Un final a toda orquesta...

Cortó por lo sano

La tremenda “tijera” de Gigliotti le dio el justo y merecido empate a Colón. El equipo de Sensini fue más en el juego y en cantidad de situaciones que Quilmes, pero careció de firmeza y eficacia.

Cortó por lo sano

Esta vez, Gigliotti no falló

Preciso instante en que el delantero rojinegro, que había marrado tres goles “cantados” previamente, le pega de tijera luego de recibir el rebote en Trípodi tras el remate de Caire a la salida de un córner. Foto: Guillermo Vatovec

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Buenos Aires)

Para que un equipo juegue bien, mínimamente tiene que tener eficacia en los lugares que se definen los partidos, o sea en las áreas. Y como Colón se equivocó en ambas (falló atrás y marró muchas situaciones arriba), no es adecuado ni acertado que se diga que el equipo jugó bien; aunque sí se puede decir que jugó mejor que Quilmes y que mereció largamente lo que recién consiguió en tiempo de descuento.

Colón llevó a Quilmes toda su sobrecarga de dificultades. 1) No mejoró mucho en el juego, aunque fue más que su mezquino rival; 2) volvió a ser débil en defensa y otra vez le marcaron goles; 3) trabajó mucho sobre la base de un rival con buena estatura y peligroso juego aéreo, y le marcaron dos goles de pelota quieta; 4) no tuvo eficacia frente al arco rival, desperdició entre seis y siete situaciones muy claras que hasta pudieron cambiar el rumbo del partido y recién encontró el gol en los minutos finales.

En el mejor momento de Colón, llegaron los goles de Quilmes y cuando Quilmes tenía el partido controlado, vinieron los goles sabaleros. Colón aprovechó la actitud mezquina del adversario e hizo el gasto. Salió a asumir la iniciativa, aunque esto lo llevó a cometer errores. Uno de ellos —posiblemente el más claro— fue adelantarse demasiado y quitarle espacios a los dos extremos (Luque y Curuchet). Parecía que ambos iban a ser un enorme escollo para Serrano y Lima, pero no fueron habilitados correctamente ni tampoco se jugó para que ellos se luzcan. Sin embargo, Luque terminó siendo vital en la parte final y se ganó el reconocimiento. Pero esa decisión inicial de Sensini de jugar con tres delanteros y abrir la cancha a través de esos extremos, no tuvo un resultado contundente. Por izquierda, por ejemplo, se adelantaba Urribarri, se juntaba con Gómez y era éste el que terminaba tirando el centro porque el retroceso de Quilmes posibilitaba, casi naturalmente, que Colón avance sin demasiados obstáculos hasta casi tres cuartos de cancha rival.

El principal inconveniente no sólo fue que Quilmes consiguió dos goles atacando tres veces (cosa que ya se torna inadmisible en Colón), sino que Colón multiplicó por dos o por tres esa cantidad de situaciones, en el primer tiempo, pero se retiró al descanso con un 0-2 que ponía en serio riesgo la posibilidad de conseguir un resultado positivo.

La explicación del ingreso de Alcoba como titular —sorpresivo— fue para garantizar mayor seguridad en el juego aéreo. Antes de los 20 minutos y por la lesión del uruguayo (se quedará afuera durante lo que resta del torneo, casi con seguridad), el equipo se volvió a parar con la línea de cuatro tradicional. En realidad, daba la impresión de que Sensini iba a aprovechar para marcar con tres (Alcoba-Raldes-Pellegrino) y sumarlo a Caire al medio. Pero no fue así. Hubiese sido una buena decisión teniendo en cuenta la propuesta poco ambiciosa de Quilmes, más allá de contar con un delantero peligroso como Cauteruccio.

Quilmes pareció más temible en la parte final del partido, cuando Colón ya había completado la cuota de oportunidades desperdiciadas. De Felippe cambió toda la estructura ofensiva del equipo y puso jugadores frescos para complicar a Colón. En contrapartida, el sabalero caía en imprecisiones y si bien Mugni tuvo movilidad y pidió siempre la pelota; y Tito Ramírez no entró mal, tampoco daba la impresión, a tan poco del final, que Colón iba a conseguir el empate. Por eso, aquello que en los mejores momentos rojinegros vinieron los goles de Quilmes, y cuando parecía que Quilmes cerraba el triunfo, llegaron los tantos sabaleros.

Fue justo el resultado, no se discute. Hubiese sido complicado explicar, desde la óptica de Quilmes, si el resultado se daba para los cerveceros. Es que Colón tuvo más la pelota, planteó un partido más ambicioso, generó mayor cantidad y calidad de situaciones pero se equivocó en los lugares donde no se puede equivocar (las áreas). Esa falta de eficacia —en el sabalero— era la causa de la victoria parcial de Quilmes. Hasta que llegó el tremendo final que puso justicia en el resultado.

 

23

partidos

Son los que dirigió Saúl Laverni a Colón. De ellos, los sabaleros ganaron 14, empataron 3 y perdieron sólo 6. La estadística con este árbitro es favorable.

7

goles

En 16 partidos, son los que ha conseguido Gigliotti desde que llegó a Santa Fe. Es un buen promedio, máxime teniendo en cuenta que hubo varios de esos 16 partidos en los cuales no entró como titular.

Milito.

En la cancha de Quilmes estuvo presente el ex jugador de Independiente y la Selección argentina, Gabriel Milito, recientemente retirado de la actividad. La presencia del ex futbolista se debió a que es pariente de Elizari, el jugador de Quilmes que entró en el segundo tiempo.

/// EL DATO

Cortó por lo sano

¿Qué le pasa a la defensa?

Maximiliano Pellegrino era uno de los más firmes en el fondo de Colón hasta que la salida del equipo le quitó continuidad y firmeza. En la foto, le comete infracción a Cauteruccio. Foto: DyN

Cortó por lo sano

Ese “bendito” juego aéreo

Cobo se eleva y le gana en el salto a Moreno y a Pellegrino. Colón ensayó mucho este tipo de jugadas y Quilmes le terminó convirtiendo un gol de cabeza (Goñi). Foto: DyN

/// SÍNTESIS

Quilmes 2

Colón 2

Cancha: Quilmes.

Árbitro: Saúl Laverni.

Quilmes: Trípodi; Serrano, Olivera, Goñi y Lima; Díaz, Cobo, Romero y Mansilla; Cauteruccio y Diz. A.S.: Dulcich. Estuvieron en el banco: Alegre, Mattos y Dielos. D.T.: Omar De Felippe.

Colón: Pozo; Alcoba, Pellegrini, Raldes y Caire; Moreno y Fabianesi, Bastía y Ricardo Gómez; Curuchet, Gigliotti y Luque. A.S.: Bailo. Estuvieron en el banco: Graciani, Bernardello y Prediger. D.T.: Roberto Sensini.

Goles: en el primer tiempo, a los 14 min Cobo y a los 45 min Goñi, ambos para Quilmes. En el segundo tiempo, a los 42 min Luque y a los 46 min Gigliotti, ambos para Colón.

Cambios: en el primer tiempo, a los 19 min Urribarri (C) por Alcoba. En el complemento, a los 14 min Ramírez (C) por Curuchet; a los 16 min Elizari (Q) por Diz; a los 17 min Mugni (C) por Gómez; a los 24 min Mandarino (Q) por Díaz y a los 32 min Insaurralde (Q) por Cauteruccio.

Amonestados: en Colón, Pellegrino, Gómez y Gigliotti.

El domingo, ante Boca, pagan todos

La comisión directiva rojinegra informa que, de acuerdo con las atribuciones estatutarias, ha resuelto disponer como Día del Club la fecha 14 del torneo Inicial, ocasión en que recibirá en el estadio Brigadier López la visita de Boca Juniors, el domingo venidero a las 19.30, en principio (podría adelantarse el horario).

Como consecuencia de ello, los socios, sin distinción del sector que ocupan en el estadio, deberán adquirir un bono que tendrá el mismo valor que la entrada general.

Por lo tanto, para ingresar al partido del próximo domingo, los socios tendrán que pagar lo siguiente: socio activo: $ 60; socio dama $ 30 y socio menor $ 15. Se podrán adquirir los días previos al partido en los lugares que se informarán oportunamente o bien requerirle al cobrador de la zona.

“Hace muchos años que el club no dispone una medida como la que se anuncia y será una modalidad a adoptar en cada temporada del fútbol, según las disposiciones que el propio estatuto fija y permite a la comisión directiva”, señala la noticia publicada en la página oficial del club.

Asimismo, se informa que atento a la cantidad de socios se verá limitada la posibilidad de disponer entradas generales para la venta en los próximos partidos a disputar en condición de local ante Boca y Unión.