Luis Miguel Etchevehere

“El campo no debería ser una caja,

sino una herramienta de desarrollo”

A.jpg

Diplomacia y convicciones. Etchevehere trae sangre nueva a una entidad centenaria, que apuesta a revalidar su carácter federal.

Foto: Campolitoral

El flamante presidente de la Sociedad Rural Argentina pasó por Santa Fe, en el marco de una charla organizada por la entidad local. Destacó el trabajo de la Mesa de Enlace y la necesidad de aunar el esfuerzo del sector público con el privado en beneficio del país.

 

Federico Aguer

[email protected]

—¿Qué influencia puede tener en la entidad que usted sea el primer presidente del interior del país?

—Es un gran honor estar al frente de una entidad que va a estar cumpliendo 150 años y que siempre es protagonista de la vida argentina. Los ejes de mi gestión serán seguir trabajando junto al productor; somos una entidad federal y queremos estar cerca, escuchando más que hablando, con el conocimiento de lo que está pasando en cada producción, para trasladar esas problemáticas a los funcionarios y ver cómo se solucionan esos problemas, que hoy son muchos y que necesitan de una rápida intervención del Estado para que se solucionen.

—¿Cómo inserta los ejes de la gestión por venir en el escenario mundial?

—Creemos que el mundo nos dio la primera oportunidad hace 100 años, cuando demandó alimentos de la Argentina. En aquel momento el sector público y privado se pusieron de acuerdo y estuvieron a la altura de los acontecimientos, llevando al país a ser la séptima economía del mundo. Problemas no faltaban: hacía poco que se había sancionado la Constitución, había habido guerras civiles, pero trajeron a la inmigración extranjera, le dieron educación, salud, igualdad de oportunidades y movilidad social a todas las personas que venían con toda la ilusión a hacer una nueva vida en la América. Y ese país -en esa conjunción- creció de manera sostenida: se desarrollaron los pueblos del interior, se hizo la estructura (que llega deteriorada hasta nuestros días), las vías de ferrocarril, los puertos, las vías navegables hasta el Paraguay. Se empezaron los caminos, todo porque en aquel momento se supo aprovechar la oportunidad que nos daba el mundo.

Bueno, hoy el mundo nos está dando otra oportunidad demandando alimentos, energías renovables, y el campo está a la altura de la situación, ya que es un sector dinámico, que aplica conocimiento, que invierte, investiga, se plantea desafíos profundos y los supera.

—Muchas veces se critica al campo como un sector que no agrega valor ni aporta al PBI.

—Hace pocos años el campo argentino duplicó su producción de granos en la misma superficie, con prácticas amigables con el medio ambiente, y hoy vienen de todo el mundo a ver qué hacemos con la siembra directa. Estamos exportando conocimientos y tecnología para distintos países; podemos producir alimentos para 400 millones de personas; energías renovables. Hemos hecho un aporte en plata al país de 2003 a la fecha de U$S 55.000 millones, solamente en concepto de retenciones, sin contar ganancias, bienes personales, impuesto inmobiliario rural o ingresos brutos.

Producimos y aportamos, pero entendemos que nos está faltando que el Estado esté a la altura de la situación. Vemos que la parte pública está fallando; no acompaña como hace 100 años al sector privado para aprovechar todo su potencial. Hoy esta demanda es concreta y sostenida. Ya hemos perdido bastantes oportunidades. Por eso queremos que las autoridades tomen conciencia de eso y que por lo menos escuchen a los representantes de la producción que quieren siempre aportar soluciones.

—¿Cómo participará a partir de ahora la entidad en la Mesa de Enlace de Entidades Agropecuarias?

—Vengo con muy buena gimnasia por formar parte de la Mesa de Enlace Provincial. Extrañamos la época cuando podíamos ir a la Casa de Gobierno y podíamos hablar con las autoridades (ministros y secretarios de Agricultura), con quienes dialogábamos buscando soluciones para la producción.

Tal vez no se vea en los medios, pero estamos trabajando de forma semanal con la Mesa de Enlace Nacional, aportando para que el trabajo en común se mantenga y con este ejercicio de consensuar posturas en común.

El individualismo se revierte con trabajo y organización. El productor está disperso a lo largo y ancho del país, y se dificulta encontrar puntos de encuentro en común, pero así como a la hora de producir nos podemos asociar, tenemos que dar una vuelta de tuerca para asociarnos mejor gremialmente, para que la gestión que hacemos en diferentes ámbitos sea más útil, tanto para los representantes como para las autoridades.

Semillas y químicos

—¿Qué postura tiene la entidad respecto del proyecto de ley de semillas?

—Creemos que a la tecnología hay que pagarla. Es una inversión. Como definición creemos que el productor es el dueño de la sementera. Entendemos que tanto el evento como el germoplasma deben ser una sola cosa, no que se pague por un lado el evento y que por otro haya una ley de patentes que pueda darnos una sorpresa. Queremos tener certeza, previsibilidad en eso. Las autoridades deberían trabajar más en eso, para que al momento de comprar la tecnología se haga de una vez y venga todo junto. Respecto del proyecto de ley, venimos de una práctica arraigada como el uso propio. Creemos que el productor debe tener una cuota de uso propio gratuito que sea la misma cantidad de hectáreas para las cuales se compró por primera vez la semilla. Si uno compró por 100, poder repetir esa superficie por cinco años, y lo que la exceda, que el productor haga uso propio oneroso.

—¿Y respecto de los proyectos de prohibición del uso de los agroquímicos?

—Tenemos que encontrar el punto medio. En la Argentina hay tecnología de sobra y probada para hacer muy buenas prácticas de manejo de cultivos y a metros de una casa. Hay que trabajar mucho en el buen manejo y no dejarse llevar por modas o exasperaciones que impactan de una forma aún peor en la comunidad. Abogamos por la racionalidad, el diálogo, y por algo que se impone, que es ir a lo técnico: si una máquina tira determinada cantidad de gotas por cm2, se puede hacer una aplicación de precisión que no altere el medio ambiente ni la salud humana.

Inversión

Según el ruralista, el campo invierte por año a nivel nacional $ 190 mil millones, “y el 80 % de esa inversión se realiza en los pueblos donde están los campos; uno sabe que la plata que percibe el campo hace crecer a los pueblos. El campo debería ser tomado por el gobierno no como una caja, sino como una herramienta de desarrollo”, sostuvo convencido.

La situación en Entre Ríos

Consultado sobre la situación de su provincia natal, con cuyo gobierno se ha cortado el diálogo, dijo lo siguiente: “Ojalá que podamos restablecer el diálogo con el gobierno provincial. Es una situación en la que perdemos todos, porque es una provincia netamente agropecuaria, a la que el Estado nacional le debe más que a Córdoba, y el gobernador no sólo no reclama, sino que aumenta los gravámenes, revalúa los campos y hace una coparticipación al revés, mandándole a la Nación $ 1.500 millones en concepto de bienes personales que no son coparticipables. Toda esa plata se va, no vuelve a la provincia y perjudica a los pueblos del interior provincial”.


“Flores” a Flores

Respecto de otro de los disertantes con quienes compartió panel -junto a Rosendo Fraga-, el ex diputado Toti Flores, dijo que “es un ejemplo de dignidad, un luchador, que junto a su grupo optaron por tomar el camino difícil pero virtuoso del trabajo, del sacrificio, de las formas de vida y pensar que sacó adelante a este país y no dejarse comprar por planes sociales o subsidios, sino buscar la dignidad a través de la creatividad y del trabajo”.

 
b_fr.jpg