Sólo por el Fondo de Desendeudamiento

La presidenta destinaría más de U$S 3,4 mil millones a sola firma

El presupuesto prevé usar U$S 7,9 mil millones de las reservas del BCRA para pagar deuda privada, que este año no superaría los U$S 4,6 mil millones. ¿Qué pasará con el resto?

De la redacción de El Litoral

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DyN/Télam

“En ningún caso se plantea un uso de reservas para gastos corrientes, como puede ser la importación de combustible”, aseguró el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, durante una entrevista a Página 12. De cara al año electoral, la oposición está alarmada y formula advertencias.

Según el artículo 33 del proyecto que presentó en Diputados la Casa Rosada, el ministro de Economía puede integrar el Fondo de Desendeudamiento Argentino con U$S 7.967 millones de las reservas del BCRA para pagar deuda con acreedores privados. Y -si sobra- darle otros destinos que la ley define como bienes de capital.

“Mucho del actual gasto de capital se vuelca a nuestra política energética, nuclear o satelital, como la Conea o Atucha. Son gastos que el Tesoro tiene que hacer en moneda extranjera, en dólares, como la compra de una turbina para una central termoeléctrica”, ejemplificó Lorenzino a Página 12. Pero no dijo para qué se va a usar la plata que la Casa Rosada le pide al Congreso.

El ministro omitió -tampoco se lo preguntaron- cuánto es la deuda para este año con acreedores privados. Según el Instituto Argentino de Análisis fiscal, son unos U$S 4.600 millones, por lo que a la generosa previsión presupuestaria le quedarían U$S 3.467 millones para destinar según el criterio presidencial no especificado.

“Parece que las reservas en la Argentina son de chicle, se van estirando. Ya pagaremos las consecuencias en su momento”, advirtió el ex presidente del Banco Central, Aldo Pignanelli. Dijo que el Presupuesto dispone que “en caso de resultar un excedente y siempre que tenga efecto monetario neutro, el mismo se destine a financiar gastos de capital”.

Pignanelli -quien adscribe al peronismo disidente- señaló que “nadie sabe el excedente de reservas, no sabemos cuál es el nivel que se quiere manejar, ni cuál es el de reservas óptimas, pero esto es una anécdota porque con la ley de Administración Financiera pueden pagar hasta sueldos, gastos de capital o financieros. Sería letal y ya tenemos experiencia en la Argentina”, manifestó.

Por su parte Claudio Lozano (FAP) recordó que “la modificación de la Carta Orgánica deja librada a las autoridades del Central la definición del tipo y la magnitud que pueden usar, especifica que el único límite que puede tener esta situación es político”.

Lozano se quejó porque se garantiza primero el pago a los acreedores privados. Ironizó que el kirchnerismo “es el mejor pagador que hemos tenido; la política de desendeudamiento no es tal. Simplemente, sustituye acreedores privados por acreedores públicos, de hecho en 2013 la deuda va a crecer 3 mil millones de dólares”, que quedan transferidos a operadores financieros desde las cuentas públicas.

Más impuestos para cubrir el déficit financiero

En su entrevista con Página 12, el ministro admite una pregunta sobre el déficit financiero de $ 35 mil millones y explica cómo hará para pasar al superávit de $ 1.000 millones previsto en su proyecto de presupuesto.

Explicó que a eso “se llega apostando fuertemente a afianzar una estructura tributaria progresiva, que le brinde al Estado el espacio fiscal suficiente para seguir adelante con las políticas que tiendan a la inclusión social y a la inversión en infraestructura”.

Cuando se le pregunta si habrá cambios en el esquema tributario, Lorenzino responde que “vamos a seguir profundizando lo que ha sido una constante en los últimos años: aumentar la participación de los impuestos directos, los más progresivos, en el total de recaudación del gobierno nacional. Esto tiene que ver con los derechos de exportación y con el impuesto a las Ganancias”.

No es gratis

Para importar bienes de capital con el Fondo de Desendeudamiento hay que sacar dólares del país que son del BCRA. El Presupuesto pone como condición un efecto monetario “neutro”, pero eso no significa que sea “gratis”. Como compensación el Banco Central recibirá letras en dólares: una suerte de “pagaré” de la Casa Rosada, a 10 años, con una tasa Libor menos 1%. Es decir que el gobierno se endeuda con el Central para hacer “gastos de capital” hoy. Y que pague el que esté de turno en el 2022 . Lorenzino ratificó que el país no saldrá a los mercados financieros internacionales a nombre de la soberanía, el año pasado también presupuestó superávit, pero ahora reconoce más déficit.