Más control sobre el dólar

Limitan adelantos con tarjetas en el exterior

En general, ese monto no puede exceder los 2.000 dólares mensuales. Pero en julio, se habían otorgado adelantos muy superiores a ese monto.

De la redacción de El Litoral

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El Banco Central (BCRA) habría pedido a las entidades financieras que revisen su política de adelantos en efectivo a través de tarjetas de crédito que otorgaban a sus clientes en el exterior. Y en el caso de que lo consideren necesario, que limiten los topes de las extracciones en dólares que pueden pedir los argentinos en el exterior.

La sugerencia habría surgido tras el pedido de información a las operadoras de tarjetas de crédito que había hecho el Central entre fines de julio y principios de agosto, con el objetivo de reducir aún más el acceso a dólares billete. La entidad monetaria había solicitado que se le detallaran los gastos que habían hecho los argentinos en el exterior, rubro por rubro, en cada país.

Sobre la base de esos datos, la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) decidió luego aplicar un recargo del 15 por ciento a las compras con tarjetas de crédito fronteras afuera. Pero los informes revelaron además, que algunas extracciones en dólares que habían hecho los argentinos en el exterior, en concepto de “adelantos de tarjetas de crédito”, eran por montos muy elevados. En algunos casos de hasta cinco cifras, según consignó un diario especializado.

Hasta ahora, los usuarios de tarjetas de crédito pueden pedir a su banco entre el 20 y el 25 por ciento de sus ingresos en pesos como “anticipo”, a través de un cajero automático. Pero si lo hacen desde otro país, pueden obtener ese monto pero convertido en dólares al tipo de cambio oficial. Esos fondos se devuelven recién a fin de mes, en pesos, cuando llega el resumen.

Desde que la Afip empezó a aplicar el impuesto del 15 por ciento como adelanto en concepto de Ganancias sobre el consumo con tarjeta en otros países, esos adelantos se volvieron una alternativa de financiamiento atractiva.

Hasta hoy, un argentino con ingresos de 5.000 pesos puede pedir entre 200 y 300 dólares de adelanto si se encuentra en otro país. En general, ese monto no puede exceder los 2.000 dólares mensuales, independientemente de cuánto cobre. Pero en julio, se habían otorgado adelantos muy superiores a ese monto.

Por otro lado, fuentes del sector bancario aseguraron que hasta ahora sólo se concretaron reducciones puntuales y aisladas sobre algunos topes. Pero la mayoría de las entidades no habría tomado ninguna decisión al respecto porque siguen considerando muy baja la salida de dólares a través de ese mecanismo. “Explicamos al Banco Central que no era una cifra relevante: se fueron sólo 2,2 millones de dólares en un mes”, precisaron desde una entidad.

Al mismo tiempo, los bancos habrían explicado a la entidad monetaria que no pueden informarle en qué rubros gastan los argentinos en el exterior porque “no tenemos acceso a eso: a nosotros nos llega solamente el ticket con la razón social, y no el rubro al que pertenece”.

Por seis pesos...

La revista británica The Economist publicó en su último número un mordaz artículo sobre el malestar que provoca en los “indignados ciudadanos” argentinos la revelación del Indec, con relación a que una persona puede comer nutritivamente por seis pesos diarios.

La nota sostiene que esa situación “se ha atascado en la garganta de los argentinos comunes, que tienen que gastar mucho más que eso para mantener el hambre a raya, debido a una inflación galopante”. Bajo el título “La dieta de los seis pesos”, la revista explica que “los ruidos estomacales hacen gruñir a los ciudadanos” y considera que la llamada línea de pobreza es “dudosa” en la Argentina. “Seis pesos argentinos (U$S 1,30 al tipo de cambio oficial, o alrededor de 1 dólar en el mercado negro) es lo suficiente para comprar un alfajor o mordisquear una galleta dulce de las comidas más café. Sin embargo, según el gobierno, es más que suficiente para comprar la comida de un día entero”, comienza la nota y recuerda que ese valor surge de considerar los índices oficiales de inflación. El artículo cita a Sergio Britos, de la UBA quien dice que resulta “totalmente imposible comer sanamente con seis pesos”, y a Margarita Barrientos, la fundadora del comedor Los Piletones, quien define a la estadísticas del Indec como “insultantes”.