Algo de alivio

Brasil dispuesto a sacrificar superávit

La decisión se conoció antes de la reunión bilateral del 27 del corriente. Aseguran que la decisión mejorará la integración económica con nuestro país.

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Pimentel y Giorgi evaluarán la relación bilateral a fin de mes.

Foto: El Litoral

 

De la redacción de El Litoral

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Brasil no pretende defender un superávit elevado con Argentina, pero quiere aumentar el flujo comercial tras la brusca caída de sus ventas a ese país en 2012, aseguró el ministro brasileño de Comercio Exterior e Industria en una entrevista publicada ayer.

“Nuestro objetivo, especialmente con relación a Argentina, no debe ser el de producir un superávit gigantesco y permanente a nuestro favor”, declaró el ministro Fernando Pimentel al diario Valor.

Tercer socio comercial de Brasil después de Estados Unidos y China, Argentina redujo en un 20,7% las importaciones brasileñas en 2012. Los exportadores brasileños atribuyeron la caída al aumento de barreras y requisitos al comercio por parte de Argentina.

El ministro Pimentel consideró “coyuntural” la reducción de las ventas y confió que este año la situación se “aliviará un poco”.

“Argentina estuvo el año pasado bajo una presión cambiaria muy fuerte, tuvo que pagar una porción muy significativa de deuda externa”, justificó el funcionario. Pimentel insistió en que Brasil busca una integración más estrecha con Argentina, a costa incluso de tener “un superávit un poco menor”.

“Desde nuestro punto de vista, lo que queremos es aumentar el flujo de comercio con Argentina, no sólo las exportaciones. Las importaciones también son importantes”, sostuvo.

Delegaciones de los dos países se reunirán el 27 de febrero para discutir acuerdos de “integración productiva” y analizar la inminente renovación de un acuerdo comercial de autos, según Pimentel.

El año pasado, las ventas de Brasil a Argentina alcanzaron los 17.998 millones de dólares, un retroceso del 20,7% frente los 22.709 millones de 2011. Entretanto, las ventas argentinas se contrajeron 2,7% y sumaron 16.444 millones de dólares en 2012.

Otra preocupación

Pero además, Brasil no deja de acumular preocupaciones. El empleo en la industria brasileña bajó un 1,4 por ciento el año pasado, con lo que pone fin a dos años consecutivos de avance, reconoció el gobierno.

El empleo en el sector se había expandido un 1 por ciento en el 2011 y un 3,4 por ciento en el 2010. En el último mes de 2012 la caída fue del 0,2 por ciento interanual.

Pero en comparación con igual mes de 2011, el total de personas ocupadas en la industria bajó un 1,3 por ciento en diciembre, el decimoquinto resultado negativo seguido y el peor desde septiembre.

El dato de diciembre coincide con la pérdida de fuerza de la producción industrial al final de 2012, cuando cayó un 2,7 por ciento.

El declive frustró las expectativas de una recuperación más robusta en el sector, que fue afectado por la crisis externa y no consiguió levantarse aún después de ser favorecido por las medidas del gobierno.

El principal impacto negativo se produjo en la región noreste, con una baja en diciembre de un 3,8 por ciento. San Pablo tuvo una disminución de un 1,2 por ciento, mientras que Rio Grande do Sul y Pernambuco tuvieron declives de un 4,2 y de un 5,7 por ciento, respectivamente.

Los indicadores muestran que las expectativas a comienzos de este año para la industria son más optimistas. En enero, el Índice de Confianza de la Industria (ICI) cerró prácticamente estable sobre diciembre, pero su pequeño avance bastó para dejarlo en el nivel más alto desde junio de 2011.

Productores presionados por Afip

Los inspectores de la Afip intensificaron ayer las inspecciones en campos, oficinas y centros de acopio, en una cruzada por cuantificar y controlar los remanentes de soja sin vender. Todo, con el objeto de forzar su liquidación e inyectar dólares en el sistema por medio del cobro de retenciones, en un intento por frenar la escalada en la cotización de la divisa.

Mediante un comunicado, el Comité de Acción Gremial de Federación Agraria Argentina denunció que “el gobierno nacional persigue, una vez más, a los productores, enviándoles a la Afip a que controle existencias de soja, con un operativo de apriete inexplicable. Como es habitual en el kirchnerismo, se ve al sector agropecuario como salvavidas cuando se le complica la caja, cosa que les preocupa en un año electoral; al tiempo que siguen dándoles la espalda sistemáticamente a todos nuestros reclamos y pedidos”.

Según comentó Julio Currás, vicepresidente primero de la Comisión Nacional de la Federación Agraria Argentina (FAA), los operativos se intensificaron ayer en las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Entre Ríos.

“Muchos productores han recibido las visitas de los inspectores de la Afip. Piden que declaren la cantidad de granos de soja en su poder. Hay casos en que lo han hecho de una forma agresiva y amenazante. Piden diligenciar formularios y entregarlos en 48 horas bajo amenaza de perder el registro de operador de agricultores”, explicó Currás.