llegan cartas

Algo bueno está pasando...

Enrique Miguel Cruz

... En Santa Fe. Después de haber transitado durante 54 años por el periodismo de la ciudad, formando parte de inolvidables y jerarquizadas redacciones del diario El Litoral, en las cuales tuve entrañables maestros que me cultivaron en la profesión y a la vez me enseñaron a conocer la ciudad, la región y sus necesidades, considero ser un vecino con sólidos argumentos que justifican el por qué de estas líneas.

En primer lugar, vaya mi crítica a todos los políticos y coterráneos sin distinción de banderías que, a veces con justicia fueron críticos opositores de los gobernantes de turno, pero otras veces se convirtieron en sordos opinadores sobre obras y proyectos que merecían una mayor responsabilidad al momento de ser criticadas, por ser simplemente necesarias para Santa Fe.

Hacia allí apunta este comentario, fruto de un hecho fortuito que me produjo una satisfacción que quiero compartir con los lectores de mi querido diario.

Todo ocurrió después del último fin de semana largo, escuchando el habitual programa de Fernando Bravo por Radio Continental. Fiel a su estilo, el locutor habilitó una línea telefónica para que los oyentes que volvían a sus lugares de origen después de haber disfrutado de muy breves vacaciones, comentaran detalles de su viaje.

En esa circunstancia, un matrimonio de Buenos Aires confiesa haber disfrutado con felicidad de un par de días reparadores en la ciudad de Paraná, pero hacen referencia a que el hecho más destacable para ellos era haber decidido elegir la ruta por Santa Fe para volver a la capital. A partir de esa introducción mis oidos disfrutaron de comentarios elogiosos que me conmovieron como santafesino acostumbrado a las habituales pálidas de las conversaciones de café con los amigos. Este ilustre desconocido dijo estar sorprendido por haber descubierto una ciudad moderna, activa, con variadas construcciones y lugares atractivos para visitar.

Lo comento como un episodio simple, que quizá no cambiará para nada la opinión que la mayoría de los santafesinos tiene almacenada desde hace muchísimos años, pero convengamos que si dejamos de lado el negativismo que suele atraparnos, también nosotros nos encontraremos con una realidad que tenemos al alcance de la mano, con virtudes y necesidades que no se pueden ocultar.