Sebastián Prediger, una pieza clave en Colón...

“No puedo cargarme solo el bajón del equipo”

El volante hizo una autocrítica, dijo que dos partidos flojos le costaron el puesto y que tiene una obligación más ofensiva que no siempre le permite lucirse.

“No puedo cargarme solo el bajón del equipo”

El mediocampista rojinegro fue un jugador clave en el arranque del torneo, cuando Colón tenía un mejor nivel que el actual. Las dos cosas se dieron a la vez: su bajón y el del equipo. Foto: Luis Cetraro

 

 

Enrique Cruz (h)

Aún en Crespo, su ciudad natal, y tratando de apurar el regreso a Santa Fe para reanudar los entrenamientos, Sebastián Prediger habló esta mañana en “La Primera” de Sol 91.5. Su salida del equipo, la implicancia de su no convocatoria a la selección, el bajón personal, su función en la cancha, lo que dice la gente, el Twitter del presidente y lo que se viene, fueron los temas con un jugador muy importante que debió sufrir la salida del equipo.

—¿Cómo es tu presente, Sebastián?

—Tratando de estar donde creo que debo estar, que es jugando. Espero hacerlo pronto y estoy entrenando con todas las ganas para no desaprovechar la oportunidad cuando me llegue.

—¿Por qué no estás donde debes estar?

—Tuve dos partidos en los que que bajé el nivel y ahora tengo que levantar la cabeza y demostrarle al técnico que debo jugar. No pasa por lo físico. Pienso que el equipo dejó de funcionar como lo hacía en las primeras fechas. Siento que soy una pieza importante y al no estar al mejor nivel, en algún punto se habrá sentido. Pero no soy sólo yo el que bajó el rendimiento. Ni tampoco soy la única pieza importante del funcionamiento.

—¿Qué pasó?

—Pasa mucho por la cabeza. Cuando jugábamos cada tres días, todos ponderaban el estado físico de Colón y hoy parece que no corremos, y no es así. Bajamos varios el nivel. En un pasaje del campeonato anduvimos bien, manejábamos la pelota. Hoy ya no es así, pero no soy el único.

—El hecho de no haberte convocado a la selección, ¿incidió?

—Me ilusioné para la selección local, pero entiendo que hay un montón de jugadores que están rindiendo bien en sus clubes. No me puse a pensar por qué no me convocó. Tampoco quiero caer en eso y ponerlo como excusa. Soy muy autocrítico. Lo de la selección me pegó, pero jamás voy a decir que jugué mal porque Sabella no me convocó. Soy autocrítico y digo que en los últimos dos partidos no anduve bien, no estuve a la altura de lo que puedo dar, pero tampoco me voy a cargar el bajón del equipo yo solo.

—Al principio, parecía que te sentaba bien el hecho de jugar al lado de un “5” de marca neto como Bastía...

—Eso es algo que la gente no sabe, lo hablé con Roberto y luego con mi representante y mis familiares. Toda la vida fui el “5” tapón que defendía en Colón. Esta tarea es menos complicada que la otra, que es la de jugar. Por ahí no todos saben que el técnico me pide que juegue en otra posición, que vaya para adelante, que meta pases a los delanteros y que colabore en la creación. No soy el único que la hace dentro del equipo, pero es más complicada y no siempre me va a salir bien.

—¿Te sentís incómodo?

—No, no, para nada. No quiero que se entienda como un reproche hacia nadie y me siento capacitado para hacerlo. Pero cuando las cosas no salen, se nota.

—Es lo más difícil, máxime en un país donde cada vez se achica más para atrás y se retrocede en lugar de apretar arriba...

—Y ese lugar, donde vos decís que se retrocede para apretar, es el lugar en el que más juego y donde más se pueden errar los pases. Yo tengo funciones defensivas, pero el técnico me pide que juegue más. Me da confianza, pero a veces las cosas no salen.

—Sensini te pide que hagas algo parecido a lo que hace Gago en la selección, por ejemplo...

—Gago, salvando las distancias, es un jugador que me encanta. Como también me gustaba muchísimo Redondo. Yo me hago responsable de lo que no hago o hago mal. Y sé que si no me sale puedo recibir estos golpes, como el de salir del equipo.

—¿Como asimilaste esa situación, la de salir del equipo?

—Contento no me puse, me dolió pero respeto la decisión y no es la primera vez que me pasó. No soy el único que salió del equipo y tengo que respetar porque hay otro compañero que entra y hay que apoyarlo.

—¿Sentís que tenés un menor reconocimiento de parte de la gente?

—No, en absoluto. La gente conmigo se portó siempre de maravilla. Ellos saben que yo soy hincha de Colón, posiblemente antes me ganaba los aplausos tirándome al piso y recuperando la pelota. Hoy tengo otra función y tendré que volver a ganarme los aplausos con otra cosa.

—¿Qué sentís cuando se dice que ya no se tiene la misma entrega?

—Nosotros salimos a ganar todos los partidos. Eso no está en duda.

—¿Y el Twitter de Germán Lerche, cuando pidió mayor compromiso y entrega?

—No puedo negar que molestó. Cuando él vuelva lo escucharemos para saber por qué lo dijo.

—Suele pasar en el fútbol esto de que se “dude”, así, entre comillas, de la entrega total del jugador. Es tan viejo como el fútbol mismo...

—Mirá, hace mucho que juego, que hablo con mis compañeros y te puedo asegurar que en cada partido nos jugamos el prestigio nuestro, el de la camiseta que defendemos, el del club que nos paga, el de la familia que tenemos detrás nuestro. Somos personas normales que no siempre nos levantamos bien, que nos pasan cosas como a cualquiera y eso afecta el rendimiento adentro de la cancha. He visto compañeros que se levantaban con vómitos y tomaban agua todo el día para poder jugar, porque hay cosas que una persona normal puede hacer o tomar y nosotros no. Sé que se dicen muchas cosas en torno al jugador de fútbol o a un determinado equipo, pero nadie sabe lo que sentimos y lo que nos jugamos en cada partido.

—¿Van por todo, entonces?

—Vamos por todo, por ganarle a Arsenal y esperar hacerlo luego como local para volver a prendernos en el torneo. Y también por una victoria que nos permita seguir en la Copa, cosa que no veo inaccesible aunque estemos en desventaja y sea difícil.

 

“No puedo cargarme solo el bajón del equipo”

Una muestra de lo que dice Prediger: el tener mayor libertad para jugar y hasta la obligación de ir más adelante, hace que se le achiquen los espacios. En la escena, hay dos jugadores de River que lo marcan y otros dos que se acercan. Foto: Pablo Aguirre

viene de pág. 6

“No puedo cargarme solo el bajón del equipo”

No es la primera vez que le toca ir al banco con Sensini. En el torneo pasado, acompañó al mismísimo Esteban Fuertes. En ese aspecto, el técnico sabalero no se “casa” con nadie. Foto: Mauricio Garín

Cambios.

Como Rolando Carlen se incorporará al cuerpo técnico de Juan Antonio Pizzi en San Lorenzo, al equipo de la Liga de Colón lo dirigirá Javier López, en tanto que Rodolfo Aquino se hará cargo de la cuarta afista.

/// EL DATO

4.000

entradas

Tendrá la hinchada de Colón a disposición en el estadio “La olla”, escenario de disputa del encuentro entre Cerro Porteño y los sabaleros por la Sudamericana, el martes de la semana que viene. El valor es 70 pesos de los nuestros, al igual que costó la general para los paraguayos en Santa Fe.

Barraza titular en la práctica

En la práctica de fútbol de esta mañana, Sensini ordenó esta formación titular: Pozo; Caire, Barraza, Alcoba y Urribarri; Graciani, Bastía, Bernardello y Mugni; Gigliotti y Ramírez.

En consecuencia, se maneja entonces la alternativa de Barraza para suplantar a Raldes si es que el boliviano (que hoy juega por su selección ante Uruguay por Eliminatorias) no llega en buenas condiciones al encuentro del viernes ante Arsenal.

Por su parte, los suplentes lo hicieron con Bailo; Castillo, Fosgt, Faccioli y Piedrabuena; Jourdan, Prediger, Moreno y Ricardo Gómez; Curuchet y Achucarro.

Iván Moreno y Fabianesi por Bernardello y Ricardo Gómez por Gigliotti fueron las modificaciones introducidas por el técnico Sensini durante el desarrollo del entrenamiento matutino.