Fue “infeliz” la declaración de De Mendiguren

El gobierno no quiere ni oír del “Rodrigazo”

El jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, señaló que la situación política y económica actual no es comparable con la del denominado “Rodrigazo” de junio de 1975, una devaluación del 150 % que se produjo tras un severo tarifazo que siguió a fuertes pujas salariales.

El caso fue citado como advertencia de lo que no debe suceder en el país, por parte del presidente de la Unión Industrial Argentina. “Fue una expresión infeliz por parte del titular de esa entidad, yo creo que no hay absolutamente nada de eso”, señaló el funcionario.

El secretario adjunto de la CGT que conduce Hugo Moyano coincidió en que “es imposible” que se produzca otro “Rodrigazo” en el país y consideró que el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Ignacio De Mendiguren, “se equivocó” cuando planteó esa posibilidad. Pero al mismo tiempo renovó críticas contra Abal Medina, al calificarlo como una persona que “no es creíble”, porque “salió diciendo que los saqueos de Bariloche eran culpa de Moyano y ahora parece que fue del intendente” Goye.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Bancos de Capital Argentino (Adeba), Jorge Brito, afirmó que “hay que ser conscientes de que hay que repartir lo que se tiene”, pero que “no se puede distribuir lo que no se tiene”.

Brito sostuvo que “en estos años, las paritarias tuvieron un aumento importante” para los trabajadores registrados. Y advirtió que “la lucha de salarios y precios no favorece a nadie, perjudica a todos, a trabajadores y empresarios”.

El presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Carlos de la Vega, aseveró que “toda la dirigencia empresaria, gremial y política debe actuar con profundo sentido de prudencia y responsabilidad, para no generar climas de conflicto que puedan afectar al conjunto de la sociedad”.

 

“Algo hay que hacer”

El economista Juan Carlos De Pablo advirtió que no están dadas las condiciones de “debilidad” política para que suceda otro “Rodrigazo”, aunque advirtió que “cuando hay tarifas totalmente distorsionadas y un tipo de cambio bajo como hoy, algo hay que hacer”. Cuestionó de todas maneras que “De Mendiguren está preocupado por el efecto que pueden tener las paritarias sobre los precios y no parece estarlo por el resto de las cosas”.