Los candidatos deberán responder preguntas de votantes indecisos

Obama llega al segundo debate con poca ventaja sobre Romney

Obama llega al segundo debate con poca ventaja sobre Romney

Vista de unos estudiantes saliendo del campus de la Universidad Hofstra de Hempstead, Nueva York (EEUU), donde se celebrará el segundo debate presidencial. Foto: EFE

 

De la Redacción de El Litoral

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EFE

El presidente de Estados Unidos y candidato demócrata a la reelección, Barack Obama, y su rival republicano, Mitt Romney, están casi empatados en intención de voto, según una encuesta de Gallup, cuando se enfrentan hoy en su segundo debate.

Entre los votantes registrados, Obama tiene el apoyo del 48 % y Romney del 46%. Entre los votantes probables, es el republicano el que va por delante con el 49 % en tanto que Obama, que busca su reelección, obtiene el 47 %.

Gallup señaló que Obama y Romney llegarán esta noche al segundo de sus tres debates antes de la elección con índices de aprobación muy similares y que han cambiado poco desde mayo cuando el ex gobernador de Massachusetts se aseguró la candidatura republicana.

A mediados de septiembre ambos aparecían con un índice de aprobación del 50 % de los encuestados, y ahora Obama obtiene un 51.

Para su encuesta la firma Gallup entrevistó a 891 votantes en los 50 Estados, y el sondeo de opinión admite un margen de error de menos o más 4 puntos porcentuales.

El sitio de internet RealClearPoliticis, que elabora un promedio de las mayores encuestas de opinión de EE.UU., da hoy a Romney un respaldo del 47,4 % de los votantes y a Obama el 47,3%.

Debate público

El debate que enfrentará hoy a los candidatos a la presidencia de EE.UU. estará abierto a las preguntas del público, una tradición instaurada hace veinte años y que, a lo largo de este tiempo, ha puesto contra las cuerdas a varios candidatos.

El debate se celebrará en la Universidad de Hofstra (Nueva York) y tanto el demócrata Barack Obama como el republicano Mitt Romney deberán responder a las preguntas formuladas por hasta 80 votantes indecisos seleccionados previamente por la empresa encuestadora Gallup.

Los orígenes de este formato se remontan a la campaña para las elecciones presidenciales de 1992 entre el entonces presidente George H.W. Bush y su rival demócrata, el gobernador de Arkansas Bill Clinton.

“¿Cómo le afecta a usted personalmente la deuda nacional?”, espetó en esa ocasión una ciudadana al presidente Bush, ante lo que éste, visiblemente sorprendido, le pidió mayor precisión en su pregunta: “No estoy seguro de lo que pregunta, ¿no estará sugiriendo que la deuda no afecta a quienes tienen recursos, verdad?”.

La reacción irritada del presidente a una pregunta extraña e incómoda -al hablar de la deuda, la ciudadana se refería a la recesión económica- pero formulada por una electora contribuyó a mermar la imagen pública del político conservador, a la vez que aupó a su rival, quien supo desenvolverse con mucha más naturalidad.

“He sido gobernador de un pequeño Estado durante 12 años”, explicó Clinton mientras caminaba hasta situarse enfrente de la mujer, manteniendo siempre la mirada fija sobre su interlocutora: “He visto a gente perder su trabajo, fábricas ir a la bancarrota... todo ello mientras desde la capital se les privaba de servicios, pero se les subía los impuestos”.

La sagaz respuesta del candidato demócrata y su dominio del lenguaje corporal -cercano y sencillo- en contraste con el nerviosismo y la frialdad de Bush, hicieron que Clinton se proclamase ganador indiscutible del debate, encarrilando así su futura victoria en las urnas.

La espontaneidad de la que disfrutaron los televidentes en esa ocasión, sin embargo, será difícil que se repita esta noche, puesto que a diferencia de lo ocurrido en 1992, esta vez los ciudadanos están obligados a escribir sus preguntas por adelantado y será la moderadora quien decida a cuáles da voz y a cuáles no.