ALFREDO CASERO

Consejos de perro viejo

De proyectos, sueños y energía; ideas de “su” manual. Eso compartió en El Molino, en la charla de cierre de la 7ma. Jornada de Jóvenes Emprendedores y 3ra. Latinoamericana, que se realizaron en la UNL.

“Estas cosas parecen de manual, pero en realidad son de mi manual personal, el único al que acudo cuando necesito vivir”. Foto: Pablo Aguirre

De proyectos, sueños y energía; ideas de “su” manual. Eso compartió en El Molino, en la charla de cierre de la 7ma. Jornada de Jóvenes Emprendedores y 3ra. Latinoamericana, que se realizaron en la UNL.

 

Florencia Arri

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Alfredo Casero ve en el espejo a un tipo inteligente; a un “perro viejo” de casi cincuenta años con un mérito especial: “hacer lo que tengo ganas”. Conocido como actor, humorista e ideólogo de “Cha Cha Cha”, es también músico, cantante y, por sobre todo, emprendedor. No sólo editó dos discos en Japón -lugar con el que mantiene un vínculo artístico y personal especial-, donde además trabaja como publicista. También cosecha alfalfa -al principio con sus propias manos-, en un campo que compró en Traslasierra, San Luis, donde además desarrolla “The Casero Experimendo”. No, no es (sólo) un show, sino un “mentorazgo de emprendedores”. Ésos fueron los zapatos que se calzó anoche en El Molino Fábrica Cultural, donde conversó por una hora con el centenar de jóvenes -y no tanto- que participaron de la 7ma. Jornada de Jóvenes Emprendedores de la UNL y 3ra. Latinoamericana, que se realizó durante todo el día en Ciudad Universitaria UNL.

Días antes anticipó que compartiría su experiencia, que hablaría “desde el sueño hasta la presupuestación” e incluso del crowdfunding, método de financiamiento colectivo con el que actualmente produce su película “Cha3DMubi”. Fiel a sí mismo, fue más allá. Al aire libre, con acceso libre y gratuito e incluso lisos de por medio, explicó a su modo su arte mayor: hacer lo que quiere, lo que tiene ganas. O, como salió de su boca, esa capacidad de “poder hacer un montón de cosas, no solamente lo que ustedes ven, sino juntarme con gente que tenía las ganas en el momento justo”.

De manual

La charla no tuvo un hilo conductor. Fue eso, una charla, en la que compartió consejos de emprendurismo que nacieron de la propia experiencia, desde que vendía bocaditos Holanda a los nueve años. Respondió preguntas y buscó -y encontró- emprendimientos de todo tipo, “alguna cosa interesante para vender o donde poner plata. Por ahí se dan cuenta de que a estos lugares no se viene sólo a hablar sino también a vender las cosas que uno tiene, a encontrar los recursos. Me he pasado la vida haciendo lo que quise con recursos propios; me tuve que detener a hablar con gente a la que le importaba un pito lo que yo hacía hasta mostrárselo, demostrárselo y volverle a pedir. Estas cosas parecen de manual, pero en realidad son de mi manual personal, el único al que acudo cuando necesito vivir, comer, comprarme un auto o una heladera. El dinero es energía, el hippismo es restarle importancia. Como emprendedores necesitan primero un sueño y después sí o sí dinero para lograr un start up”.

Energía

Algunos consejos que Casero compartió de su manual personal, como un moderno Viejo Vizcacha panzón y bigotudo, “sin una gota de humildad” (sic) y mente brillante:

- “No hacer nada es lo más fácil del mundo. Pensar que no se puede es lo más fácil del mundo. Ahora, es también una gansada que en cierto momento de tu vida va a hacer que te quieras matar. Deben ser exigentes con ustedes mismos”.

- “El emprendimiento sale esencialmente de un sueño. En mi caso, de no morirme de hambre. Cuando el sueño es grande no piensa en el soñante, si bien tiene que recibir lo que necesita. Si el sueño es utópico tiene tantas aristas que te va a costar la vida juntar todo. Si lo presupuestás, automáticamente se convierte en una idea (...). La vas a realizar con la plata que tenés en el bolsillo, o vas a ver cómo hacer para captar a alguien que tenga la capacidad de esperarte hasta que eso funcione”.

- “Es un error achicar el sueño para que entre en el tamaño de lo que después será la idea. Si tenés un gran sueño y pensás en los problemas que vas a tener terminás haciendo de lo más importante de tu vida sólo una coma. Tenés que poner toda tu fuerza para llevarlo adelante”.

- “Soy un perro viejo, ya voy a cumplir cincuenta años. Por eso, les puedo decir que lo único que se empieza de arriba son los pozos. Lo digo y lo redigo porque no hay nada que te lleve en sentido contrario. El fondo es el lugar ideal; el no tener, la falta, la necesidad o simplemente las ganas de gol hacen que un tipo haga algo tan importante que impacte en toda su vida”.

- “Tenemos metido en la cabeza que el dinero es malo y nos tiramos a recibirlo de otro porque nos da asco producirlo. Si piensan así están cagadísimos; lamentablemente, se tiene que pensar en el combustible que lleva el gran avión que inventás y después la bicicleta hermosa en la que te movés (...). Hay que vender lo se inventa, el dinero es energía, no una mala palabra (...). Lo que tiene un costo, vale. Vendan lo que hacen, produzcan lo que hacen, pero antes que el sueño sea bárbaro piensen quién se lo paga”.

- “Crear una necesidad es una cosa de publicistas, pero crear un producto para poder vender es una de las cosas más lindas, divertidas y constructivas que hay. La idea es un hijo, hay que cuidarla, protegerla y conseguir quién la quiera”.