Primer paro del año

Los aceiteros paralizaron las fábricas en todo el país

La federación que nuclea a 15 mil trabajadores del sector agroexportador realizó una huelga, luego de que fracasara la paritaria. Reclaman un 23 por ciento de suba de sueldos y un adicional del 2 por ciento por Ganancias. Las cámaras empresariales ofertaron un 16 por ciento.

Germán de los Santos

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La tensión salarial se hizo visible luego de que los trabajadores aceiteros cumplieran hoy un paro de 24 horas en reclamo de un incremento salarial para este año que alcanza un 26 por ciento. La huelga afectó al polo oleaginoso ubicado en el Gran Rosario, de donde sale el 80 por ciento de las exportaciones agropecuarias. Según informaron desde el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de Rosario (Soear), la medida de fuerza se sintió en las plantas de Cargill, Dreyfus y Molinos Río de la Plata. Si embargo, el ingreso de los camiones a las terminales no se vio afectado. De acuerdo con los registros de la Bolsa de Comercio de Rosario hasta las 6 de la mañana de hoy entraron a los puertos 2.344 ve-hículos de carga, un número que está dentro del promedio para esta fecha.

La Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina tomó la decisión de convocar a un paro del sector en todas las plantas del país, luego de que fracasaran las negociaciones paritarias en el Ministerio de Trabajo de la Nación con los representantes de las empresas, nucleados en las cámaras Ciara, Ciavec y Carbio.

Ayer se realizó en la sede de la cartera laboral en Buenos Aires la tercera reunión en el marco de la paritaria, pero las negociaciones se complicaron en un punto sensible tanto para la patronal como para el gobierno nacional, como es el adicional del 2 por ciento que reclaman los gremios en compensación de los descuentos en concepto del pago del Impuesto a las Ganancias. El gobierno, según confiaron a El Litoral fuentes gremiales, quiere evitar que este reclamo siente un precedente para el resto de las discusiones paritarias de 2013 porque podría generar ejes de conflicto por fuera de la discusión puramente salarial.

El planteo de la federación está dividido en dos partes: por un lado, los sindicatos piden un incremento de sueldo del 23,3 por ciento, y por otro, un 2 por ciento en compensacion por Ganancias. El reclamo del adicional tiene que ver con que el sueldo básico de un trabajador del sector pasará de 6.200 a 7.640, por lo que todos los empleados serán alcanzados por el tributo.

Daniel Yofra, secretario adjunto del Soear, sostuvo que “se inició un plan de lucha porque los gremios rechazaron el ofrecimiento de las cámaras patronales”.

“La patronal dice que no está en condiciones de afrontar un aumento como el que pedimos nosotros, lo cual es una mentira porque la incidencia salarial para ellos es del tres por ciento”, sostuvo Yofra y anticipó que muy probablemente lancen un nuevo paro antes de la audiencia entre las partes pactada para el próximo 21 de enero.

La propuesta de las terminales aceiteras estuvo muy alejada del planteo de los gremios al dejar sobre la mesa de negociaciones un 16 por ciento de ajuste salarial para 2013. El sector aceitero pasó por un año complicado luego de la magra cosecha de la campaña, que fue un 19 por ciento menor (unos 39 millones de toneladas) que la de 2010/2011, que totalizó más de 49 millones de toneladas de esa oleaginosa. Alberto Rodríguez, representante de Ciara, calculó a fin de año que la industria aceitera trabajó durante 2012 a un 60 por ciento de la capacidad instalada que tiene el sector, por lo que los costos fueron de acuerdo a la visión de está cámara empresarial más elevados.

Pero más allá del plano económico, el conflicto aceitero tiene una carga política fuerte. Como lo intentó el año pasado, el gobierno nacional aspira a que los incrementos salariales no sobrepasen el techo del 20 por ciento. El año pasado, la federación de trabajadores aceiteros que nuclea a unos 15 mil operarios consiguió una suba de ingresos del 24 por ciento y marcaron junto con los bancarios (que lograron un 23 por ciento) las pautas salariales para el resto del año.

Por fuera del plano laboral el gobierno nacional enfrenta una presión extra con este conflicto. Si se paraliza el sector agroexportador se detiene la liquidación de divisas que realizan las cámaras empresariales, algo vital para la administración de Cristina Fernández que necesita los dólares para saldar los vencimientos de deuda.

Según el último informe de Ciara, el sector liquidó divisas desde el 2 de enero hasta el 28 de diciembre de 2012 por 23.069 millones de dólares.

2013 conflictivo

El titular de la CTA opositora, Pablo Micheli, advirtió que este año “será muy conflictivo” y que “habrá más paros y movilizaciones si no se resuelven los problemas de los trabajadores”. Micheli ratificó además la unidad en la acción que mantiene con la CGT opositora que dirige el camionero Hugo Moyano, con quien, según anunció, conversará a mitad de este mes para diagramar posibles medidas gremiales.

Micheli reclamó además la “urgente” convocatoria del Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil, un salario mínimo de cinco mil pesos por mes y un “aumento salarial del 30 al 35 por ciento” para todos los empleados públicos en el marco de las paritarias.

Norpapel volvió a producir

Obreros de la empresa de la Papelera Norpapel, de Villa Ocampo, en el departamento General Obligado, continuaban hoy normalmente el proceso de producción en esa industria, aunque se mantienen en estado de alerta ya que el próximo viernes la firma debe cancelar los haberes correspondientes a la segunda quincena de diciembre, uno de los motivos de un reclamo que se extendió hasta el lunes a las 20.

Ese día, y a esa hora, la empresa terminó de abonar el proporcional del aguinaldo. El tercer reclamo -mejoras edilicias, como el terminado de un techo para evitar que se trabaje a la interperie-, recién será satisfecho a fin de mes.

Norpapel SA es una planta papelera y cartonera. Fue fundada en 1941 con el nombre de Cia. Papelera del Norte de Santa Fe. Durante muchos años funcionó bajo esa denominación, produciendo papeles de embalar marrones de 50 a 80 gramos, con un porcentaje mayoritario de pasta de bagazo de la caña de azúcar.

Posteriormente fue adquirida por la empresa Welbers SA. Al producirse la quiebra de ésta, luego de un tiempo, fue administrada por una sociedad llamada Papelera Villa Ocampo. La fábrica estuvo inactiva durante un tiempo, hasta que pasó a ser administrada por la actual sociedad.