El imputado se abstuvo de declarar

Son seis las santafesinas víctimas de

corrupción de menores por el chat

Son seis las santafesinas víctimas de  corrupción de menores por el chat

El primer caso llegó vía Policía Bonaerense, a raíz de la denuncia de un padre, radicada en septiembre de 2011 en Berazategui. Foto: Archivo El Litoral

Un sujeto de 31 años se encuentra detenido desde el viernes. Está acusado de seducir a chicas de entre 13 y 16 años, a las que fotografiaba y filmaba desnudas y luego amenazaba con difundir esas imágenes en caso de no aceptar sus pedidos de índole sexual. El uso que los menores le dan a Internet, en el centro de la discusión.

 

Juliano Salierno

[email protected]

La detención de un muchacho de 31 años acusado de conductas pedófilas para con niñas de 13 a 16 años, a las que contactaba por Internet, puso sobre el tapete una vez más el rol que le cabe a los adultos en controlar los contenidos y contactos que frecuentan los chicos a la hora de encender la computadora.

En este caso, el imputado es un joven programador de sistemas que trabaja en una empresa dedicada a los negocios bursátiles, ubicada sobre la peatonal San Martín. Desde ese lugar fue arrestado el viernes, en horas de la tarde, por la Tropa de Operaciones Especiales, luego de varios meses de investigación.

El juez de Instrucción Sexta, Sergio Carraro, dispuso la captura y lo llamó a indagatoria este lunes por los presuntos delitos de “promoción y facilitamiento de la corrupción de menores; coacciones agravadas; y producción, publicación y distribución de imágenes pornográficas de menores de 18 años”.

El imputado se abstuvo de declarar a comienzos de esta semana y su abogado defensor, Sebastián Gervasoni, solicitó la excarcelación y la nulidad del acta de procedimiento labrada en agosto pasado, cuando la TOE allanó su casa de barrio Guadalupe. Mientras el juez analiza sendos planteos, el acusado seguirá tras las rejas.

Pudor y vergüenza

La historia se remonta a septiembre de 2011, en Berazategui, provincia de Buenos Aires, cuando el padre de una joven que entonces tenía 13 años, denunció una serie de episodios que le generaron no pocos inconvenientes en el seno familiar y su entorno.

En esa época comenzó a circular un video de su hija con escenas de desnudez. El archivo digital recorrió las aulas de un colegio privado al que asistía la joven y que debió abandonar. La situación trajo aparejadas consecuencias nefastas para el desarrollo de la menor, que por pudor cambió de peinado, se tiñó el pelo y modificó su fisonomía para no ser reconocida.

Además, el video comenzó a circular en una página de Internet con contenidos pornográficos, lo que obligó al padre a contratar un servicio privado para dar de baja dicho material.

Como la Policía Bonaerense detectó que la cuenta desde la cual se había establecido el vínculo con la menor era de Santa Fe, la Justicia a cargo se declaró incompetente y remitió la causa al Juzgado de Instrucción Sexta de Sergio Carraro.

Con nombre falso

El magistrado santafesino ordenó un allanamiento el 7 de agosto último en el domicilio desde el cual se habría establecido el contacto y dio directivas a la Tropa de Operaciones Especiales para detectar si en ese lugar vivían personas de la misma edad que la víctima, sospechando que podría tratarse de un “juego” adolescente.

Sin embargo, la policía informó que en la casa, ubicada en el barrio Guadalupe, vivían un matrimonio y sus dos hijos mayores de edad. Entonces se incautaron cuatro equipos de computación, en uno de los cuales encontraron las imágenes y las conversaciones denunciadas en Buenos Aires.

Una vez analizadas las máquinas, se detectó que los archivos buscados estaban en la computadora secuestrada en el dormitorio del varón, un programador de sistemas de 31 años, que fue detenido el viernes cuando salía de su trabajo en la peatonal San Martín.

Pero además del caso bonaerense, también se detectó una cuenta de e-mail desde la cual se había establecido contacto con una chica santafesina, cuya madre casualmente había denunciado un caso similar en septiembre del año pasado. El impostor utilizaba varias direcciones de correo de fantasía, una de ellas haciéndose pasar por un tal “Fantino”.

De menor a mayor

Según fuentes consultadas, la Justicia analiza “el perfil y la conducta de un pedófilo” en el imputado. Según consta en el sumario policial, contactaba a sus víctimas a través de páginas web de interés general, como moda, música o ropa, entre otras.

Primero se hacía pasar por un par de la misma edad, tal como se pone de manifiesto en las interminables conversaciones de chat y Facebook que se encuentran agregadas al expediente.

Los temas de conversación iban aumentando de tono, pasando de cuestiones banales como la escuela, los amigos, el boliche, hasta que, seguro de no correr riesgos, comenzaba a incursionar en cuestiones sexuales.

El contacto se repetía cada día, por lo general a altas horas de la noche y la madrugada, cuando se aseguraba que del otro lado del monitor no hubiera adultos.

Asistencia y contención

Así lograba la confianza de las chicas, a las que comenzaba pidiéndoles que le mostraran partes de sus cuerpos al desnudo. Tomaba imágenes o hacía capturas de pantalla y con ese material luego las extorsionaba para que siguieran enviando tomas cada vez más osadas. De lo contrario amenazaba con enviar las fotos y videos a sus compañeros de colegio, o colgarlos en alguna red social.

En principio serían seis casos corroborados en Santa Fe y en todos ellos las víctimas tienen más de 13 años, pero menos de 18. Para las declaraciones de víctimas y familiares, el juez Carraro solicitó la ayuda de un equipo de psicólogos y especialistas y piensa utilizar la Cámara Gesell para las testimoniales de las menores. Además de brindar el acompañamiento y asesoramiento pertinente para estos casos.

Ocurre que no todos los padres conocen los riesgos a los que estaban expuestas las menores y por lo tanto se extremaron los recaudos para evitar que las identidades de las víctimas tomen estado público.

Y si bien hasta el momento la Justicia pudo acreditar los contactos por la vía virtual, no se descarta que existan casos de contacto real ni de la presencia de nenas menores de 12 años, lo que significaría un agravante para el delito que se le atribuye al imputado.


Nulidad y excarcelación

El abogado Sebastián Gervasoni confirmó que su defendido fue indagado el lunes de esta semana y que se abstuvo de declarar. Asimismo reconoció que existe un pedido de excarcelación para el acusado y un fuerte cuestionamiento para con “la objetividad de la prueba”.

“Planteamos una nulidad del acta de procedimiento”, dijo Gervasoni apoyado en que “hubo poca intervención del Ministerio Público Fiscal y del juzgado” durante el allanamiento practicado el 7 de agosto en el domicilio del acusado. “No hubo testigos” más allá de dos de los miembros de la familia y “nos genera muchas dudas” que “el material incautado haya quedado en manos de la policía”.

En cuanto al pedido de excarcelación -mañana cumplirá una semana detenido- la defensa sostiene que “no tiene antecedentes” y que “si hubiera tenido intenciones de profugarse ya lo hubiera hecho” porque “le habían secuestrado la computadora en agosto”. En cambio “fue al juzgado varias veces a reclamar por las computadoras” solicitando explicaciones del caso.

También cuenta a su favor que el delito no se encuentra agravado por la presencia de menores de 12 años y por ende desde la defensa confían en que pueda ser excarcelado en los próximos días.