Dos novedades en cartel

Muy lejos de Kansas

Cinemark estrena esta semana “Oz, el poderoso”, precuela de “El mago de Oz” dirigida por Sam Raimi. Cine América propone “Germania”, filme argentino de Maximiliano Schonfeld.

James Franco como el futuro Mago de Oz, y un triunvirato de hermosas brujas: Mila Kunis, Michelle Williams y Rachel Weisz.  Foto: Gentileza Disney Pictures

 

 

De la redacción de El Litoral

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“El maravilloso mago de Oz”, la novela de Lyman Frank Baum, se publicó en 1900 y enseguida tuvo su primera adaptación teatral, en Broadway, en el año 1902. Pero el que convirtió la historia en parte de la cultura popular fue el filme musical de 1939 de la Metro Goldwyn Mayer, protagonizado por la por entonces jovencísima Judy Garland como una Dorothy de trenzas castañas. De ese filme, es la famosa escena en la que ella canta “Somewhere over the rainbow”.

Dorothy ingresa en un mundo fantástico, se encuentra con diversos personajes: un león cobarde, un espantapájaros medio tonto, un hombre de lata sin corazón, que la acompañan para pedirle al Mago de Oz que les otorgue un don. Pero el mago en cuestión es quizá el personaje menos conocido.

Y en esta fiebre de darle vueltas de tuerca a los cuentos tradicionales y a las historias infantiles, Disney decidió que su nueva megaproducción sea una especie de precuela que cuente no sólo quién es este tal Mago de Oz, sino de dónde vino. Es que el autor, que escribió a principios del siglo XX 14 novelas ambientadas en Oz, nunca relató la historia del personaje.

Los guionistas de “Oz, el poderoso”, Mitchell Kapner y David Lindsay-Abaire, se basaron en algunas de las aventuras de los libros de Baum, investigaron sobre la vida del propio autor y dieron con esta historia. Ahora, el Mago tiene un pasado. Según el filme, el hombre en cuestión se llamó alguna vez Oscar Diggs, y era un mago de circo con tanto sentido de la ética como dudosos poderes, que un día sale de Kansas en un globo aerostático y tras un accidente llega a la famosa tierra de Oz. Su nombre coincide con una profecía que existe allí sobre un nuevo líder, pero no todos están dispuestos a reconocerlo como tal. Como tres brujas, ante las que tendrá que probar que no es un vendedor de humo. Aunque ni él mismo sabe si no lo es.

Así como los guionistas se aseguraron de que varias escenas sean aptas para fantásticos despliegues en tres dimensiones, también ficharon para los personajes a actores de moda del cine no exclusivamente para niños. Así, James Franco se pone en la piel del mago y las brujas, lejos de aquellas tremendas mujeres de verrugas y barba del cine fantástico, están encarnadas por una tríada de chicas sexys: Mila Kunis, Rachel Weisz y Michelle Williams.

La varita de mando, en este caso, es del director Sam Raimi, entrenado en esto de contar grandes historias épicas y sacarle jugo a las escenas de acción con la primera trilogía de “El Hombre Araña”. Sobre él, señaló James Franco en las notas de producción del filme: “He trabajado con Sam más que con cualquier director, y uno de sus principales aportes es su fantástico talento con los efectos especiales; y su talento para contar y dar ritmo a una apasionante historia cinematográfica a través de imágenes y tecnología de punta”.

En el backstage de la mayoría de las películas de efectos especiales, los actores cuentan que la mayor dificultad es enfrentarse a la nada. Es decir, actuar sobre un fondo verde e imaginar constantemente los paisajes, interlocutores, escenas de acción, que luego son añadidas de manera digital. Pero la decisión de producción, en Oz, el poderoso, fue otra. Atendiendo al tono teatral que buscaban en el filme, se montó un set real, de grandes dimensiones, en el que se filmaron las escenas.

Zach Braff (de la serie “Scrubs”), por ejemplo, figura en los créditos pero (como el actor Andy Serkis, el Gollum “El señor de los anillos” y “El Hobbit”) le pone voz y movimiento a un personaje creado por computadora: Finley, el mono alado que acompaña al mago en su viaje a través de la Tierra de Oz, y que sirve como consejero y voz de la conciencia de Franco. Claro que el casting incluyó algo más. Como toda película fantástica, hubo que buscar una gran cantidad de actores de baja estatura, en este caso, para interpretar a los Munchkins (seres pequeños “que adoran cantar y bailar”), encabezados por el actor Tony Cox.

Para no dejar puntada sin hilo, Raimi convocó a Danny Elfman, compositor estrella de Hollywood que, para más datos, creó el tema de apertura de Los Simpson y trabajó con Tim Burton en varias ocasiones.

Adiós al hogar

Cine América propone esta semana la cinta argentina “Germania”: escrita y dirigida por Maximiliano Schonfeld, cuenta con fotografía de Soledad Rodríguez, edición de Anita Remón y producción de Bárbara Francisco, Fernando Brom y la compañía Pasto.

En un pequeño pueblo de Entre Ríos, una familia de alemanes se prepara para abandonar su granja, por motivos que tardarán en revelarse. El último día, los dos hermanos adolescentes, Brenda y Lucas, se despiden de sus amigos mientras la madre termina de desmontar la casa. Pero esa despedida está lejos de poner en palabras y hechos evidentes lo que marca la vida y el drama de sus protagonistas.

Volviendo al escenario y al tono de su cortometraje “Invernario”, Schonfeld elude el lugar común del relato costumbrista y nos interna en un mundo áspero, que siempre deja ver más de lo que muestra. El fin de la adolescencia, el deseo sexual, el resquebrajamiento de la noción de familia y las relaciones de clase son algunos de los ejes que despliega, sin alzar la voz ni señalarnos lo que debemos pensar o sentir.

Mucho contribuye a este realismo opaco, matizado por una luz opalescente, la verdad de sus actores no actores, especialmente la belleza teñida de sombras de Brenda Krütli y la mirada y el gesto rústico de Lucas Schell, a quienes acompaña en el elenco Margarita Greifenstein.

 

James Franco como el futuro Mago de Oz, y un triunvirato de hermosas brujas: Mila Kunis, Michelle Williams y Rachel Weisz. Foto: Gentileza Disney Pictures