Hay 9 heridos, 3 están graves

Rosario: un incendio y dos muertes dudosas en Alcaidía

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Un oficial apareció en uno de los portones de Jefatura y detrás de una reja dio un informe fatídico a los familiares que esperaban las novedades. Foto: Télam

El fuego que se desató en el penal de la Jefatura de la URII terminó con la vida de dos reclusos: Miguel Ángel Saboldi, alias “Japo”, y Guillermo Benavente.

 
 

Germán de los Santos

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Agencia Rosario

Un incendio y un supuesto conflicto entre reclusos en el pabellón 3 de la Alcaidía de la Unidad Regional II dejó dos muertos y 9 heridos, tres de ellos de gravedad. El hecho, que está siendo investigado por la jueza María Pérez Vara, ocurrió cerca del mediodía de ayer en el penal de esa dependencia de la Policía, donde fue presuntamente asesinado Miguel Ángel Saboldi, de 35 años, conocido como “Japo”, oriundo de Villa Gobernador Gálvez, quien estaba detenido desde el jueves pasado en la Alcaidía tras ser atrapado junto a otro supuesto narco Daniel Cuello, de 36 años, en una chacra en Alvear con 7 kilos de cocaína, 12 de marihuana, 150 mil pesos y un arsenal: tres pistolas 9 milímetros, 3 escopetas, 2 carabinas y 2 chalecos antibalas.

Los investigadores sospechan que Cuello es un alfil de la famosa banda de los Monos, que maneja la distribución de droga en sector importante de la zona. Guillermo Benavente, el otro recluso fallecido, no tendría relación con Saboldi, y murió como consecuencia del incendio.

Unas horas después de que lo detuvieran a Saboldi en ese establecimiento rural de Alvear, su amigo y cómplice Fabio Hernán López, fue asesinado a las 4 de la madrugada en su casa ubicada en pasaje 8 al 2200, en Villa Gobernador Gálvez, de cuatro disparos mientras dormía con su novia. Los sicarios fueron dos hombres que huyeron en una moto.

Narcohinchas

El “Negro” López, como Saboldi, estaban conectados por los negocios espurios y por su devoción por la camiseta verdirroja de Coronel Domínguez, el club de Villa Gobernador Gálvez, cuyo presidente es Diego Lavezzi, hermano del jugador del Nápoli y la Selección nacional. López había estado avisando por mensaje de texto que un Corsa gris lo seguía.

Otro hincha afamado del club es el propio Pedro González, intendente de esa localidad. Y aunque resulte una casualidad del destino, el jefe comunal comió un arroz con pollo la semana pasada con ambos narcohinchas.

La aparición de Pedro González -quien acaparó la atención de los medios durante los últimos tiempos con frases como: “Hay que matar a uno o dos” delincuentes- en la trama es necesaria, porque después del incendio y los incidentes en la Alcaidía, su nombre estaba en boca de familiares de Saboldi, que lo acusaban de haber pagado para que asesinaran a “Japo”. El propio intendente de Villa Gobernador Gálvez salió ayer a la tarde por los medios rosarinos a negar la hipótesis vociferada por Norma Acosta, ex esposa de Saboldi. “El pibe que murió era muy pero muy amigo. Tal es así que la semana que viene iba a empezar a trabajar en la Municipalidad. Lo ayudé un montón de veces”, dijo González a LT3 a modo de defensa y juró “no tener nada que ver” en el hecho.

Gritos acusatorios

El incendio -y la supuesta pelea entre presos, una hipótesis que está muy poco clara para las autoridades- comenzó a hacerse visible poco antes de las 13. Unos minutos después, medio centenar de familiares de los más de 400 presos que están alojados en los seis pabellones que posee la Alcaidía de la URII comenzaron a llegar al edificio ubicado en la zona sur de Rosario a pedir información sobre los parientes alojados en el penal.

Poco antes de las 15, un oficial apareció en uno de los portones y detrás de una reja dio un informe fatídico. En seco y con una falta de tacto increíble, el policía dijo: “El fallecido es Miguel Ángel Saboldi”. Estallaron gritos y llantos de los familiares de “Japo” que se habían reunido en la puerta de la Alcaidía. Temían que lo que le había anticipado Saboldi por mensaje de texto se hiciera realidad. Norma Acosta, su ex mujer, empezó a gritar y acaparó la atención de la gente que estaba allí.

“Mi marido me mandó un mensaje de texto diciéndome que lo iban a matar. Fue cinco minutos antes de que empezara el incendio. Pedro Jorge González es quien mandó a matar a mi marido y padre de mis hijos. Y El Pollo (Luis Orlando) Bassi agitó a su gente, a la que tiene en la alcaidía, para que lo mataran”, afirmó la mujer.

Crimen mafioso

“Pedro González lo quería muerto a mi marido. Esto fue un crimen mafioso. Esta semana se lo dije a la fiscal Lucía Aráoz quien actúa en el caso que surgió del operativo en la chacra de Alvear. Le dije que lo iban a matar, pero no me escuchó”, indicó la mujer.

“Fijense lo que dijo González hace un tiempo. Hay que matar a todos los que roban. Y fíjense lo que paso esta semana en Gálvez, donde hubo tres asesinatos y al menos tres heridos graves”, indicó la mujer. “Él (González) lo mandó a matar a Fabio ‘El Negro’ López que era un militante social y amigo de mi marido. Yo sabía que lo iban a matar. Pregúntenle a la policía con quién arregló la muerte de mi marido”, agregó Acosta.

Hipótesis

La investigación del incendio y la muerte de Saboldi está a cargo de la jueza Pérez Vara. Pero las primeras hipótesis surgidas de la propia policía advierten que a “Japo” lo golpearon en la cabeza y luego, sus agresores, iniciaron el incendio para ocultar evidencias. “Lo llamativo es que no hubo una trifulca, ni motín por algún reclamo”, señalaron. Si esta versión se confirma abonaría la denuncia de Norma Acosta, que dice que hubo un plan para matar a los detenidos en la chacra de Alvear la semana. Según las fuentes consultadas por El Litoral, un grupo de reclusos inició durante la mañana una cacería contra los cinco detenidos del operativo de la chacra de Alvear. En el penal los apodaban “los chancheros”, porque en ese establecimiento donde los atraparon se criaban cerdos. De acuerdo con las fuentes, al primero que quisieron “apretar” fue a Saboldi, quien resistió más de lo esperado. Era un hombre de una contextura grande. Y no pudieron seguir con los otros, entre ellos Diego Cuello, el otro cabecilla de la banda. Ante la resistencia de Saboldi se inició el incendio y todo terminó de igual manera de forma trágica, con dos muertos, entre ellos “Japo”.

Los investigadores del caso creen que algunos de los detenidos en la chacra de Alvear están involucrados en los asesinatos de Martín “El Fantasma” Paz y de Arturo Carau Quevedo. Estos asesinatos -creen algunos voceros- se produjeron en el marco de una disputa territorial entre líneas intermedias de bandas del oeste y el sur de Rosario. Las fuentes consultadas afirman que tanto el asesinato de “Japo” como la muerte de su cómplice Fabio López tienen que ver con la estructura de la venta de drogas en Villa Gobernador Gálvez, antiguamente dominada por los Monos y ahora en disputa.

El dato

Torta fritas

 

El titular del Servicio Público de la Defensa Penal de la provincia, Gabriel Ganón, recorrió el lugar durante 45 minutos y al salir habló con los familiares de los reclusos y con la prensa. Indicó que la versión que dieron los reclusos sobre el inicio del fuego “es distinta a la que da la policía”. Según los internos, un anafe donde estaban haciendo torta fritas quemó un colchón y eso disparó el incendio. Además, explican que los presos dicen que Saboldi murió por el humo.

Lista de heridos

Según informaron desde el Hospital Emergencias Clemente Álvarez, hay 9 heridos producto de los incidentes en el penal de la Alcaidía. Saboldi ingresó muerto, y llegó al centro asistencial con “el 100 por ciento del cuerpo quemado, con quemaduras de segundo y tercer grado”, informó el director del Heca Néstor Marchetti. En tanto, Benavente falleció durante la madrugada de hoy. El resto de los pacientes fue distribuido en los principales hospitales de la ciudad, como el Heca (Cristian Chiazza, Darío Víctor Escobar), Provincial (Lucas Sandoval), Roque Sáenz Peña (Carlos Mingolo y Walter Daniel Asencio) y Centenario (Elías Cáceres, Ezequiel Balmaceda, Nelson Díaz y Sergio Roldán).