/// EL INVITADO

Ecolocos contra agricultores

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Hay una lucha en Mar del Plata por una ordenanza que establece una zona de 1000 metros alrededor de los núcleos poblacionales (que es una definición muy difusa) en los que no se pueden aplicar productos de síntesis química.

Hubo paralelamente un tractorazo con una importante movilización de más de 500 productores, mayormente frutihortícolas, y una audiencia de debate en el Consejo Deliberante.

La audiencia fue larguísima pero interesante. El grupo ambientalista tuvo el discurso de siempre. Parecía gente sincera, genuinamente convencidos que el hecho de que pasaran algún producto de síntesis química cerca de la vivienda de alguien era una condena a muerte. Ese límite de los 1000 metros es para algunos solo un primer paso para prohibir los agroquímicos (y tal vez la soja) en todo el país. Para otros es solo una manera de sentirse seguros.

Del primer grupo no se puede esperar mucho razonamiento, pero del segundo si: ¿les habrán contado que en la Argentina se usan los mismos agroquímicos que en los demás países del mundo? ¿Y que las cantidades usadas en la Argentina no son nada extraordinarias?

En Google Earth puede verse, por ejemplo, parcelas cultivadas enlazadas con poblaciones en el noreste de Francia (cerca de Rheims). Las casitas están a 10 o 15 metros a lo sumo de la parcela más cercana. Ese trigo tuvo un herbicida, dos pasadas de fungicida por lo menos, una de insecticida probablemente y grandes cantidades de fertilizantes.

¿Alguien puede pensar que esta situación se permitiría si la gente de las casas linderas a las explotaciones se enfermara? Porque este es un caso que vemos repetido por decenas de miles no solo en Francia, sino en Holanda, Bélgica, Alemania, etc. Y también en Japón. En Europa y Japón se aprovecha toda la superficie, hasta el borde de las viviendas, y se usa toda la tecnología disponible.

De aplicarse la ordenanza marplantense, por ejemplo, la pequeña localidad de Santa Paula, a 15 km de Mar del Plata, quedaría sin explotación o terminaría con una plantación de eucaliptus, y la población supuestamente protegida pasaría a desaparecer en un par de años.