A las 20.15, en una Bombonera repleta

Unión quiere dar el gran batacazo en la fiesta de Boca y Riquelme

 

El tatengue y su urgencia tras 26 partidos sin victorias visitan a un xeneize eclipsado por el retorno del “10” tras 8 meses. Tanto Sava como Bianchi hacen cambios al por mayor: ocho en el rojiblanco después de la caída ante Quilmes y cinco en el auriazul con relación a los que ganaron por la Libertadores.

 

Redacción de El Litoral

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No tiene respiro el Unión de Sava. Es que al mal comienzo que profundizó la crisis futbolística y anímica acumulada por la enorme cantidad de partidos sin triunfos, ahora se le sumó el hecho de que justo ante el tatengue se va a producir la tan esperada vuelta de Juan Román Riquelme a Boca Juniors.

Luego de un parate de casi ocho meses —no juega desde el 4 de julio pasado—, el máximo ídolo actual de la parcialidad xeneize retornará al club de sus amores como local en La Bombonera, tras varias idas y vueltas en el verano con respecto a su contrato y un mes de ponerse a punto en lo físico tras arreglar la continuidad.

Riquelme, de 34 años y ganador de 11 títulos con la casaca azul y oro, disputó su último partido oficial en Brasil, en la derrota ante Corinthians por la revancha de la final de la Copa Libertadores, y justamente a la salida de los vestuarios del Morumbí anunció que no volvería a jugar en Boca.

El oriundo de San Fernando, que debutó el 11 de noviembre de 1996 —también ante Unión— suspendió su contrato con el club y coqueteó con otros equipos, sobre todo del exterior, para volver a jugar, pero con la llegada de Carlos Bianchi como DT se reflotó la chance de retornar al elenco xeneize.

Sin embargo, luego de varias reuniones, el día de la asunción oficial de Bianchi en enero, el “10” anunció que no volvería a Boca, pero luego de ver el pobre desempeño del club en los torneos de verano, finalmente llamó al DT y le dijo la ya famosa frase “suframos juntos”, por lo que decidió sumarse al plantel.

Riquelme realizó una preparación física especial desde el 10 de febrero, habida cuenta de que no realizó la pretemporada, y esta noche reaparecerá en La Bombonera para darle su toque de distinción a un equipo que recién parece haber despegado esta semana en Ecuador, después de un comienzo complicado de 2013.

Es que Boca, luego de un triunfo difícil contra Quilmes (3-2), perdió de local con Toluca (2-1) por la Libertadores y a continuación, siempre con un pobre nivel de juego, igualó ante Tigre (0-0) y cayó ante All Boys (2-0), de visitante, antes de viajar a Guayaquil para su segundo compromiso por la Copa.

Justamente, en Ecuador, el xeneize consiguió un triunfo vital (2-1) que le brindó oxígeno para seguir con chances a nivel internacional y para afrontar con otro ánimo el certamen local, en el que en las primeras tres fechas apenas consiguió 4 puntos contra los 9 que acumularon los líderes River y Lanús.

Por tal motivo, el de hoy será un compromiso clave porque vuelve Román y porque un nuevo triunfo le permitiría recuperar la confianza y le devolverá la ilusión a la hinchada que se había generado con la vuelta del técnico más ganador de su historia.

Con respecto a la alineación, además de la vuelta de Riquelme con el cambio de esquema a 4-3-1-2, Bianchi apelará nuevamente a la rotación para dosificar el esfuerzo de sus jugadores debido a la cargada agenda que tienen por delante. De los que jugaron en Guayaquil seguirán Agustín Orión, los defensores Emiliano Albín, Guillermo Burdisso y Clemente Rodríguez, y los volantes Pablo Ledesma y Cristian Erbes. Después, Matías Caruzzo suplantará a Claudio Pérez en el fondo, Riquelme y Walter Erviti entrarán en el medio por Ribair Rodríguez y Nicolás Colazo, y en la delantera Santiago Silva y el debutante Sebastián Palacios (sólo jugó un amistoso de verano ante Racing) jugarán por Juan Manuel Martínez y Lucas Viatri.

Un golpe de timón

Por el lado de Unión, lo numérico ya pasó del susto al terror, ya que la esperanza de que el arranque del nuevo torneo cambie la racha y así produzca un buen efecto anímico quedó en el camino, tras la dura caída por goleada en el 15 de Abril contra Quilmes, rival directo en la lucha por no descender.

Unión está anteúltimo con apenas 1 punto, cierra cómodo la tabla de promedios y suma 26 partidos sin triunfos y 6 derrotas consecutivas como visitante, en las que sólo anotó un gol.

Por todo lo anterior, el técnico Facundo Sava decidió que la única opción —a pesar de que confesó que no le gusta hacer cambios— era modificar al 80 por ciento del equipo, buscando así un golpe mayúsculo justamente ante un rival poderoso, en cancha ajena y en un contexto único como es la vuelta de Riquelme.

Sava, quien paradójicamente jugó en Boca el día del debut oficial de Riquelme, propondrá ocho variantes respecto de la derrota como local ante Quilmes, para tratar de cortar la racha negativa que cada vez lo aleja más de sus ilusiones de seguir en la máxima categoría.

En ese sentido, de confirmarse las pruebas de la semana, por los cambios obligados y los tácticos, apenas el arquero Martín Perafán, el mediocampista Nicolás Bruna y el delantero Andrés Franzoia mantendrán su lugar entre los titulares. El resto, todos cambios: Brítez por Pérez, Bianchi por Avendaño, Correa por Barisone, Montero por Donnet, Galván por Míguez, Lizio por Alemán y Magnín por Chiapello.

Como pocas veces, en esta ocasión está demarcado fuertemente cuál de los dos equipos es banca y cuál llega como punto total. Habrá que esperar hasta que la pelota empiece a rodar después de las 20.15 para ver si se da la lógica o este “nuevo” Unión de Sava hace saltar el Prode.

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Partidos

Tiene el historial entre tatengues y xeneizes. Boca ganó 29, Unión venció en 11 e igualaron los 14 restantes. En la Bombonera jugaron 26 veces, con 20 triunfos locales, 4 victorias rojiblancas y 2 empates.