Juguetes fuera de serie

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Mix de telas, detalles únicos, espíritu retro y técnicas artesanales se conjugan en este surtido de objetos de autor que encienden la nostalgia por el pasado.

TEXTOS. GEORGINA LACUBE.

Siempre se ha dicho que los muñecos de trapo, con su ingenuidad y ternura, nos transportan a un tiempo donde los hombres estaban ligados a la tierra y a todo aquello que sus manos generasen. Y a la niñez, claro. No sería de extrañar, entonces, que hoy surjan iniciativas dispuestas a rescatar del pasado esos personajes que tan felices hicieron a varias generaciones.

Así, en un mundo tan tecnológico, los juguetes artesanales se afianzan como una alternativa a los fabricados de manera masiva y estereotipada. Y son la opción más buscada entre padres y adultos que quieren hacer un regalo original, con identidad local, que cuida el medio ambiente y con un valor agregado de ingenio y humor.

BUENAS MIGAS

Se podría decir que el crochet nunca se fue, y ahora está en auge en prendas y objetos. Amas de casa y profesionales hacen de un hobby, una marca. Es el caso de Miga de Pan, un emprendimiento 100% nacional creado por la diseñadora Adriana Torres. “Surgió a fines de 2008 con el nacimiento de mi hija Felicitas, mi gran inspiración. Enseguida supe que quería hacer muñecos”, relata Adriana, cuya pasión toma vida bajo la morfología de adorables elefantes, budas, pelotas, sonajeros, guirnaldas, móviles, bebés, mantas y otras piezas de deco realizadas íntegramente a mano, uno a uno, con técnicas tradicionales de tejido y crochet que combinan colores actuales.

No llevan agregados de plástico ni pilas, por lo que tienen un impacto ambiental cero. “Vienen de la naturaleza y vuelven a la naturaleza”, resume quien cuenta en su equipo de trabajo con un grupo de mujeres entrenadas por ella misma en el oficio del bordado y la costura de antaño. Sus creaciones han conseguido el reconocimiento local e internacional. Es que hoy vende en las principales tiendas de diseño de Buenos Aires (Picnic. Manifesto, etc.) y fue elegida para representar al país en el pabellón argentino de la Maison&objet, por lo que viajará a París en septiembre. Además, está preparando pedidos mayoristas para Londres, Alemania, Países Bajos, Estados Unidos, Australia y Canadá.

Otros emprendimientos también se afianzan, como el caso de la marca Lúa Chea que nació hace diez años de la mano de dos hermanas cordobesas: Ivana (artista plástica) y Yanina (abogada) Griboff. Sus diseños, que incluyen joyería textil-, son netamente sustentables. “Nos gusta llamar a nuestras creaciones ‘accesorios con conciencia ecológica’ porque ensamblan papeles de revistas, cartón, retazos de hilados y de géneros varios en desuso. También trabajamos con remanentes de cueros y gamuzas. Para nosotros representan un nuevo concepto de joya, una pieza con vida propia y con historia”.

De la partida es su colección de móviles o colgantes para bebés que reúnen color y variedad de formas (pajaritos, estrellas y mix de figuras geométricas, entre otras). “El packaging que usamos también está elaborado con papeles de revistas; es importante que todos colaboremos con un consumo más responsable”, destacan a dúo las hermanas.

ANIMALES EN LA GRANJA

Por su parte, Corazón de algodón es otra etiqueta que tienta con sus mascotas de trapo, igualitas a las que hacían las abuelas con amor y retazos de tela. “La idea nació en 2008, inspirada en los animales que mi nona me cosía. Hice una remake de esos mismos muñecos en los que volqué mis ganas por las labores manuales y, paso a paso, empecé a probar diseños y combinaciones de telas. Sobre todo a crear con los materiales que había en mi casa, ya sean retazos o manteles y ropa sin usar”, confiesa Romina Lamarque, alma mater de 31 años y diseñadora gráfica (UBA). Así, nacieron conejos, elefantes, ponys, gatos, chanchos y búhos hechos con prendas recuperadas, retazos olvidados en algún rincón de una tienda del interior del país o de un baúl heredado con géneros importados, como las telas que su nona trajo de Europa y que guardó durante años. Esto explica que cada mascota sea casi única. ¿El plus? Se le puede bordar el nombre que el cliente elija.

“El público sabe que esa mascota de trapo con corazón de algodón es un regalo hecho con amor y dedicación, y que los chicos pueden adoptar para jugar, cuidar y compartir momentos de su infancia. Considero que el juguete artesanal es una experiencia que va más allá de la compra de un simple muñeco”, subraya Romina.

Imposible no mencionar que, de su amor por los animales, recibió la propuesta de la Fundación Ecocentro, situada en Puerto Madryn (Chubut) para componer muñecos con la forma de dos especies icónicas de esta región: la ballena y el pingüino patagónico.

HABÍA UNA VEZ...

Sopa de Príncipe es otra propuesta que debe su nombre a un relato que tiempo atrás escribió su dueña, la artista plástica Verónica Longoni. En él, narraba la historia de monstruos, brujas y bichos raros que estaban cansados de que se los difame en los cuentos. Así, decidieron reunirse para dar su propia versión de la historia y, luego de una ardua jornada de trabajo, celebraron tomando una “sopa de príncipe”. Una vez que la sorpresa dejó paso a la acción, el primer personaje de una línea de muñecos que Verónica realizó fue un perro de tela de algodón. El mismo que dio paso, con el oficio de su lado, a una serie de personajes inspirados en ideas sueltas, dibujos y textos cortos en tela suave y cuerpo blandito. Hoy, en su local de Palermo, abundan variedad de monstruos, muñecas y animales dispuestos en cajones de fruta. “Con mi marca intento recrear el espíritu del juguete hecho en casa, aquel que ha sido pensado desde el afecto. De diseño simple y sin sofisticación es un primer objeto-juguete que, al ser carente de toda tecnología y mecanismo, invita a sus dueños a una participación activa y conserva, de este modo, la esencia de la capacidad creativa del juego”.

OBJETOS CON ALMA

Con el objetivo de recuperar el juego y motivar la necesidad de promover un medio ambiente más saludable para los chicos, nació Quiut! cositas lindas. Una marca de Florencia Bonavera y Ely Gutiérrez. Amigas de siempre, realizan juguetes y accesorios para bebés y niños pequeños (¡y no tanto!) confeccionados íntegramente al crochet y con materiales nobles y de descarte. Tal es así que las texturas y sonidos logrados en cada producto provienen de paquetes de fideos y de galletitas, bolsas y tapitas de gaseosas, mientras que el relleno es de diferentes semillas para lograr esos sonidos que tanto atraen a los chicos. El resultado: un universo de personajes artesanales de cuidada calidad, no peligrosos para los más pequeños y llenos de detalles.

La propuesta abarca simpáticas pelotas con caritas de animales y también patos, gallinas, lechuzas, loros, vacas, puercoespines, peces y vaquitas. Las pelotas rayadas y de gajos, los pins, los trabapuertas honguitos y los cupcakes se venden como pan caliente. Será porque, además de su belleza, son juguetes totalmente lavables y seguros.

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+datos PARA CONOCER

- facebook.com/trimtoys

- www.migadepan.com.ar

- www.luachea.com.ar

- http://corazondealgodon.com.ar

- www.sopadeprincipe.com.ar

- www.quiut.com

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DIVERSIÓN A MEDIDA

Trim Toys es una firma que ofrece vestidos para niñas realizados en lona 100% de algodón, concebidos para pintar con témperas, marcadores y acuarelas, y diseñar un modelo original cada vez que se lo usa. Incluye snaps (broches) para que las chicas puedan usar el vestido una vez terminado y recortado. La propuesta tiene como máxima estimular la creatividad, ya que obliga a tomar decisiones (por dónde comenzar a pintar, qué se va a hacer o cómo se va a armar). Otras cualidades: no es descartable, se usa todas las veces que sea necesario, se lava y se guarda. Es un producto sustentable, enseña, genera conductas y concientiza.

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