el que hace 50 años se selló la amistad franco-germana. El 8 de julio de 1962, Charles de Gaulle y Konrad Adenauer celebraron una misa de reconciliación juntos, 17 años después de que concluyera la Segunda Guerra Mundial.

La ceremonia derivó unos meses después en un acuerdo de amistad franco-germano, que sentó las bases de una cooperación que persiste hasta la fecha y que nunca antes hubo.

El lugar del encuentro está cargado de simbolismo para ambas naciones. El Ejército alemán destruyó considerablemente la catedral de Reims durante la Primera Guerra Mundial, pero también fue en esa localidad francesa donde el 7 de mayo de 1945 Alemania firmó la capitulación sin condiciones que ponía fin a la Segunda Guerra.

El canciller alemán Helmut Kohl dijo en 1987, cuando se cumplían 25 años de aquel acuerdo, que en Reims se podía sentir lo que significa “el aliento de la Historia”. Reunido con Jacques Chirac recordó el histórico día y las memorables palabras de Adenauer y De Gaulle.

Durante el encuentro en Reims, De Gaulle dijo que “Francia y Alemania se unían para bien al servicio de la libertad y la confraternización. Adenauer repuso: Esta estrecha amistad, esta estrecha unión del pueblo francés y alemán, que no va dirigida contra nadie, que busca la paz y sólo paz, es, como usted ha dicho señor presidente, un regalo del cielo”.

Durante los siglos anteriores, millones y millones de franceses y alemanes derramaron sangre y murieron en los duros combates que libraron ambas naciones.

Lo que ahora está en duda es si el encuentro entre Merkel y Hollande será igual de emotivo. Tanto Berlín como París han subrayado que la química entre ambos políticos funciona. Pero ni la canciller conservadora ni el presidente socialista han vivido una guerra de sus respectivos pueblos, señalan los diplomáticos. Ambos nacieron en 1954.

Y está también la crisis del euro y las diversas formas de entender cuál es el mejor camino para salir de ella. “La amistad franco germana soporta las diferencias”, comentó recientemente el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Guido Westerwelle, en París.

El ministro francés para Europa, Bernard Cazeneuve, dijo hace unos días en declaraciones a una radio alemana: “Las diferencias que puedan surgir del hecho que el jefe del Estado y la jefa de gobierno sean de diferentes bandos políticos jamás hicieron que el motor franco alemán dejase de funcionar”.