Miles de rostros, un mismo reclamo

 

Tomó coraje, se sentó y miró a los ojos a un desconocido para contarle que su marido, la persona con quien comparte su vida y su cama, le pega hace diez años. Que nunca lo denunció porque pedía perdón en llanto, por el propio miedo a morir en puños de venganza, por ser apartada con el “no te paso un peso” y pasar hambre. La situación cambia de rostros, de nombres y escenarios; pero en la Unidad de Información y Atención a la Víctima y el Denunciante se repite a diario, varias veces al día.

Así contó la fiscal a su cargo, Dra. Graciela Parma, quien recibe denuncias de mujeres que muchas veces normalizaron la descalificación, el “sos una puta”, “andás con otros” y el “no servís para nada”, lo soportaron y, en muchos casos, junto al golpe de las palabras recibieron un zamarreo, un empujón, una cachetada o más.

Según datos de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia, el año pasado se recibieron 10.817 denuncias de violencia familiar en toda la bota santafesina. Los Tribunales locales cuentan con oficinas especializadas para la toma de este tipo de denuncias: la Secretaría de Violencia Familiar de cada Tribunal Colegiado de Familia y la Unidad de Información y Atención a la Víctima y el Denunciante (UAVyD). En esta última, “recibimos un promedio de 25 a 30 mujeres por día denunciando situaciones de violencia”. El dato es aportado por la Dra. Parma, responsable de recibir a quienes llegan con una situación de violencia concreta, que requiere solución urgente.

SALIR A LA LUZ.

La colegiada reconoce que una importante mayoría de los denunciantes son mujeres “que sufren coacciones para obligarlas a tener sexo en contra de su voluntad, que son objeto de persecución cuando la pareja se disuelve y ellas han formado una nueva”. En su relato, el de otras mujeres que escuchan “si no sos mía no sos de nadie”, que reciben insultos y todo tipo de agresiones físicas “en la Unidad de Información y Atención de Víctimas y Denunciantes, es materia de todos los días” .

Incluso a criterio de quien trabaja inmersa en el marco legal de esta problemática, “la violencia de género es un fenómeno preocupante, muy complejo y generalizado, e incluso exacerbado: no sé si siempre tuvimos esta cultura tan machista, golpeadora y violenta sin notarlo o si son problemas que se incrementan día a día. En lo personal me inclino por la primera tesis: creo que esta violencia vivió siempre oculta, como un estigma que vivían las mujeres por el cual el marido, por el hecho de ser hombre y traer el dinero a casa, tenía la posibilidad de agredir, destratar, de violentar psicológicamente y golpear entre sus derechos y prerrogativas. Antes las mujeres no lo denunciaban, ahora se animan a salir a la luz y toman la iniciativa”.

Tipificada en la Ley Nacional Nº 26.485 (ver “¿Qué es la violencia de género?”), en nuestra provincia, rige la Ley Nº 11.529 de Violencia Familiar, y sus modificatorias. La norma contempla que, al tomar conocimiento de los hechos denunciados, el juez interviniente puede adoptar medidas autosatisfactivas inmediatas. A criterio de la Dra. Parma, “en general son efectivas. Hay veces que la solicitud de una medida de distancia y la exclusión del hogar son el principio de la solución del problema. Lamentablemente no siempre es así, en algunos casos hay una conducta reactiva de los hombres a cumplir las medidas de distancia; el colegiado las concede y tiempo después las mujeres vuelven a denunciar que los hombres no las cumplen e incurren en un nuevo acto de violencia”.

DE A DOS.

Desde la mirada de la psicología el tema presenta otras aristas. El Dr. Osvaldo Varela, Licenciado en Psicología y en Criminología, Doctor en Ciencias Penales, especialista en Psicología Clínica y Jurídica y Forense, con orientación en criminología y delincuencia, profesor de psicología en la UBA y la UCSF; explica que cuando hablamos de violencia familiar, de violencia de género; nos referimos a una conjunción de dos o más personas. “Obviamente tiene que haber un violentado y una víctima. En estos cuadros lo que hay es una relación causal de víctima-victimario; por decirlo de otra manera: no todos los hombres le pegan a todas las mujeres, ni todas las mujeres se dejan pegar por todos los hombres. Evidentemente se tienen que dar situaciones de pareja que se complementen negativamente para que esto suceda. Tenemos a la mujer que dice ‘es un hombre bueno, lo que pasa es que está nervioso, me prometió que no lo va a hacer más’, por eso digo que no es solo una psicología del agresor sino también de la víctima. Estos casos se caracterizan por una relación enferma. Nosotros, los que vemos el caso desde afuera, los que no jugamos el partido, decimos ‘esto termina mal’, todos lo sabemos pero ¿cómo lo impedimos?”.

Según su experiencia profesional, en todas las situaciones en las que se da una relación de agredido-agresor hay períodos: el período del gran amor, el período del golpe, el período de “qué barbaridad lo que me hizo, lo voy a denunciar”, el período del “bueno, es un hombre bueno, no lo va a hacer más”. Para Varela, en medio de esta situación se dan también fallas propias del sistema penal: “A veces el hombre le pega a la mujer; se lo excluye del hogar y a la semana la mujer, con sus hijos de la mano, le pide al juez ‘déjelo volver, porque antes me agarraba a trompadas pero los chicos comían’; ese es otro tema”.

“NO PERMITAN QUE LAS SOMETAN”

La visión del Dr. Varela coincide con la aportada por la Dra. Parma. A la hora de indagar razones de quienes viven bajo el peso de la violencia, la fiscal halla como respuesta frecuente “el ahogo económico, que se da en todos los estratos sociales. Paradójicamente, en las clases bajas no llega a ser tan determinante como en las mujeres de clases media y alta. Muchas no han trabajado nunca, no se prepararon para trabajar y antes de perder la casa, el auto y el status viven sometidas a un hombre violento e incluso golpeador. Con menos frecuencia, estas razones también están presentes en mujeres de clases más bajas que se replantean pedir la exclusión del hogar por perder su sustento, el dinero que el hombre lleva a casa. En la UAVyD no tenemos recursos financieros para afrontar los problemas colaterales que implican la exclusión del hogar. De todos modos, siempre les digo que cualquier situación es mejor que seguir viviendo con un hombre que las mata a golpes”.

Desde allí, como colegiada y como mujer, fue contundente: “mi consejo es que denuncien siempre; siempre hay una instancia. Denuncien, no permitan que las sometan, no permitan que el sexo sea moneda de cambio de nada. Que no las extorsionen con no pasarle cuota alimentaria, con llevarse los chicos, con dejarlas en la calle... Si la situación realmente es de sometimiento, de violencia psicológica, física o sexual, aquí hay un lugar donde se las escucha, se les toma la denuncia y se gestionan medidas. Ojalá pudiéramos hacer más de lo que hacemos, pero esto es mucho más que nada”.

¿Adónde recurrir?

• Equipo Interdisciplinario de Violencia Familiar. Ministerio de Desarrollo Social. Horario de atención: lunes a viernes de 7 a 13 hs. Dirección: San José 1701. Teléfono: (0342) 4572888. Correo electrónico: [email protected].

• Unidad de información y atención de víctimas y denunciantes. Poder Judicial de la Provincia de

Santa Fe. Dirección: Gral. López 2771. Horario de atención: de 7.15 a 12.45 y de 14.15 a 19.45. Teléfonos: (0342) 4572700 - 4572701 Internos 2646, 2647 y 2650. 3. Correo electrónico: [email protected].

• Centro de Asistencia Judicial (CAJ). Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia de Santa Fe. Dirección: Salta 2483. Teléfono: (0342) 4619911 ó 0800- 555- 8632 (línea gratuita).

• Centro de asistencia a la víctima y al testigo del delito. Defensoría del Pueblo de la Provincia de Santa Fe. Dirección: Eva Perón 2726. Horario de atención: 8 a 18. Teléfonos: (0342) 4573904 - 4573374.

• Consultorios de Asesoramiento Jurídico de la Municipalidad de Santa Fe. Brindan asistencia en materia de violencia familiar en distintos barrios de nuestra ciudad.

• En las localidades en las que no hay oficina especializada, intervienen los juzgados que tengan competencia en materia de familia, según el Art. 108 quarter inc. 4 de la Ley Nº10.160 Orgánica de Tribunales (sean Tribunales Colegiados de Familia, Juzgados de Familia o Juzgados con competencia en lo civil, comercial y laboral); los Juzgados Comunitarios de las Pequeñas Causas y las fiscalías en turno.

TALLERES PARA OFENSORES

El abogado Pablo Buffarini, a cargo de la Dirección Provincial de Control y Asistencia Pos Penitenciaria explica como trabaja este organismo con los hombres condenados por delitos de índole sexual. “Desde nuestra incumbencia, colaboramos para la reinserción social y para evitar la reiterancia delictiva y su consecuencia, que es la reincidencia. Nuestro objetivo es generar todas las herramientas para que las personas no vuelvan a cometer delitos y puedan reinsertarse en la sociedad al haber sido condenadas. En los casos de condenados por delitos sexuales, se trabaja especialmente en lo familiar y en las particularidades que han llevado a la comisión de la agresión”.

Como herramienta, desde hace un tiempo se cuenta con los Talleres de Ofensores Sexuales, que surgieron de forma consensuada con los juzgados provinciales y se llevan adelante en las ciudades de Santa Fe y Rosario. Toda aquella persona que haya cometido un delito de índole sexual, en el momento en que le es otorgada su libertad condicional, es enviada por el juez para que obligatoriamente participe de estos espacios que no tienen un carácter terapéutico como lo puede tener un tratamiento individual con un psicólogo. Pero que constituyen un espacio de reflexión en los que se intenta trabajar sobre cuáles fueron las causales que llevaron a esta persona a cometer el delito, mientras que también se intenta generar otras expectativas de vida.

Buffarini agrega: “Si hablamos de los resultados, podemos ver en concreto que no hemos recibido nuevamente a la mayoría de las personas que han participado en los talleres”.

En cuanto a las estadísticas de reincidencia, el director explica que hay que diferenciarla de lo que es la reiterancia. “La ‘reiterancia delictiva’ -explica- tiene que ver con la comisión de un nuevo delito, sea o no investigado o condenado; algo que se da mucho en este tipo de delitos de instancia privada, en los que la investigación no se activa hasta que no hay una denuncia de la víctima. De esta forma puede quedar invisibilizada una gran cantidad de delitos que no son denunciados. La ‘reincidencia’, en cambio, habla de una sentencia ya existente y de ser nuevamente condenado. Por lo tanto, se presenta una dificultad a la hora de medir estos índices”.

ACTIVIDADES EN NUESTRA CIUDAD

El 25 de noviembre fue designado por Naciones Unidas como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres. En el marco de esta designación el Programa de Género de la Universidad Nacional del Litoral presenta una serie de actividades abiertas.

Hasta mañana, el frente de la Universidad se iluminará de violeta y se repartirán cintas del mismo color para la comunidad universitaria como símbolo de la lucha contra la violencia contra las mujeres.

Durante la semana se emitirán por LT10 Radio Universidad Nacional del Litoral, AM 1020, micros radiales sobre la problemática de las violencias de género.

Mañana domingo, el programa radial ‘Universidad Abierta‘ (de 9 a 10) brindará un espacio especial a la temática.

En tanto que el jueves 29 de noviembre, a las 21, en LOA Espacio Proarte (25 de Mayo 1867 - 2º piso); se presentará la obra teatral ‘La Violación de Lucrecia‘, de William Shakespeare. La misma es protagonizada por Mónica Maffia, directora y profesora de teatro y fundadora del Grupo de Teatro FyL (de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA). La obra es una adaptación teatral del poema del escritor inglés Shakespeare, sobre el abuso del poder y sus consecuencias políticas cuando el pueblo sale a la calle. Al finalizar la función se abrirá un diálogo y debate con el público con participación de la actriz, coordinado por la Prof. Claudia Montenegro. La puesta ha sido declarada de interés por la Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe y la Municipalidad de Santa Fe.

Por último, en el mes de diciembre el Taller de Arte de la artista plástica Ana Maria Fabry pintará un mural en la ciudad relativo a la fecha. La actividad está coorganizada por el Programa de Género de la UNL y la Municipalidad de Santa Fe.

¿QUÉ ES LA VIOLENCIA DE GÉNERO? (*)

La violencia de género se vincula generalmente y casi únicamente a los daños físicos o los abusos sexuales, sin embargo, es un concepto que lejos de limitarse a estas dos realidades incluye muchos tipos de agresión.

La ley nacional Nº 26.485 reconoce cinco distintos tipos de violencia categorizándolas en:

- Física: Es la que se emplea contra el cuerpo de la mujer produciendo dolor, daño o riesgo de producirlo y cualquier otra forma de maltrato o agresión que afecte su integridad física.

- Psicológica: Violencia que causa daño emocional y disminución de la autoestima o perjudica y perturba el pleno desarrollo personal o que busca degradar o controlar sus acciones, comportamientos, creencias y decisiones, mediante amenaza, acoso, hostigamiento, restricción, humillación, deshonra, descrédito, manipulación o aislamiento.

- Sexual: Comprende cualquier acción que implique la vulneración en todas sus formas, con o sin acceso genital, del derecho de la mujer de decidir voluntariamente acerca de su vida sexual o reproductiva a través de amenazas, coerción, uso de la fuerza o intimidación, incluyendo la violación dentro del matrimonio o de otras relaciones vinculares o de parentesco, exista o no convivencia, así como la prostitución forzada, explotación, esclavitud, acoso, abuso sexual y trata de mujeres.

- Económica y patrimonial: Se dirige a ocasionar un menoscabo en los recursos económicos o patrimoniales de la mujer, a través de la perturbación de la posesión, tenencia o propiedad de sus bienes, pérdida, sustracción, destrucción, retención o distracción indebida de objetos, instrumentos de trabajo, documentos personales, bienes, valores y derechos patrimoniales.

- Simbólica: Es la que a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos transmita y reproduzca dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad.

Además, la ley señala que según las formas que se manifieste en los distintos ámbitos las modalidades de la violencia de género son:

- Violencia doméstica: Aquella que es ejercida contra las mujeres por un integrante del grupo familiar, independientemente del espacio físico donde ésta ocurra, que dañe la dignidad, el bienestar, la integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, la libertad, comprendiendo la libertad reproductiva y el derecho al pleno desarrollo de las mujeres. Se entiende por grupo familiar el originado en el parentesco sea por consanguinidad o por afinidad, el matrimonio, las uniones de hecho y las parejas o noviazgos. Incluye las relaciones vigentes o finalizadas, no siendo requisito la convivencia.

- Violencia institucional: Es realizada por las/los funcionarias/os, profesionales, personal y agentes pertenecientes a cualquier órgano, ente o institución pública, que tenga como fin retardar, obstaculizar o impedir que las mujeres tengan acceso a las políticas públicas y ejerzan los derechos previstos en esta ley. Quedan comprendidas, además, las que se ejercen en los partidos políticos, sindicatos, organizaciones empresariales, deportivas y de la sociedad civil.

- Violencia laboral: Discrimina a las mujeres en los ámbitos de trabajo públicos o privados y que obstaculiza su acceso al empleo, contratación, ascenso, estabilidad o permanencia en el mismo, exigiendo requisitos sobre estado civil, maternidad, edad, apariencia física o la realización de test de embarazo. Constituye también violencia contra las mujeres en el ámbito laboral quebrantar el derecho de igual remuneración por igual tarea o función. Asimismo, incluye el hostigamiento psicológico en forma sistemática sobre una determinada trabajadora con el fin de lograr su exclusión laboral.

- Violencia contra la libertad reproductiva: Es aquella que vulnere el derecho de las mujeres a decidir libre y responsablemente el número de embarazos o el intervalo entre los nacimientos.

- Violencia obstétrica: Es la que ejerce el personal de salud sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres, expresada en un trato deshumanizado, un abuso de medicalización y patologización de los procesos naturales.

- Violencia mediática: Aquella publicación o difusión de mensajes e imágenes estereotipados a través de cualquier medio masivo de comunicación, que de manera directa o indirecta promueva la explotación de mujeres o sus imágenes, injurie, difame, discrimine, deshonre, humille o atente contra la dignidad de las mujeres, como así también la utilización de mujeres, adolescentes y niñas en mensajes e imágenes pornográficas, legitimando la desigualdad de trato o construya patrones socioculturales reproductores de la desigualdad o generadores de violencia contra las mujeres.

* Fuente: Ministerio de Justicia y Derechos Humanos - Presidencia de la Nación.