Sugerencias del INTA

Ajustar el manejo, la clave para derrotar al barro

Desde la institución continúan difundiendo recomendaciones para sortear los problemas que acarrean las lluvias en los establecimientos tamberos. En esta oportunidad, algunas indicaciones sobre los movimientos del rodeo y su alimentación.

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Aparte. Es necesario privilegiar a las vacas recién paridas y de lactancia intermedia, seleccionando las de mejor capacidad productiva y sanitaria.

Foto: Gentileza INTA Rafaela

Eduardo Salado y Gustavo Bretshneider

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Como primera sugerencia, en tambos complicados por el exceso de precipitaciones, se recomienda realizar rápidamente un balance ajustado de los alimentos disponibles (rollo, silaje, concentrados) y calcular cuánto tiempo pueden durar de acuerdo a su actual nivel de consumo. Si la cantidad disponible está muy comprometida, se debe analizar y definir qué vacas quedarán en el rodeo, privilegiando las recién paridas y de lactancia intermedia, seleccionando las de mejor capacidad productiva y sanitaria. También, según el balance de disponibilidad de forraje, es necesario definir qué hacer con el resto de los animales y considerar enviar a venta o pastaje los animales que sea necesario.

Manejo en el campo

Se hace imprescindible la división de rodeos. Por lo tanto, es preciso secar las vacas preñadas de lactancia avanzada que produzcan menos y armar dos lotes. Uno de punta, con las vacas de mayor producción (principalmente las de lactancia temprana y vacías), que son las que habrá que preñar y las que mejor defenderán el nivel productivo del tambo, más todas las vaquillonas en producción (si esto último no es posible, separar las vaquillonas preñadas de lactancia avanzada). Y otro de cola, con el resto de los animales en producción.

Para las otras categorías que pudieran quedar en el tambo (vacas secas y eventual recría) se pueden formular dietas de mantenimiento en base al suministro de rollos de residuos de cosecha (soja, maíz, sorgo), que podrán complementarse con algo de pasto (de potreros degradados) que puedan levantar los animales diariamente. Sin embargo, para que no pierdan estado, se deberán suministrar pequeñas cantidades de algún concentrado y/o subproducto tipo afrechillo de trigo, semilla de algodón, grano de sorgo molido, etc. Tenemos que pensar en disponer de al menos 8 a 10 kg. de MS de forraje fibroso y 0.5 a 1.0 kg. de concentrados para alimentar cada una de esas categorías.

Medidas generales

Para el logro concreto de resultados se sugieren las siguientes acciones:

Privilegiar el uso y racionar el pasto para el lote de vacas de punta. Medir bien la pastura que se dará diariamente.

En lo posible, moler los rollos (tamaño grande) o desmenuzarlos, para minimizar los desperdicios. Ofrecer cantidades lo más exactas posibles y hacerlos durar más.

La cantidad de silaje ofrecida diariamente debe estar muy bien ajustada (cantidad exacta). Controlar la oferta garantiza prolongar su utilización, a la vez que permite balancear las dietas.

Suministrar el grano de maíz o sorgo bien molido, por mitades en cada turno de ordeño.

Fuentes de proteína adicional: cuando no hay pasto en la dieta, son esenciales. Se pueden utilizar combinaciones de expellers de oleaginosas (soja, girasol, algodón o maní) con subproductos (sojilla, semilla de algodón, gluten meal, hez de malta), o incluso, poroto de soja. Este último y la sojilla, suministrarlos molidos y no hace falta una cocción previa. En caso de no conseguir estas fuentes es posible suplementar con UREA, consultando previamente con un profesional.

Suministrar vitaminas y minerales que contengan calcio, fósforo, magnesio y las vitaminas A,D,E y K. Esta suplementación es esencial ante ausencia o limitaciones de pasto fresco de buena calidad, sobre todo para las vacas de punta.

Hay que tener presente que los rastrojos de soja y sorgos graníferos son de muy baja a nula calidad nutricional, por lo tanto no debe abusarse de su uso ya que sólo provocarán un efecto de llenado ruminal junto con una profunda subnutrición.

Pesar, controlar, calcular permanentemente cuánto consumen las vacas, para que los resultados sean los esperados.

Finalmente, ante estas situaciones nutricionales atípicas, es fundamental el asesoramiento profesional para lograr los resultados deseados.

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Sosteniendolas. Vacas secas y recría necesitan dietas de mantenimiento en base a rollo de rastrojo, pasto y algo de concentrado para que no pierdan estado.

Foto: Gentileza INTA Rafaela

La cantidad de silaje ofrecida diariamente debe estar muy bien ajustada (cantidad exacta). Controlar la oferta garantiza prolongar su utilización, a la vez que permite balancear las dietas.