El actual documento madre fue reformado por última vez hace 60 años

UNL: la reforma del estatuto ya despunta un intenso debate

El proyecto que impulsa cambios a la “Constitución” de esa casa de estudios será tratado por la Asamblea Universitaria, antes de fin de año. Buscan consensos sobre una agenda de temas en común. Representación política y carrera docente dividen aguas.

UNL: la reforma del estatuto ya despunta un intenso debate

La Universidad pública local se prepara para revisar y discutir su norma jurídica máxima. Todos los actores -desde docentes hasta alumnos- están involucrados. Foto: Archivo El Litoral / Mauricio Garín

 

Luciano Andreychuk

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El estatuto de la Universidad Nacional de Litoral (UNL) es la Carta Magna universitaria, el texto jurídico madre que organiza y regula el funcionamiento de los órganos de gobierno, de las facultades, institutos y escuelas. Allí están los principios básicos de esa institución de educación superior, su organización política y sistema electoral, la conformación de los cuerpos -docentes, no docentes, estudiantes y graduados-, el régimen financiero y administrativo. Es, sin más, la columna normativa sobre la que se organiza la vida institucional de la casa de estudios.

Ese texto ahora será reformado, después de 60 años. Y el proceso de reforma ya comienza a fogonear intensos puntos de debate y discusión, pues involucra a todos los actores vivos de la Universidad, cada uno con sus visiones y miradas propias. Lo que se propone es una actualización: “No va a haber un estatuto nuevo, no hay una actitud refundante, sino una revisión para aggiornar el estatuto a los tiempos actuales”, dijo a El Litoral Pedro Sánchez Izquierdo, secretario general de la UNL.

A principios de este año se conformó una comisión especial de reforma en el ámbito de Consejo Superior de la UNL, que está abocada a elaborar un documento con las modificaciones estatutarias, con apoyo técnico de un equipo de especialistas en normativa académica y asuntos jurídicos. En paralelo, se vienen realizando consultas y entrevistas con autoridades académicas, agrupaciones estudiantiles, gremios, etc., para conformar una “agenda común de temas” a revisar.

Una vez que se concluya la etapa de consultas y se consensúen y definan las modificaciones al texto estatutario, se convocará a la Asamblea Universitaria para que trate el proyecto de reforma. Ésta deberá sesionar, aprobar o no los cambios a la norma. Y lo hará antes de fines de año.

Temas centrales

Los puntos neurálgicos sobre los que va a versar el debate por la reforma son varios. “Primero, hay consenso en que el estatuto reformado tenga una declaración filosófico-política fuerte sobre lo que es la Universidad hoy. Un posicionamiento respecto de la defensa de la democracia y los derechos humanos, el espíritu reformista, etc.”, dijo Sánchez Izquierdo.

Un segundo punto es la ampliación del concepto de ciudadanía universitaria. El estatuto actual reconoce -artículo 3- que participan de la vida universitaria las personas que posean ciudadanía (que están en condiciones formales y reglamentarias de pertenecer a esa institución, con derechos y obligaciones). Pero quedan afuera de los alcances de este concepto los alumnos que no tengan las materias aprobadas requeridas para participar de elecciones, los estudiantes extranjeros que llegan de intercambio y los docentes contratados (artículo 109). “Hay que generar la identidad del universitario de la UNL, más allá de que se tenga o no ciudadanía”, subrayó el secretario.

También, hay consensos importantes en que los órganos fuertes de gobierno sigan siendo los órganos colegiados (Asamblea Universitaria, Consejo Superior y consejos directivos). “Y sobre el rol de la Universidad respecto de sus establecimientos preuniversitarios (jardín La Ronda, escuela primaria, EIS y Escuela Granja). En el marco de la reforma, se vuelve necesario que el nuevo estatuto refleje por qué la UNL tiene esas escuelas de otros niveles, y la posibilidad de que éstas se articulen entre sí”, dijo Sánchez Izquierdo.

El juego de la política

El próximo año, la Universidad elegirá representantes en todos sus claustros: desde representantes de estudiantes, auxiliares, profesores, graduados y no docentes hasta decanos y rector. ¿Incide la proximidad de la elección política en el proceso de reforma? “Esto ya ocurrió en 2009, cuando se analizó con las fuerzas políticas no teñir el proceso de reforma con los intereses coyunturales que se ponen en juego con una elección universitaria. Lo mismo para esta ocasión. No queremos que se mezclen las cosas”, dijo el secretario.

“La integración y representatividad política en los órganos de gobierno será otro de los puntos que va a generar tensiones, hay sectores que demandan más representación. Me parece que está bien, que es algo que hace a la vida universitaria. Pero creo que este punto no debiera ser lo crucial. El desafío no es la próxima elección (de 2013), sino construir un buen estatuto que garantice el buen funcionamiento de la Universidad para los próximos 25 años”, remarcó Sánchez Izquierdo.

Carrera docente

La carrera docente será otro de los temas que se llevará las discusiones más ásperas. “Hay diversas miradas, una que plantea la carrera docente como ingreso y estabilidad, y otra como ingreso por concurso de oposición y antecedentes, con un fuerte esquema de formación. Se plantea rever la situación de aquellos docentes interinos que tengan un elongamiento de esta situación en el tiempo; también eso generará otro punto de debate”,

/// Foro

Hay un foro abierto donde se pueden dejar opiniones y aportes sobre la reforma del estatuto.

web: www.unl.edu.ar/estatuto. Email: [email protected].

Contrapunto

Adul, contra los contratos “basura”

Consultada por los puntos planteados desde la Asociación de Docentes de la UNL (Adul) de cara a la reforma del Estatuto de la UNL, la secretaria general, Mariana Carminatti, mencionó a la figura de los docentes contratados como una de las cuestiones principales a corregir.

“Nosotros consideramos que esa figura no puede estar, bajo ninguna circunstancia, ni como excepcionalidad. El contrato se explica así: se necesita cubrir un cargo, se llama a un docente, se le ofrece la titularidad pero con un contrato por un año. Y al contrato la universidad lo puede rescindir cuando quiera, sin que medie causa. Es la modalidad del trabajo basura. Es la precarización total y flexibilización de trabajo del docente universitario. Hoy hay muchos docentes en la universidad bajo esta modalidad, a la cual nosotros nos oponemos”, remarcó.

“Esto tiene que ver con lo que es la carrera docente. En el nuevo estatuto, debe quedar expresamente establecida la carrera docente con ingreso por concurso, estabilidad, formación, promoción y egreso”, subrayó la secretaria.

Con respecto al concepto de democratización y ciudadanía universitaria, la gremialista advirtió: “Hoy, hay muchos docentes que no pueden ejercer sus derechos, que están excluidos del sistema. Por ejemplo, para poder elegir y ser elegido, hay que ser docente ordinario (haber hecho y aprobado concurso); los interinos o contratados no pueden votar. Pedimos ciudadanía plena para todos los docentes con más de dos años de antigüedad en la universidad”, resaltó.

Otro tema a revisar y definir para Adul es la extensión universitaria. “No queremos que esta área, que predica una universidad compenetrada con el medio social para resolver sus problemas, se convierta en servicios a terceros. La extensión no tiene que ser sinónimo de facturación. No nos oponemos a estos servicios, sino a que se mercantilice la extensión”, fijó posición Carminatti.

Mariana Carminatti (Adul) Foto: Guillermo Di Salvatore

viene de la pág. anterior

estimó el funcionario.

—El gremio de profesores de la UNL (Adul) advierte sobre la situación de precariedad de los docentes contratados y pide que en el estatuto reformado no se naturalice esa modalidad ni que se permita como excepcionalidad. ¿Qué va a pasar con respecto a este punto?

—Nosotros estamos en una cruzada por las normalizaciones y regularizaciones de las plantas docentes. En las facultades hay procesos de concursos abiertos. Por ahí el contrato tiene que ver con una cuestión formal, de que esté o no el cargo creado. Comparto que todo concurso tiene que ser excepcional, y creo en el ingreso por concurso, la periodicidad en el cargo y el ascenso por concurso. El gremio tiene una visión distinta, pues plantea ingreso y estabilidad. Ahí va a haber otro punto de tensión porque hay dos visiones ideológicas diferentes.

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