Reducciones de movimientos pseudo feministas

¿Existe el “instinto maternal”?

Mario A. Pilo (*)

Entre los nuevos exabruptos de movimientos seudo-feministas, azuzados por una promoción mediática acrítica, movimientos que devalúan el “ethos” natural y cultural de la mujer en su complejo equilibrio y “convierten” el “desvalor” en “ideología”, he escuchado y leído a una sicoanalista participante en Santa Fe de un evento de “género” (que es el “humano”, no el “femenino” o “masculino”) asegurando que “no existe el instinto material... Sólo el deseo. Sólo pulsaciones sexuales de deseo o rechazo” (Sic, sicoanalista Ana Delgado).

A la par de constituir una falta de respeto a las muchísimas mujeres -de “carne y hueso”- que, diariamente, adoptan niños, gastando tiempo y energías, dentro de un Sistema Nacional ridículo y perimido, y aquellas otras muchas que han logrado -logro “real”- el reconocimiento legal de las prácticas gratuitas de fertilidad asistida, en función de sus ritmos y tiempos biológicos, desde la verdadera Sociología y Sicología se nos enseñan varias dimensiones:

a) Ya Freud estima que el “instinto sexual” es el más poderoso de la naturaleza, y conducía al “instinto maternal”, en función “natural” de la procreación, que significa “...continuidad del género humano...”;

b) Ya la Sociología de Max Weber y otros reconocía que los “roles familísticos” -cualquier “tipo” de “familia”: de la “patriarcal” a la “nuclear”, “ensamblada” u “homosexual”- de procreación, mantenimiento y educación de la prole, dependían del “instinto maternal”, que no se agota ni en el mero “deseo o pulsación”, ni siquiera en el parto, sino que conlleva el cuidado de la prole, como en cualquier especie animal; solo que el Hombre agrega al “instinto” natural, el “valor” cultural de la maternidad “consumada”: ese mismo que niegan las fundamentalistas.

c) Ya, desde la Antropología -incluso “cultural”- se ha significado que el “instinto” natural se potencia con el “rol” cultural, que hace de la mujer la artífice de la continuidad social del género. (Levy Strauss, Morgan, etc.)

Lo que, más que brevemente sintetizamos en respuesta científica a otra desfiguración del noble rol femenino, desde la Ciencia, y no desde la Religión, no debe “asustar” a estos “seudos-feministas” ortodoxos, pues la mujer mantiene, cada vez con mayor reconocimiento, natural y cultural, sus opciones de ser “mujer”, no “madre”... y que ser “madre” no significa, literalmente, ser “ama de casa” “depósito de espermas” y otras ridiculeces escuchadas y que más aun, cultural y socialmente, ser “madre” -biológica, adoptiva, etc- es, hoy, mucho más que un “mal resultado del placer sexual” o un valioso “hecho de amor”, es un “hecho social de altruismo”, en función de la continuidad humana. Hasta Marx desde el “laicismo ateo” supo reconocer que el “sexo por puro placer pone en riesgo a la Humanidad...” (sic).

(*) Docente UNL. ex concejal UCR; vicepresidente ejecutivo de la Asociación Civil Anticorrupción.