Más complicaciones para los conservadores
Violenta protesta en Madrid contra el ajuste económico
La policía reprimió violentamente la manifestación, que terminó con 35 heridos y 64 detenidos. Más de seis mil personas rodearon la sede del Congreso, corearon consignas contra el gobierno y demandaron la renuncia de Mariano Rajoy. Aunque no de la magnitud de la madrileña, también hubo marchas en Cataluña.
Agencia EFE
Miles de personas se concentraron ayer junto al Congreso de los Diputados español en una iniciativa convocada por varios colectivos sociales para denunciar “el secuestro de la democracia” y los recortes del gobierno, una protesta en la que se han registrado 35 heridos y 64 detenidos.
Según datos de las autoridades, unas 6.000 personas participaban a última hora de la tarde en la protesta bajo el lema “Rodea el Congreso”, después de haber marchado en dos manifestaciones por el centro de Madrid.
Los convocantes, la Coordinadora 25S y la plataforma ¡En Pie!, pretendían cercar la Cámara Baja parlamentaria mientras celebraba, como todos los martes, su sesión plenaria.
Más de mil policías antidisturbios estaban desplegados en la zona del Congreso, en pleno centro de la capital española y en la zona que agrupa a los principales museos de Madrid, así como en las inmediaciones de la Puerta del Sol, que albergó las acampadas del movimiento de los indignados en la primavera de 2011.
En un momento dado, la policía cargó con sus porras contra decenas de los manifestantes que se habían concentrado junto a las vallas situadas para proteger el Congreso, después de que varios jóvenes intentaran traspasarlas.
Previamente, muchos de los manifestantes habían lanzado pequeños objetos contra los agentes mientras otros intentaban calmar a los alborotadores.
La policía detuvo a trece personas cuando un grupo de manifestantes intentó rebasar la primera de las dos barreras de seguridad situadas frente al Congreso.
También fue arrestado un hombre que saltó una barrera con una bandera del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), así como un vecino de la zona, ajeno a los manifestantes, que protestaba por no poder acceder al interior de la zona vallada.
Los manifestantes habían coreado lemas como “Eso, eso, eso, nos vamos al Congreso”, “Menos policía y más educación”, “Lo llaman democracia y no lo es” o “Detrás de los leones, hay muchos ladrones”, este último en alusión a las dos estatuas de estos grande felinos que flanquean el edificio parlamentario.
También gritaban “No nos representan”, con relación a los diputados, y lanzaron gritos pidiendo la dimisión del gobierno de Mariano Rajoy, así como la apertura de un nuevo proceso constituyente en el Parlamento.
Reacción de los diputados
Entretanto, los parlamentarios celebraban una sesión plenaria en el hemiciclo, y sólo algunos diputados del grupo de la Izquierda Plural se acercaron a la multitud que se agolpaba en el exterior.
Su portavoz, Cayo Lara, dijo que lo hacían para mostrar “normalidad democrática” y para respaldar a los manifestantes que secundaban la convocatoria “Rodea el Congreso”.
Frente a ello, la dirigente del Partido Popular María Dolores de Cospedal, causó el enfado de los convocantes y de otras fuerzas políticas, al comparar la iniciativa de rodear el Congreso con la jornada del 23 de febrero de 1981, cuando tuvo lugar el intento de golpe de Estado en España, cuya cara visible fue el coronel Tejero, en los primeros años de la democracia.
La vicesecretaria general del Psoe, Elena Valenciano, señaló que la comparación, “aparte de ser una barbaridad en términos políticos, es totalmente falsa”.
El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, defendió el derecho de manifestación, pero dijo que llegar a una confrontación con la soberanía nacional supondría “una agresión a nuestro sistema democrático”. Mientras se desarrollaba la protesta en Madrid, en Barcelona, al grito de “ladrones” y “culpables”, alrededor de medio millar de manifestantes del 25S se concentraron ante el Parlamento regional de Cataluña, donde increparon a los diputados y miembros del Ejecutivo.