llegan cartas

¿Por qué barrio Los Hornos?

Pablo Gigliotti.

L.E. 6.200.584.

Señores directores: Cuando era niño, solía ir con mis padres a visitar a unos tíos que vivían en calle 4 de Enero y 24 s/n, actual Pedro de Vega. En ese entonces a las calles se las conocía 25 s/n (hoy Ricardo Aldao) y la 26 s/n (Angel Cassanello).

Viviendo en barrio Roma, recuerdo que tomábamos el tranvía 6 hasta el viejo mercado Central (donde está emplazada la Plaza del Soldado) y hacíamos combinación con la única línea de colectivos, la “A” que tomaba Facundo Zuviría, que en ese entonces no era avenida, hasta la calle Estanislao Zeballos. Era una zona muy despoblada, muy pocas construcciones, recuerdo un almacén de ramos generales, cuyo propietario era un señor Musso, que abastecía al escaso poblado, allá en la década del 40 del siglo pasado.

Se decía en ese entonces que los terrenos no se inundaban, que era una de las zonas que menos problemas tenía con las inundaciones. Eso sí; existían muchos hornos de ladrillos que tomaban al tierra, por eso la gran cantidad de cavas que existían, y que con el tiempo se fueron rellenando.

Como eran tierras fiscales, la Municipalidad decidió lotear, y a los primeros compradores le regalaban los ladrillos, para construir sus viviendas. Cuando comenzó a poblarse, suspendieron la entrega de ladrillos y los terrenos comenzaron a tener más valor. Ya se vislumbraba que el norte de la ciudad iba a ser la más poblada.

Así, con esta pequeña pincelada ciudadana, quise memorar a uno de los barrios más populoso de nuestra ciudad de Santa Fe.