Simone Ercoli

Estrategia, talento y convicción

El representante del equipo napolitano Fiamme Oro ganó en una electrizante definición. Segundo fue el cordobés Guillermo Bertola y tercero el bonaerense Damián Blaum.

Luis Gudiño

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Tal como nos tiene acostumbrados desde hace tiempo, en el “Maratón más lindo del mundo” nunca está dicha la última palabra hasta tocar el pontón, ya que la definición se da en el andarivel final.

Cuando todo parecía favorable al santafesino Gabriel Villagoiz, que hizo una gran carrera y durante la mayoría del trayecto fue puntero, primero acompañado por el sirio Saleh Mohammad y luego solo, nuevamente la suerte le fue esquiva y faltando un poco más de 40 minutos de competencia se agotó, fue alcanzado y superado por el pelotón que tiró siempre junto y culminó definiendo la competencia.

Argentinos protagonistas

En una jornada excepcional, de clima ideal, a pleno sol, con el río con una temperatura de 25 grados, los 25 nadadores, 17 caballeros y 8 damas, 11 países representados, largaron desde el complejo Piedras Blancas luego de la presentación, con mucho ritmo realizando el tradicional boyado cruzando la laguna Setúbal para luego tomar rumbo a Coronda.

Transcurrida una hora de competencia, los argentinos eran protagonistas principales, ubicándose Gabriel Villagoiz primero, Damián Blaum segundo y el corondino Bruno Lemaire tercero. Entre las mujeres, Vanesa García estaba liderando la competencia.

Se la jugó

“Gabi” Villagoiz, guiado por el ex ganador de la Santa Fe-Coronda, Rafael Pérez, hizo una maniobra que le dio excelente resultado y logró cortarse del resto de los competidores, siendo seguido solamente por el sirio Mohammad, con quien tiró durante la mayor parte de la prueba, inclusive, Saleh pasó primero por Santo Tomé.

Un poco más atrás, el búlgaro Yordanov encabezaba el segundo grupo de competidores junto al ruso Iván Afanevich, y en damas, sobresalía el trabajo de Olga Kozydub, quien desde allí en más comenzó a marcar ventaja sobre sus rivales.

El sirio salió primero de El Vado y por lo tanto ingresó primero al río Coronda, muy cerca de él, el santafesino Villagoiz nadó cómodo y a muy buen ritmo, sacándole cada vez más ventaja a quienes intentaban, en grupo, remontar la diferencia: los argentinos Bertola, Blaum y Sales Rubio, además del italiano Volpini.

Entre las mujeres, a esta altura, Kozydub ya era inalcanzable y más atrás se ubicaba la argentina Pilar Geijo y la santafesina Antonella Bogarín.

Le sacaron 5 minutos

Ante la algarabía de su equipo y del público que lo alentaba ruidosamente desde la costa y las lanchas, Gabriel Villagoiz y el sirio lograron sacarle 5 minutos al pelotón en el paso frente al Parque Industrial de Sauce Viejo.

Saleh y Gabriel continuaron así al frente, cumpliendo las 3 horas y media de carrera, por lo que sus chances se ampliaban cada vez más. En el segundo pelotón, se debatían Bertola, Sales Rubio, Ercoli, Blaum, Stochino, Carrizo, Pop Acev, Volpini, Smolka, Kozydub -primera en damas- Rybarova -segunda- y Nuñez, tercera.

Quiebre y desazón

Este tipo de maratones tienen esas cosas. Como lo dijo el cordobés Bertola al final la prueba, “estábamos pensando en quien salía segundo, cuando de repente peleábamos la punta y nadie lo esperaba”. Esa definición de “Guille” fue tal cual lo que ocurrió en el río. Se agotó primero Saleh; más tarde Villagoiz y el pelotón los pasó por arriba raudamente. La lucha se circunscribió a lo que podían brindar en la última parte de la competencia: Ercoli, Bertola, Blaum, Sales Rubio y Stochino.

Duelo apasionante

La lucha de la entrada al circuito boyado y andarivel final fue increíble. El cordobés era un “perro de presa” y el italiano, con mente fría y corazón caliente, lo aflojaba. Más atrás, el “gladiador” Blaum entregando toda su alma y el rinconero Sales Rubio intentando dar un último esfuerzo de podio.

Pero Ercoli dijo esta prueba es mía y nadie me saca el placer de entrar en la historia grande, y guiado por su coach Rodolfo Valenti, coronaron esta participación con un triunfo inolvidable.

Gloria para el italiano del Fiamme Oro que llevó a lo más alto del podio a su equipo y demostró que no sólo es “un grosso” en distancias cortas, sino también en maratones largos, porque tuvo varias cosas positivas: estrategia, talento, convicción, cabeza y físico para ganar y llevarse merecidamente los laureles.