Fiesta persa junto a la laguna

Fiesta persa junto  a la laguna

Ciro y los Persas fueron el broche de una noche para el recuerdo.

Foto: Alberto Manuel Fabatía

 

Música en el Río / Día 1

Ignacio Andrés Amarillo

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Con la amenaza de lluvia varias veces a lo largo de la jornada, ayer se desarrolló el Día 1 del festival Cerveza Santa Fe Música en el Río 2013, con el broche de oro otorgado por la actuación de Ciro y los Persas cerca de la medianoche, pasando por numerosas bandas de la región sobre los dos escenarios dispuestos sobre la Costanera Oeste.

Porque Tierra de Todos fue la encargada de abrir la tarde, para dar paso a la esencia rockera de Particulares Rockin’ Orquesta, la contundencia metalera de Último Grito (Reconquista), el sonido clásico de La Loca Alicia (Rafaela), mechados con los porteños (muy soderos) de Nada Nos Libra y el pop rock de Leo Ramallo.

Invisibles en formación ampliada dio un concierto que quedará en la historia de la banda, y Parteplaneta debió lidiar con el corte de luz que afectó a la ciudad y al Escenario 2. Sobre el final de su show, comenzaba a subirse al Escenario 1 uno de los platos fuertes de la noche.

Crédito local

Aunque no figurase mucho en los anuncios de festival, Cabezones era el primer show largo de la noche (para la segunda jornada se anuncian dos números centrales). Y eso salió a demostrar la nueva formación liderada por el histórico César Augusto Andino, consolidada en la actualidad con Eugenio “Mona” Jauchen en guitarras, Damián “Amiguito” Gómez en batería y el repatriado Marcelo Porta en bajo: un seleccionado de músicos con talento y actitud escénica.

Apostando a la contundencia, arrancaron con “Sueles dejarme solo” y “Hombre paranoico”, para pasar a las sutilezas de “Pasajero en extinción”, buscando la complicidad de las voces del público. De nuevo para arriba, dedicaron “a Gustavo” (así, a secas) el clásico de Soda Stereo “Persiana americana” (con un Jauchen desatado sobre las tablas), seguida de “Mi pequeña infinidad”.

De ahí se subieron a “Globo”, de la mano de la única invitada del show: Virginia Barlasina, voz de Enterluz, con su célebre jopo y enfundada en un vestido multicolor (y bastante ceñido) que contrastó con el negro vestuario cabezón. “Lucha de gigantes”, de Antonio Vega, fue la despedida, dedicada por César a las víctimas de la violencia de género.

Mercado persa

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Ex combatiente de Malvinas y familiares obsequiaron a Ciro una enseña patria.

Foto: Alberto Manuel Favatía

A las 23.17, un rato después de lo anunciado, Andrés “Ciro” Martínez salió junto a sus Persas a desatar la fiesta que la mayoría estaba esperando, acunada en decenas de banderas venidas de los lugares más diversos (que sobre el final serían mencionadas). “Antes y después” abrió la noche, seguida por canciones propias como “Astros” y hits piojosos como “Ando ganas (llora llora)”, con “Taxi boy” y “Vas a bailar” en el medio.

Con el bajista Broder Bastos empuñando una guitarra Godín de cuerdas de nylon, y el guitarrista Juán Ávalos en el bajo, fue el turno de “Ciudad animal”, con su video ilustrativo en la pantalla de fondo.

“¿Les gustó ‘27’?”, preguntó el cantante de la pera prominente, muy paseandero por la pasarela, antes de hacer curiosamente un tema de “Espejos”, “Banda de garaje”, con sus guitarras a lo “Jumpin Jack Flash”, y explotar con el clásico “Tan solo” (enganchado con el clásico Stone “Simpathy for the devil”). Vendría, como en Cosquín Rock, el nuevo “Héroes de Malvinas” con la presencia de ex combatientes y familiares, que obsequiaron a Ciro una enseña patria, con el inevitable “el que no salta es un inglés” de fondo.

Locura piojosa

Como en otras ocasiones, Juan Ávalos tuvo su momento con el loop multipistas, grabando bases y melodías para tocar la “Chacarera del rancho”. La banda volvería con “Me gusta” y, después de asegurarse de que la mayoría quería saltar, el frontman mandó a todos a rebotar con “Como Alí”. “Caminando” e “Insisto” fueron el prólogo a “Ruleta”, otro momento de locura piojosa, con toda la “parte móvil” de la banda (Ciro, Ávalos, el bajista Broder Bastos y el guitarrista Rodrigo Pérez) sobre la pasarela (Lulo Isod en la batería y Nico Rafetta en el teclado los miraban desde el fondo).

“Servidor” contó con un solo muy grooveado de Bastos, para pasar a “Mírenla” (uno de los hits de “27”) y “Chucu chu” con Ávalos y Bastos intercambiando instrumentos. De ahí a la circense “L.V.R.” y al descontrol de “El farolito”, con solos de presentación individual y la ascensión de una tal Marianela (con remera de “27” y mucho look piojoso), que demostró gran habilidad dancística, siguiendo los pasos a lo Tony Manero de Martínez. “Noche de hoy” parecía que iba a cerrar como otras veces el show, pero no...

Un poco más

Ahí comenzaría una incontinencia musical que llevó el concierto hasta las dos horas y veintipico de duración: “Cruel” y “El mendigo de Dock Sud/Genius” volaron unas cuantas pelucas, bajando por “Pacífico” y un blues en inglés dedicado a Pappo, en cercanías de un nuevo aniversario de su fallecimiento.

El adiós final sería con la consabida introducción al “Himno Nacional Argentino” compuesta por Esnaola, que antes se oía en silencio y ahora se corea. Así concluyó la primera noche del Música en el Río, pidiendo descanso reparador para afrontar la jornada dominical.