EDITORIAL

Mujeres en riesgo

Una adolescente de 15 años violada por su padrastro, fue condenada por un tribunal de Justicia de Maldivas a recibir 100 latigazos y a permanecer bajo arresto domiciliario durante ocho meses, por haber tenido relaciones sexuales prematrimoniales.

Los hechos no forman parte de ningún guión cinematográfico, sino que se corresponden estrictamente con la realidad que mujeres de numerosos países del planeta enfrentan a diario.

A la adolescente de Maldivas la condenaron por su relación prematrimonial. Para los jueces, poco importó que la acusada hubiese sido violada previamente por su padrastro, quien además la dejó embarazada y, tras dar a luz, mató al bebé. Este hombre y la madre de la chica esperan ser juzgados por aquel caso.

Las autoridades explicaron que las relaciones fuera del matrimonio representan un delito tipificado por el Código Penal de aquel pequeño país. Eso sí: los jueces decidieron que los 100 latigazos se producirán recién cuando la condenada tenga 18 años, salvo que ella solicite cumplir antes con la condena.

Otro país con frondosos antecedentes de maltratos contra las mujeres es Irán. Entre tantos casos, se recuerda el de Sakineh Ashtianí, una mujer condenada a morir apedreada por haber cometido adulterio y porque, supuestamente, fue cómplice del asesinato de su esposo. Los jueces decidieron que, antes de su ejecución, recibiera 99 latigazos y le despellejaran su espalda. Como corolario, ordenaron que los hijos de la acusada presenciaran el escarmiento de su madre.

Ante la decisión de la Justicia iraní, el hijo mayor de Sakineh Ashtianí llevó adelante una campaña pública que captó la atención de ONGs internacionales. La presión fue de tal magnitud, que pudo evitarse el cumplimiento de la condena.

Sin dudas se trata de casos extremos. Sin embargo, la violencia contra las mujeres forma parte de una cotidianeidad escalofriante. En la Argentina, por ejemplo, se multiplicaron los casos de mujeres quemadas luego de que el exbaterista del grupo Callejeros incinerara a su esposa.

De acuerdo a datos de la ONG Amnistía Internacional, se calcula que una de cada tres mujeres en el mundo es golpeada, obligada a mantener relaciones sexuales o sometida a algún otro tipo de abusos a lo largo de su vida.

Según informes de la Organización Mundial de la Salud que figuran en la página de internet de Amnistía Internacional, el 70 por ciento de las mujeres asesinadas mueren a manos de sus parejas o exparejas, lo que convierte a este tipo de violencia en la principal causa de muerte y discapacidad entre las mujeres de 16 a 44 años.

El 80 por ciento de las víctimas de las armas livianas en el mundo son mujeres, niños y niñas. En los conflictos armados, la violencia contra las mujeres suele utilizarse como arma de guerra.