Fundéu BBVA

“Sin solución de continuidad” y “friki”

(EFE)

La expresión “sin solución de continuidad” significa “sin interrupción”, por lo que se aplica a aquello que se mantiene, continúa o permanece, según explica en su recomendación del día la Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA) en la Argentina.

Sin embargo, en ocasiones se omite la preposición “sin” y se utiliza erróneamente la expresión “solución de continuidad”, que tiene el sentido opuesto, esto es, “interrupción” o “falta de continuidad”, como explica el Diccionario académico.

Por tanto, en frases como “La solución de continuidad en el trayecto de Emanuel Ginóbili parece no alterarse por los cambios de año” o “Se registraron diversos ilícitos en comercios y casas, donde la ola delictiva no muestra solución de continuidad”, lo que se pretende decir es que Ginóbili no altera su trayecto ni la ola delictiva es continua, pero se dice lo contrario: que Ginóbili no muestra continuidad a lo largo de los años y que la ola delictiva es continua.

La Fundéu BBVA, que trabaja en la Argentina asesorada por la Academia Argentina de Letras, señala que en los ejemplos anteriores lo apropiado habría sido escribir “La continuidad en el trayecto de Emanuel Ginóbili parece no alterarse por los cambios de año” o “Se registraron diversos ilícitos en comercios y casas, donde la ola delictiva se da sin solución de continuidad”.

Asimismo, se señala que la palabra “friki”, que se aplica a personas o cosas extrañas o extravagantes, se escribe con “k”. Esta palabra aparece escrita en los medios de diversos modos, como en los siguientes ejemplos: “Lewis encarnaba a un académico un poco ‘freaky’ que desarrollaba una poción que lo hacía irresistible a las mujeres” y “No se trata de la cereza de un postre friqui: la autora pone en escena a seis personajes treintañeros en una realidad distópica”.

La Fundéu BBVA indica que entre las enmiendas propuestas para la próxima edición del Diccionario académico figura la adición de la palabra “friki”, con los significados de “extravagante, raro o excéntrico”, y, como sustantivo de género común (“el friki” y “la friki“), “persona pintoresca y extravagante” y “persona que practica desmesurada y obsesivamente una afición”, todos ellos marcados como coloquialismos.

Aunque tradicionalmente los préstamos que tienen una “k” se han adaptado cambiando esta letra a “c” o “qu”, la actual Ortografía prefiere conservarla si ya es un uso asentado tomado de la palabra original, que en este caso es “freaky”, y por ello en los dos ejemplos anteriores habría sido mejor escribir “friki” y, en plural, “frikis”.