llegan cartas

Un caso con amplias repercusiones

Extracto de una carta enviada por Celina Zeigner de Kofman y Otilia Acuña de Elías, de Madres de Plaza de Mayo de Santa Fe, y por Valeria Mariana Silva y Gustavo López Torres, de la Agrup. Hijos, Regional Santa Fe, al Sr. Procurador Gral. de la Corte Suprema de Justicia de la provincia de Santa Fe, Dr. Jorge Barraguirre.

Sres. directores: los abajo firmantes, organismos de derechos humanos de Santa Fe, ante los sucesos que son de público conocimiento en relación a la niña MJ, queremos realizar algunas reflexiones al respecto y manifestar nuestra preocupación por el bienestar psicoemocional de la niña.

Nuestras vivencias como familiares de víctimas del terrorismo de Estado nos han dejado una durísima experiencia, con consecuencias que se prolongan en el presente. Los hijos e hijas de los desaparecidos han vivido situaciones traumáticas en su infancia y esperamos que nuestras reflexiones sirvan para que, quienes tienen el ineludible deber de velar por los derechos de los niños y niñas, estén a la altura de la responsabilidad social e histórica que les toca asumir y recapaciten ante los errores que se están cometiendo.

En el caso en cuestión, de ninguna manera puede hablarse de “apropiación”. Nos resulta una banalización de una situación tan cara al sentimiento de nuestro pueblo y, muy especialmente, a los organismos de derechos humanos que desde hace años venimos denunciando a quienes se apropiaron de niños y niñas durante la última dictadura cívico-militar. La “apropiación” supone arrancar violentamente al niño del seno de su familia biológica, el ocultamiento de su sistema de parentesco, la sustitución de la identidad del niño y la inclusión en una nueva familia que reniega del origen biológico, que miente, manipula y tergiversa la realidad. Nada de esto se dio en el caso que nos ocupa. MJ es una niña que fue abandonada apenas nacida y puesta en estado de adoptabilidad.

Desde el momento de su nacimiento hasta el presente pasaron casi tres años, ¿dónde estuvo la niña?, ¿quién se ocupó de asistirla, darle abrigo, alimento, cobijo, amor, contención, afecto? Dos años y medio, que es casi toda la vida de MJ, estuvo en el hogar constituido por Ezequiel Serra y Luciana Bietti, un matrimonio que no ocultó su deseo de adoptar, que realizó los trámites para la inscripción de su nacimiento en el Registro Civil, que asumió responsabilidades y compromisos, actuando en los hechos como si fueran los padres de la niña.

No sólo no es menor señalar que fue el matrimonio Serra-Bietti quien se ocupó de darle un nombre y tramitar un documento a la niña, mostrando la transparencia de sus actos, que no dejan ningún lugar para la comparación con la apropiación, sino que además desnuda la desidia de un Estado ausente en políticas públicas de niñez. La responsabilidad de darle identidad a una niña abandonada era primera y originaria del Estado y esto no se cumplió.

¿En nombre de qué reglamentación puede ahora el Estado arrogarse la potestad de señalar quién actúa dentro del marco de la ley y quién fuera de ella? El mismo Estado que, a través de la Subsecretaría de Niñez, Infancia y Familia, ente de aplicación de la Ley Provincial Nº 12.967, no se ocupó de tramitar el nombre de la niña, es el que durante dos años dejó “suspendida” a MJ en un hogar en tránsito sin verificar su bienestar físico y emocional.

Consideramos que en la resolución judicial se ha hecho una errónea interpretación, confundiendo legal con legítimo. El matrimonio Serra-Bietti no era la familia en tránsito designada por la Subsecretaría de la Niñez pero ésta sí estaba en conocimiento de que la niña vivía con ellos. Vemos que en el caso existía transparencia, buena fe, un actuar conforme lo harían los padres, un abandono por más de dos años del Estado, lo que constituye condiciones legítimas de vida para solicitar la adopción de la niña.

Finalmente, queremos expresar nuestra profunda preocupación por el daño irreparable que se le está haciendo a MJ, revictimizada por la burocracia estatal. Los adultos intervinientes no están pensando en sus derechos. Nadie puede creer lo que en estos días se está informando: que la niña está bien en el actual hogar en tránsito.

Entendemos que después de más de dos años en los que MJ conoce como padres a Ezequiel Serra y Luciana Bietti no se la puede arrancar de su núcleo de vida sin que tenga consecuencias.

Consideramos imprescindible una evaluación de especialistas en la temática de niñez que actúen por fuera de los organismos hasta ahora involucrados, personas calificadas y no contaminadas por el Poder Judicial ni el Poder Ejecutivo.

¿Alguien le preguntó a la niña dónde quería estar?, ¿y todo este tiempo, dónde creía la jueza que estaba?, ¿y la Subsecretaría de la Niñez?

Nuestra principal preocupación es que no se violen los derechos humanos de una pequeña cuya voz no ha sido oída. Tenemos la triste impresión de que a MJ se la ha tratado como a un peluche, un muñeco sin sentimientos y claramente sin derechos, un trofeo que le será entregado al ganador de un concurso que preside una jueza insensible que castiga a la niña, porque los adultos no pudieron o no supieron implementar la ley. ¿Comprenderá MJ que a quienes llama mamá y papá no la abandonaron, ni la dejaron de amar?

Exhortamos a Ud. a que arbitre los medios necesarios para que esta situación sea revertida a la brevedad, con la sensibilidad que el caso amerita teniendo en cuenta que hay una niña que no comprende lo que sucedió, que no entiende por qué es castigada y que espera volver a su casa.