Preocupante

Comerciante acorralado por robos

Es el titular de cuatro heladerías Grido. En 5 años sufrió 31 asaltos. Sólo en los últimos diez días padeció 5 robos a mano armada.

 

Danilo Chiapello

[email protected]

La noche del martes la heladería Grido (sucursal de Avda. Facundo Zuviría e Iturraspe) fue blanco de un violento asalto, el que incluyó disparos con armas de fuego dentro del local y en la vía pública.

El hecho (a todas luces demencial) puso al límite de sus fuerzas al titular del comercio, Leonardo del Río, quien hoy reveló que llegó a pensar en cerrar todos sus puestos de venta.

Semejante decisión no es caprichosa.

Es la consecuencia directa que dejaron los 31 asaltos a mano armada que sufrió este empresario en las 4 heladerías que regentea en nuestra ciudad, desde hace ya 5 años.

Y sólo en los últimos diez días padeció 5 robos más.

31 robos en 5 años

En diálogo con este diario, Del Río narró que hace 5 años es un franquiciado de la marca Grido, en sus locales de Facundo Zuviría y Quintana; bulevar Gálvez y Mitre; Facundo Zuviría e Iturraspe y otro que está en la ruta 1, km 2.

A lo largo de esos 5 años sufrí 31 robos. El último de los hechos ocurrió ayer a la tarde en el local de F. Zuviría y Quintana. A las 16 horas ingresó un chico, bien vestido, de aspecto normal. Preguntó por el precio de unos helados y acto seguido sacó un arma de fuego. Agarró la plata y se fue.

El tema es que en los últimos 10 días me robaron 5 veces. Es decir, que el promedio es que día por medio, me roban.

Sabemos que para esta época los robos se incrementan, pero si ya venimos con esta tendencia temo lo peor.

A los tiros

Más adelante Del Río relató lo ocurrido el martes a la noche en el local de Facundo Zuviría e Iturraspe “donde hubo 5 tiros”, dijo.

“Ese local lo abrimos el 6 de noviembre. No tiene 1 mes y ya lo robaron dos veces. El sábado, entró un pibe y concretó un robo. El mismo chico volvió el martes a la noche y se armó un desastre.

“A las 22.15 entró al local y preguntó por unos helados. Después amenazó a las empleadas a quienes les mostró que llevaba un arma en la cintura. “Dame la plata, dame la plata”, les decía.

“Estaba comprando una chica que es policía. La mujer esperó el momento, sacó el arma y se enfrentó. El chico quiso salir corriendo, se le escapa un tiro y rompe el blíndex. Eso es lo que me contaron porque yo no estaba.

“La policía dispara, pero no sabe si le pega o no. El chico sale corriendo, se sube a una moto que lo estaba esperando y escapa efectuando un nuevo disparo.

“Al lado de nuestro local está la pizzería Manuela que también cuenta con un custodio. Al ver lo que ocurría me dicen que el custodio también le tiró.

“Ya llegando a la esquina apareció la policía que también le tira, aunque el pibe siguió. No se sabe si lo hirieron o bien qué fue lo que le pasó.

“El resultado de todo esto fue un blíndex roto de un disparo y nada más gracias a Dios.

“Como consecuencia, la empleada que tenía allí renunció. Por supuesto que la entendí”.

Una carga pesada

El martes a la noche me daba vueltas en la cabeza la idea de vender las franquicias y sacarme este problema de encima. Hay 16 personas que trabajan conmigo, y todos los días cuando se abren los locales no sabés lo que puede pasar.

Es muy estresante vivir así. Es demasiada pesada la carga. Cada vez que te suena el celular no sabés para qué es, y últimamente suena solo para decirme que nos robaron. Esto me impide cualquier planificación comercial o familiar.

Todo esto lo único que hace es tirarte para abajo. Tenía pensadas varias innovaciones pero realmente quedás sin ganas.

El martes a la noche quería vender los locales. El miércoles me había calmado un poco y ya ayer, a la tarde, otra vez....

Que cumplan su parte

Tenés que seguir, pero así no se puede. Yo pago mis impuestos, cumplo mi parte. Pero quienes tienen que dar seguridad no cumplen la suya.

Hasta el momento fueron 31 veces, y una con un tiroteo. Y hasta ahora he tenido suerte que no hubo que lamentar desgracias mayores. Pero esto es todo los días.... ¿Hasta cuándo vamos a aguantar?

Los empleados comienzan a decirte que tienen miedo, que están pensando en irse. ¿Y qué les vas a decir?

Yo nos le puedo prometer que no les va a pasar nada. Que se van a terminar los robos. Nos han robado hasta con rejas.

El único momento en que aflojaron los robos fue cuando en la calle estaban esos policías que le decían los caminantes.

Yo lo único que pretendo es trabajar tranquilo. Yo pago alquileres, sueldo, impuestos, doy trabajo, en fin... cumplo mi parte. Pero me parece muy desigual lo que recibo de la otra parte.

Aquí hay algo que no funciona. Yo pago los impuestos y el Estado no me devuelve nada. Falla la seguridad, la educación, la salud...

Lo único que pido es que cumplan con su parte”, sentenció.

Comerciante acorralado por robos

Lo peor. El martes,una sucursal de Grido sufrió un asalto que incluyó disparos con armas de fuego, dentro del local y en la vía pública. Foto:Pablo Aguirre

Comerciante acorralado por robos

Al límite. Leonardo del Río pensó en cerrar todos sus locales. “Yo cumplo con mis obligaciones, pero el Estado no”, sentenció. Foto: Danilo Chiapello