En Jujuy, a los 82 años

Murió el escritor Héctor Tizón

El reconocido autor fue también abogado, periodista y diplomático.

De la redacción de El Litoral

El escritor jujeño Héctor Tizón, autor de obras como “Fuego en Casabindo” y “La casa y el viento” murió a los 82 años en Jujuy, su provincia natal, según informaron allegados a la familia a distintos medios jujeños.

Nacido el 21 de octubre de 1929 en Yala, un pequeño pueblo jujeño en el que vivió toda su infancia, la obra del escritor -que además se desempeñó como abogado, periodista y diplomático- abarca más de 20 novelas, entre las que se destacan “Luz de las crueles provincias” y “Extraño y pálido fulgor”, publicadas por el sello Alfaguara.

Entre 1943 y 1948 vivió en Salta, donde cursó el secundario y publicó sus primeros cuentos en el diario El Intransigente. Formó parte del grupo regional La Carpa, formado en la década de 1940 por las provincias del noroeste argentino. En 1949 se radicó en La Plata. Diplomado en Derecho en el año 1953, inició en 1958 su carrera diplomática. Fue agregado cultural en México, donde se vinculó con los escritores Juan Rulfo, Ernesto Cardenal, Ezequiel Martínez Estrada, Augusto Monterroso y Tomás Segovia, y cónsul en Milán. Abandonó la diplomacia en 1962 y, de regreso en Argentina, desempeñó brevemente el cargo de ministro de Gobierno, Justicia y Educación. Dirigió el diario Proclama. En 1976 se exilió en España, donde trabajó en editoriales, diarios y revistas.

En Santa Fe

Afiliado a la Unión Cívica Radical, representó como convencional a su provincia en la Convención Nacional que reunida en Santa Fe sancionó la reforma constitucional de 1994 integrando el bloque radical presidido por Raúl Alfonsín. A mediados de la década de 1990, a instancias de la minoría radical, la Legislatura jujeña lo designa juez del Superior Tribunal de Justicia, como juez decano, y vicepresidente del cuerpo.

Viajó largamente por el mundo; como diplomático de 1958 a 1962, como exiliado de 1976 a 1982, pero “su lugar en el mundo”, al que volvía una y otra vez, es Yala, provincia de Jujuy, donde se radicó tempranamente cuando su padre fue nombrado jefe de la estación local.

Su primer libro, “A un costado de los rieles”, fue publicado en México en 1960. Parte de su obra, siempre fiel a sus raíces y su lugar de origen con sus mitos e historias, ha sido traducida al francés, inglés, ruso, polaco y alemán. Su obra ha sido distinguida con varios premios, incluyendo el de “Brillante”, así como con los de “Consagración Nacional”, Academia de Letras, “Gran Premio de Honor” de la Sociedad Argentina de Escritores, y del Fondo Nacional de las Artes; fue declarado ciudadano ilustre y recibió una medalla por su trayectoria, labor y virtud a su extensa obra de gran importancia para la literatura universal.

Recibió la condecoración de Caballero de la Orden de las Artes y Letras en Francia. Estaba casado con la filóloga Flora Guzmán. Una calle de Palpalá, Jujuy, lleva su nombre.

La creación

Al referirse al modo de crear sus cuentos, Tizón sostuvo que “generalmente, un cuento se me da por medio de la imagen, no algo que veo con los ojos sino una imagen que puedo prever, una imagen mental. El otro camino puede ser una frase cualquiera”. Y, acerca del dominio de su oficio, el escritor habla de “herramientas” que están “en los almacenes universales del arte de escribir” y “algunas que me he fabricado yo mismo adaptándolas a otras”.

En términos generales, interesa remarcar dos momentos de su producción literaria, inseparables de su biografía: el antes y el después del exilio, de su salida forzosa de Yala. Tizón, aunque obsesionado por el arraigo, se exilió en España en tiempos de la dictadura militar de la Argentina y es donde se produce un cambio fundamental que interviene profundamente su universo literario.

La primera etapa podría estar representada por los libros escritos antes del exilio, como las novelas “Fuego en Casabindo” y “El cantar del profeta y el bandido”; y los cuentos “El jactancioso y la bella” y “El traidor venerado”.

A la segunda etapa se le adscribe lo escrito durante el destierro y después de él. Su tema recurrente es ahora el abandono de lo propio. “La casa y el viento” es, por ejemplo, la crónica del exilio, de la huida onírica a través de la Puna en un intento tal vez desesperado por salvar su vida.

El reconocido autor fue también abogado, periodista y diplomático. En La Página De Opinión

Respecto del modo de escritura,Tizón sostenía que “generalmente, un cuento se me da por medio de la imagen, no algo que veo con los ojos sino una imagen que puedo prever, una imagen mental”. Foto: Archivo El Litoral

En La Página De Opinión

se publica una evocación de la profesora y escritora María Luisa

Miretti estudiosa de la obra de Héctor Tizón.

/// ADEMÁS

Sus obras

A un costado de los rieles (1960) Relatos

Fuego en Casabindo (1969) Novela

El cantar del profeta y el bandido (1972) Novela

El jactancioso y la bella (1972) Relatos

Sota de bastos, caballo de espadas (1975) Novela

El traidor venerado (1978) Relatos

La casa y el viento (concluido en España en 1982, publicado en Argentina en 1984) Novela

Recuento (1984) (antología personal) Relatos

El viaje (1988) Novela

El hombre que llegó a un pueblo (1988) Novela breve

El gallo blanco (1992) Cuentos

Luz de las crueles provincias (1995) Novela

La mujer de Strasser (1997) Novela

Tierra de frontera (1998) Ensayo

Obra completa (1998)

Extraño y pálido fulgor (1999) Novela

El viejo soldado (escrito en el exilio, publicada en 2002) Novela

La belleza del mundo (2004) Novela

No es posible callar (2004) Ensayos

Cuentos completos (2006)

El resplandor de la hoguera (2008) Memorias