Tribunales

Lo procesaron por el crimen de su esposa

Lo procesaron por el  crimen de su esposa

Viviana Correa fue asesinada el domingo 26 de agosto en su casa de barrio Sargento Cabral. Foto: Archivo El Litoral

La medida judicial alcanza a Claudio Romano, detenido desde la madrugada del domingo 26 de agosto. El hombre se declaró culpable durante la indagatoria.

 

De la Redacción de El Litoral

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El juez de Instrucción Séptima, Diego De la Torre, dictó el procesamiento para Claudio Romano, por el homicidio de su esposa Viviana Correa, ocurrido en una casa del barrio Sargento Cabral el pasado 26 de agosto.

El delito que se le imputa al marido es “homicidio calificado por el vínculo”, a pesar de que hacía tiempo que la pareja ya no vivía bajo un mismo techo.

“El agravamiento por el vínculo procede porque si bien estaban separados de hecho, no estaban divorciados vincularmente”, dijo el abogado Leandro Corti, quien junto con su colega Fabio Mudry, actúan como querellantes en representación de los padres de la víctima.

Una vez que accedan a los considerandos de la resolución “vamos a analizar si existe o no el encuadre en orden a otros agravantes” como “premeditación y alevosía”, amplió Corti.

En tanto, el Fiscal Nº 1, Gerardo Alesso, ratificó que si bien el matrimonio estaba de hecho separado, no existen constancias de que existiera el divorcio tal cual lo establece la ley, por lo cual se le imputó el agravante del vínculo.

Confesión

Si bien durante la primera indagatoria Romano optó por guardar silencio, hizo una confesión durante la ampliación de indagatoria, asesorado por el Dr. Adrián Rodríguez, que es quien ejerce su defensa técnica.

Desde la querella, el Dr. Corti recordó que “durante la indagatoria Romano se declaró culpable”. “Hizo una reconstrucción de algunos tramos del hecho”, oportunidad en la que afirmó que “ingresó de forma clandestina al inmueble” donde Correa “se encontraba durmiendo”.

Según consta en su declaración, al advertir la presencia de Romano en el pasillo, la víctima se sobresaltó y él se abalanzó sobre ella. Y si bien eso lo coloca en el lugar del crimen, Romano “no describió la mecánica de la muerte en sí”.

Sobre el puente

La trágica muerte de Viviana Correa, de 45 años, se conoció en horas tempranas del domingo, cuando los vecinos alertaron a la policía de movimientos sospechosos en el barrio.

La descripción de un auto color bordó permitió a una patrulla del Comando interceptar un Volkswagen Quantum conducido por Romano.

Lo atraparon entre las 5 y las 6 de la madrugada, en el puente Carretero, cuando regresaba a su casa de Sauce Viejo.

Los uniformados que revisaron el coche encontraron guantes de látex, somníferos, una jeringa y precintos plásticos entre otros elementos sospechosos. En ese preciso momento, Romano le dijo a los uniformados que “había hecho algo malo”, lo que desencadenó un importante despliegue frente a la casa de Correa.

Ahorcada

Fue el hermano de Viviana quien con ayuda de la policía forzó la puerta de calle de la vivienda de calle Pedro Díaz Colodrero al 1900 para ir en busca de la mujer.

El cuerpo fue hallado en el dormitorio del primer piso, tendido sobre la cama, con un cinto de toalla le rodeandole el cuello. La autopsia reveló que la muerte había sido por asfixia.

Una bolsa plástica con guantes de látex similares a los secuestrados en el auto, es una de las numerosas pruebas que el asesino dejó en el lugar del crimen.

No obstante la primera confesión de Romano en sede policial, el fiscal Alesso ordenó la realización de un cúmulo de pruebas tendientes a acreditar la responsabilidad de Romano en el hecho.


Después de los festejos

La noche previa al crimen, Claudio Romano había reunido a un grupo de amigos para festejar su cumpleaños Nº 43 en su casa de calle Finlandia en la localidad de Sauce Viejo.

Quienes lo conocen aseguran que llamó la atención que no haya tomado una gota de alcohol en toda la noche y que en cambio tomara Coca Cola.

Los festejos no se extendieron demasiado, y los invitados aseguran haberse ido apenas pasada la medianoche. Según se presume, tras ellos salió el cumpleañero, con una idea fija, llegar hasta la casa de su ex pareja no se sabe con qué fines.

En la casa de Sauce dejó a sus hijos de 6 y 12 años, que ese fin de semana estaban de visita. Para que se entretuvieran y seguro de que sería un viaje corto, los dejó mirando una película y partió.