El ex embajador argentino en Venezuela ante los comicios del domingo

Para Sadous gana Maduro, pero con la sombra del poder militar

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“Somos economías complementarias, el problema es la transparencia”, señaló Sadous. Foto: Pablo Aguirre.

El diplomático estableció diferencias entre Chávez y el candidato oficialist

 
 

Mario Cáffaro

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Eduardo Sadous no duda de que mañana Nicolás Maduro será elegido presidente de Venezuela. Pero tampoco de que los militares querrán retener los resortes de poder como lo hicieron históricamente en ese país. El perfil del candidato oficialista es muy diferente del fallecido líder y esto traerá cambios en el rol internacional de ese país a entender del ex embajador argentino en Caracas.

Sadous fue relevado de su cargo en 2005 tras estar allí desde el 2002 cuando habló de “embajada paralela” tema que lo llevó al Congreso y le valió dos causas judiciales que aún continúan abiertas en la Justicia Federal. Ya retirado del cuerpo diplomático, participa en Santa Fe de la Semana de la Numismática y conversó con El Litoral sobre el proceso electoral y el futuro de la relación de Venezuela con Argentina.

—¿Cuál es su visión sobre el acto electoral de mañana?

—El hecho de que las elecciones sean tan poco tiempo después de la muerte de Hugo Chávez ayuda enormemente al candidato Nicolás Maduro. Primero por un hecho emocional, los millones de venezolanos que hemos visto en los funerales del ex presidente, el hecho de que Chávez haya designado a Maduro como el sucesor tiene una importancia enorme. Estimo que Maduro ganará por más de diez puntos sobre Capriles. Gran parte por el tema emocional, otro tanto por el aparato del Estado que lo está utilizando en toda forma y sin disimulo y hay otros dos elementos para mi claves: uno es el tema racial, Venezuela es un país que es mestizo en un 90% y Maduro al igual que Chávez son el típico venezolano común. Chávez ha jugado mucho ese elemento. Capriles es blanco, de una familia muy rica, y pese a que es muy católico es de familia judía, su madre es judía. Estos tres elementos conspiran contra el muy buen candidato que es Capriles.

Es inevitable que gane Maduro, pero al día siguiente comenzará lo que llamo “la demolición de Maduro”. El Partido Socialista Unido de Venezuela que es el partido gobernante, creado por Chávez, es una especie de movimiento muy parecido al peronismo de los años 1946 al 55. El único que podía unificar esos sectores era Chávez que tenía carisma y un ejercicio de la conducción muy hábil. No le veo esas condiciones a Maduro, que tiene muchas limitaciones, que proviene del sindicalismo, pero que no tiene ni la capacidad de comunicación ni de liderazgo de Chávez.

Las fuerzas armadas han jugado un rol fundamental en los gobiernos de Chávez. Gran parte de los ministros que tuvo el ex presidente y hoy 11 de los 24 gobernadores son militares, también muy parecido al peronismo del ‘46. El partido militar va a jugar su propio partido. Su candidato era Diosdado Cabello, ministro de Infraestructura de Chávez, presidente de la Asamblea Nacional, muy vinculado a la boliburguesía, los nuevos ricos surgidos del chavismo. Maduro va a enfrentar una confrontación con Diosdado y con el partido militar donde tiene todas las de perder porque Venezuela, desde Bolívar, estuvo gobernada por militares excepto los 40 años de gobierno democrático de 1958 al 2009.

—¿No ve a Maduro como caudillo?

—Venezuela va a volver a tener caudillos militares. A esto debemos sumar la herencia económica desastrosa que hereda el presidente nuevo. El año último, el país tuvo 24.000 muertes violentas. Hay escasez de alimentos. Se va a generar un malestar muy grande en la población que va a culpar a Maduro y esto puede llevar a una toma del poder por parte de los militares.

—¿El triunfo de Maduro llevará alivio a los países del Alba y a la Argentina, donde Capriles denunció una deuda de 13 mil millones de dólares?

—Sobre la deuda argentina nadie sabe exactamente el monto. En la Argentina tal vez lo sepa el Ministerio de Planificación Federal. La Cancillería nunca estuvo involucrada en la relación con Venezuela, seamos realistas. Chávez tenía una ambición de liderazgo continental, puso a Venezuela en el mapa mundial. Maduro no tiene esa ambición y va a estar concentrado en el frente interno, la agenda internacional se va a reducir extraordinariamente, la influencia que tenía Chávez en muchos sectores de América Latina no va a existir, el financiamiento a grupos de la región se va a licuar. Venezuela va a estar mucho más concentrada en lo interno que en lo internacional. Con respecto a la ayuda a Cuba, Nicaragua, Bolivia, creo que con Maduro se va a reducir.

La relación con el país

—¿La Argentina tiene un intercambio comercial desfavorable especialmente por la fuerte importación de petróleo?

—Históricamente, Venezuela ha sido muy dependiente del comercio con Estados Unidos y con Colombia. Poco se dice que el comercio con Estados Unidos fue récord histórico en el 2010 que fue el último año normal de la economía mundial. A pesar de toda la retórica antiamericana de Chávez las relaciones esenciales nunca se rompieron, nunca se interrumpieron. El otro gran cliente era Colombia. Si usted me pregunta quién se benefició más en la relación con Venezuela en los últimos años, sin dudas digo que es Brasil. Este país, desde la época de Fernando Henrique Cardoso, ha sido el gran ganador en la relación. Apostó a Chávez, lo sostuvo durante los intentos de golpes y ha sacado enormes beneficios. Las empresas brasileñas han conseguido el segundo y tercer puente sobre el Orinoco sin licitación, también la extensión del metro de Caracas en forma directa. Con Argentina, la relación es importante, creo que somos economías muy complementarias, el problema es la transparencia. Habría que abrir las posibilidades del comercio con Venezuela a todas las empresas argentinas, no sólo a algunas.

El ideal sería que se transparentara la situación. Cuando uno analiza el comercio en el 2002 y lo compara con el hoy ha habido un aumento exponencial de nuestras exportaciones, pero sigue siendo beneficioso para Venezuela por los precios altos del petróleo.

—Sin la participación de la Cancillería.

—En lo que yo sé, hasta el 2005, la Cancillería participaba poco y nada de las relaciones comerciales.

—¿El acercamiento de Argentina con Irán obedece a nuestra relación con Venezuela?

—No, creo que haya un interés de replicar el esquema de petróleo por alimentos. Las últimas visitas de la presidenta argentina o de (Guillermo) Moreno son a países productores de petróleo o gas (Angola, Qatar, Emiratos, Indonesia, Vietnam). El tema clave de este gobierno es la energía y busca replicar el esquema de petróleo con alimentos con otros países, pero no es fácil.

—Todos esos países no se caracterizan por la transparencia según organismos internacionales

—Pero no son bobos. No olvidemos que cuando la presidenta visitó Angola el jefe de Estado de ese país africano le comentó que la petrolera de su país operaba con Repsol y nosotros acabábamos de expropiar YPF. Es muy difícil replicar el esquema venezolano en otras sociedades por más que sean corruptas, no transparentes.

El dato

Cristina

Sadous hizo notar el fuerte compromiso del gobierno argentino con la candidatura de Maduro y en su edición de la fecha, el diario La Nación informa que la presidenta Cristina Kirchner viajaría a Caracas el próximo jueves cuando asuma el presidente electo mañana. Para ese día, en Buenos Aires se anuncian protestas en contra del avance oficial sobre la Justicia y el viaje sería parte de la estrategia oficial para minimizar el impacto de la marcha. Mientras el cacerolazo está convocado para las 19, la mandataria partirá a Venezuela ese mismo jueves, poco después del mediodía, según el diario.