la desaceleración de un sector estratégico para la ciudad

La construcción pisó el freno

Lo que más impacta en la retracción de la actividad es la paralización de la obra pública. Pero los emprendimientos privados también bajaron su ritmo en 2012. Los negocios del rubro venden menos y hay más obreros desocupados.

La construcción pisó el freno

indicadores.

A un ritmo mucho menor y con gran incertidumbre, algunas empresas continúan levantando torres en Santa Fe. En este contexto más recesivo, las ventas de hormigón cayeron más de un 20 %, las de hierro un 40 % y las de arena un 30%, según las empresas que venden materiales. Foto: Mauricio Garín

 

Lía Masjoan

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Desde mediados de año, la construcción ha desacelerado su ritmo en la ciudad. Todos los actores del rubro (comerciantes, constructoras, gremio) coinciden en que la paralización de la obra pública es el factor que más impacta en el menor nivel de empleo y en la disminución de la venta de materiales. Además, luego del boom de 2010 y 2011, este año se están proyectando menos edificios, lo que evidencia cierta retracción también en el sector privado, influenciado por la coyuntura económica.

Un dato que confirma la tendencia es la importante caída en las ventas de hormigón (entre el 20 y el 25 %), hierro (40 %) y arena (30 %) en los grandes negocios de la ciudad proveedoras del Estado, como Hormigonera SA y Fisa Metal. Este es un buen termómetro, no sólo porque los productos que venden son la materia prima principal del rubro, sino porque gran parte de sus clientes son las empresas contratadas por el gobierno.

“Algunos de los motivos de este estancamiento lo explica la paralización evidente de la obra pública provincial y municipal, en cuanto a proyectos en vías de ejecución o nuevos”, destacó Marcelo Kusznierz, el contador de Santa Fe Materiales, una de las empresas más grandes del rubro. Como ejemplo citó “la paralización del nuevo hospital Iturraspe en Santa Fe y de varios centros de salud en la provincia, Ruta 1 inconclusa y el retraso en obras de bacheo municipales”. Y mencionó “el atraso de más de un año en el cobro sufrido por los principales proveedores y constructoras que prestan servicios al Estado provincial y municipal”.

Ante este panorama, hace un año la empresa dio un golpe de timón que le permitió fortalecerse: orientó sus esfuerzos comerciales a la obra privada que privilegia la inversión inmobiliaria y constructiva como resguardo de valor, ante la inseguridad de ahorro en dólares a valores de mercado paralelo o blue. Y cerró las cuentas a los organismos estatales que se atrasaban en los pagos y acumulaban deuda. La Municipalidad de Santa Fe es un caso.

Por esto, en Santa Fe Materiales las bajas son menos pronunciadas (alrededor de un 10 %) que en los negocios que le siguen vendiendo al Estado. “Aquellas empresas que no se reconvirtieron a la obra privada y se quedaron con la obra pública están teniendo los mayores problemas, porque está todo paralizado desde hace un año”, afirmó Kusznierz.

Para Benuzzi Construcciones, la crisis es una oportunidad. Aseguran que están logrando mantener su nivel de inversiones diversificando la oferta. “Observamos un sinceramiento del mercado”, definió el arquitecto Octavio Benuzzi, haciendo alusión a “distintos actores (como fideicomisos y pequeños inversores) que inflaban la economía del mercado inmobiliario, buscando una especulación financiera más que el desarrollo inmobiliario”. Estos grupos a los que hace referencia han comenzado a desarmarse, frenando proyectos y dejando, en algunos casos, los edificios a medio construir.

Expedientes de obra ingresados 2.pdf

ESPECIAL PARA EL LITORAL

OTRA MIRADA

Tres factores que

explican la crisis

Néstor Perticarari

La crisis de la construcción que se observa en la actualidad tiene tres elementos centrales que la explican. El primero es la recesión de carácter global que está atravesando la economía. Desde el segundo trimestre del año, se viene observando un crecimiento muy bajo o, directamente, tasas de crecimiento nulas. Ya se nota claramente una tendencia recesiva del conjunto de la economía. De hecho, algunos indicadores como la recaudación impositiva están dando la pista de que sólo hay crecimiento en términos nominales en base a la inflación, pero no en base a la actividad como venía siendo hasta el año pasado. Y la construcción es una de las primeras actividades impactadas cada vez que hay retracción económica.

El segundo elemento tiene que ver con la incertidumbre que genera la intervención sobre el mercado cambiario, porque habitualmente construcción y dólares eran activos intercambiables entre sí. Al cortarse la posibilidad de comprar divisas, o dificultarse muchísimo, aparece un problema en la punta del negocio que es la actividad inmobiliaria y que repercute y afecta, aunque no en el mismo nivel, a la construcción.

El tercer punto tiene que ver con las crisis fiscales nacionales y locales. Los gobiernos municipales y provinciales están atravesando en este momento fases de caída en la recaudación y de aumentos en los gastos en valores nominales. Y la obra pública es una de las primeras impactadas por la crisis fiscal. En esto no hay una excepción en Nación, que también está pasando por una crisis. Y si bien lo puede paliar con emisión monetaria son elementos que no están al alcance de los municipios ni de las provincias.

Es obvio que una retracción o crisis de este tipo tiene más causales, pero entiendo que las principales son esas tres.

Economista. Profesor y director del Dpto. de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNL

Índice Construya

El Índice Construya se creó en el año 2002 para medir la evolución de la actividad del sector, tomando como referencia el nivel de trabajo de doce empresas representativas del mercado de la construcción, como Loma Negra, FV grifería, Klaukol, Cerro Negro, Aluar, Plavicon y Ferrum, entre otras. Con lo cual, muestra la evolución de la venta de materiales de construcción de empresas líderes proveedoras de corralones. Este índice desestacionalizado también muestra una baja importante en el mes de agosto, producto de las condiciones climáticas desfavorables, las que se repiten durante el mes de octubre en nuestra zona.

Menos empleo

A la caída de las ventas, se suma un dato clave que aporta la Uocra, el gremio de la construcción: hay 3.500 obreros desempleados sólo en el centro norte provincial, 2.500 más de los que había a principios de año. Emanuel Araya, el secretario de Difusión y Actas, estimó que el sector privado emplea el 30 % de la mano de obra, mientras que el público ocupa a un 70 % de los trabajadores.

“La obra pública no se reactiva. Al parate del hospital Iturraspe, del Cemafe, de viviendas, centros de salud y escuelas (provinciales) se suman obras de Nación. No les pagan a las empresas y a éstas no les queda otra que despedir obreros y paralizar los trabajos”, dijo Araya. En tanto, observa que los inversores privados “no están actuando como antes y notamos una caída de entre el 20 y el 25 % de la construcción privada”. Y citó como ejemplo a las empresas más grandes de la ciudad, como CAM, Dubner, Saux Werly y JB Construcciones.

“Lo único que estamos vendiendo bien es hierro para rejas”. Con esta frase, Gerardo Serafino, socio de Fisa Metal definió la situación que atraviesa su negocio, proveedor de ese material a firmas como CAM y Mundo Construcciones. Serafino estima que las ventas bajaron un 40 % en el último año. “Se paró todo, no es el auge de hace dos años”.

Omar Cian, gerente de la sucursal de Santa Fe de Hormigonera SA, que también tiene entre sus clientes a CAM y a Capitel, afirmó que “como la obra pública está frenada porque el gobierno no le está pagando a las empresas, se está trabajando con la obra privada que también ha mermado notablemente por problemas financieros”.

Futuro desalentador

Los números del municipio ratifican la tendencia en baja. Poco a poco, se va desacelerando el boom de 2010, cuando hubo un récord de nuevos edificios y se sumaron 47 torres a la silueta de la ciudad, con casi 5.000 nuevos departamentos. Ya el año pasado fueron 40 y este año, hasta el 30 de septiembre, ingresaron 18 pedidos de autorización a la Municipalidad, con lo cual será muy difícil superar las marcas de los últimos dos años en este trimestre.

Daniel Arditti, de CAM Construcciones, avizora un panorama más desalentador aun para el año que viene. “Hay una carencia de proyectos para los próximos meses. Por las medidas económicas y el cepo al dólar. Hoy las empresas no están tomando decisiones de inversión y esto se va a sentir más adelante cuando no haya obras proyectadas para poner en marcha y haya menos ventas y empleo para el sector”, concluyó.

claves.pdf

Obras pequeñas,

con movimiento

Las pequeñas obras domiciliarias se siguen realizando a buen ritmo porque muchos de los que disponen de algún ahorro optan por arreglar su casa para que no se desvalorice su dinero. “La obra chica privada tiene movimiento. Y aunque no compensa los volúmenes importantes que tiene el Estado, moviliza el mercado”, opinó Marcelo Kusznierz, contador de Santa Fe Materiales.