Perdió y jugó mal en La Plata

Ni la peor película de terror puede generar tanta angustia

Ni la peor película de terror puede generar tanta angustia

Tiene que dar mucho más. El juvenil Juan Ignacio Cavallaro está ganando minutos de juego pero poco aportó ayer para que cambie la realidad de un equipo que no mostró variantes ofensivas ante la adversidad.

Foto: Gentileza diario El Día de La Plata

El equipo de Sava lleva siete partidos sin ganar, cada vez le cuesta más y el descenso ya levantó la mano para “sepultarlo” en cualquier momento. Ni siquiera alcanza con las sanas intenciones.

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a La Plata)

Unión está tan lleno de buenas intenciones como de limitaciones futbolísticas adentro de la cancha. No se discuten la entrega, la predisposición que ponen todos para hacer las cosas lo mejor posible, pero con eso no alcanza. Naturalmente, este equipo no consigue dar más porque no tiene para dar más. El técnico pone cuatro jugadores de ataque y dos volantes de manejo del medio hacia arriba, pero le cuesta una enormidad armar una jugada de peligro. Y cuando en el segundo tiempo termina el partido jugando con sólo dos defensores y con Galligo, Altamirano, Lizio, Magnín y Cavallaro (tres delanteros y dos media punta), tampoco consigue generar una sola jugada de peligro.

Esas mismas limitaciones que se exhiben adentro de la cancha son las que marcaron el proceso. Kudelka armó el plantel y no le encontró la vuelta; Pumpido tampoco lo consiguió y Sava, que en definitiva será el menos responsable de todos, pudo sacar algunos resultados y darle al equipo un funcionamiento que despertaron algunas voces de elogio en el mundo del fútbol que de poco y nada sirven, sólo lo suficiente para que se conviertan en un mimo para tanta desazón.

En medio de todo este proceso, están los dirigentes como primeros y principales responsables. Anoche, en La Plata, charlaba con algunos directivos de Unión que planteaban con crudeza la impotencia y la ingratitud que se genera a partir de los resultados negativos. Nadie discute las sanas intenciones de la dirigencia —como ocurre con las del equipo a la hora de entregar todo— pero está claro que en la asignación de responsabilidades, ellos (los dirigentes) ocupan un lugar de privilegio producto de su función como principales ideólogos de las decisiones y los proyectos deportivos de un club. Será cuestión de hacer una profunda autocrítica y de ponerse decididamente a trabajar, ya no sólo en el armado de un buen plantel para intentar el ascenso, sino de un proyecto de club integral, que achique el margen de error en lo deportivo y que permita el renacer económico para que Unión deje de ser un club dependiente de la chequera del presidente de turno.

En medio de este panorama, ¿qué podía esperarse anoche de Unión?, ¿cuál podía ser esa pequeña luz de esperanza para iluminar a un equipo condenado

Ni la peor película de terror puede generar tanta angustia

Bajó mucho su nivel. Damián Lizio llegó desde Bolivia y marcó una grata sorpresa en su sociedad con Franzoia en la ofensiva. En los últimos partidos, estuvo lejos de ser el delantero desequilibrante que necesita Unión. Foto: Télam

Ni la peor película de terror puede generar tanta angustia

Un gran duelo. Nicolás Correa volvió a ser el cacique del equipo tatengue, mientras que el colombiano Duvan Zapata fue quien mostró las pocas cosas interesantes que se vieron en ofensiva en el partido. Foto: DyN

Ni la peor película de terror puede generar tanta angustia

¿Seguirá? Cosaro lo anticipa a Jara en una de las jugadas del partido. El defensor se afianzó como titular pero el club dueño de su pase, Talleres de Córdoba, lo quiere para reforzarse en la próxima temporada de la B Nacional. Foto: Gentileza diario El Día de La Plata

síntesis

Estudiantes 1

Unión 0

Cancha: Estadio Único de La Plata.

Árbitro: Pablo Díaz.

Estudiantes: Rulli; Angeleri, Re, Desábato y Jonatan Silva; Jara, Román Martínez y Gil Romero; Auzqui, Zapata y Núñez. A.S.: Agustín Silva. Estuvieron en el banco: Sarulyte, Gastón Fernández y Carrillo. D.T.: Mauricio Pellegrino.

Unión: Limia; Brítez, Bianchi, Nicolás Correa y Cosaro; Galván, Sarmiento y Lizio; Alemán, Magnín y Cavallaro. A.S.: Perafán. Estuvieron en el banco: Barisone, Zurbriggen y Montero. D.T.: Facundo Sava.

Gol: en el segundo tiempo, a los 22 m Zapata (E).

Cambios: en el segundo tiempo, a los 19 m Joaquín Correa (E) por Jara; a los 27 m Altamirano (U) por Cosaro; a los 33 m Benítez (E) por Nuñez; a los 34 m Míguez (U) por Bianchi; a los 36 m Galligo (U) por Alemán y a los 38 m Schunke (E) por Re.

Amonestados: en Unión, Míguez, Sarmiento y Lizio.

Ni la peor película de terror puede generar tanta angustia

Así no. El arquero de Estudiantes gana en lo alto en uno de los intentos rojiblancos. Ayer en La Plata, el equipo demostró una tremenda anemia ofensiva, incluso con una gran cantidad de jugadores de ataque en la cancha.

Foto: Gentileza diario El Día de La Plata

a descender en forma inmediata de categoría? Muchos podrán aducir que una victoria, por más que la situación sea terminal, siempre ayuda. Otros se pondrán en el lugar de Sava y pensarán en llegar a 20 puntos o más para tener una “campaña de no descenso” que marque claras diferencias con los 7 empates que cosecharon Kudelka y Pumpido en medio año futbolístico. Y algunos otros se pondrán ya mismo a hacer cálculos para estirar lo máximo posible el inminente descenso de categoría para que no se produzca justo el día del clásico o en el partido anterior.

En medio de este panorama, no es casual que Unión juegue mal ante un pobre Estudiantes, mediocre, sin figuras (salvo Zapata), sólo con algo de experiencia en la defensa y algún que otro chispazo del medio hacia arriba. No es casualidad que el equipo no pueda convertir un solo gol ni tampoco generar situaciones propicias cuando a este equipo, entre tantas otras cosas, le cuesta mucho encontrar un delantero que meta goles. Tampoco es casualidad que a Unión le conviertan goles cuando, en realidad, a Unión siempre le hicieron goles y fueron muy pocas las ocasiones en las que pudo quedarse con el arco en cero.

Nada es casualidad en Unión. Ni que el equipo juegue mal, ni que le cueste tanto ganar, ni que se quede apenas en el intento de —querer sin poder— ser un equipo ofensivo, ni tampoco es casualidad que más allá de la mejoría que hubo con Sava, el equipo siga desnudando falencias y advirtiendo claras limitaciones individuales y colectivas que lo llevan a convertirse en un equipo inofensivo y extremadamente liviano a la hora de mostrar su fiereza y su agresividad para abrir el arco de enfrente.

No es casualidad que el club esté descendiendo cuando en Unión se repiten con tanta insistencia (casi me animo a decir, con torpe insistencia) los viejos errores del pasado. Los que pasan por las divisiones dirigenciales, por la falta de proyecto deportivo claro, por los incorregibles déficits económicos, etcétera. Unión tuvo un “veranito” cuando se armó el plantel para ascender a Primera. Entre los dirigentes y Kudelka acertaron con las piezas del rompecabezas y el resultado fue un equipo que, incluso, hasta sirvió de base para los 50 puntos de la primera temporada. Después, el sinfín de errores y la falta de un diagnóstico apropiado impidió que se repita, al menos, la campaña para solidificar la posición en Primera. Y todo lo que se construyó en dos años de euforia, se termina dilapidando en un año repleto de errores.

El futuro de Unión es negro. Y no justamente porque el moreno Duvan Zapata le haya dado un nuevo empujoncito para que, definitivamente, el equipo descienda de categoría. El futuro es negro si no se parte de una profunda autocrítica y del armado de un proyecto serio y claro para revalidar deportivamente lo que tanto costó y se pudo conseguir. Hoy, a sólo un par de años de aquellos éxitos, Unión aumenta su angustia por un descenso que nada ni nadie podrá evitar.

Sin Lizio para recibir a River

Damián Lizio es uno de los jugadores de Unión que llegó a las cinco amarillas y se perderá el partido del domingo a las 15.15 (hubo una modificación en el horario) ante River en el 15 de Abril.

Además de Lizio, tampoco podrá jugar Pablo Míguez, quien llegó a las diez amarillas y estará ausente en el próximo partido.

En contrapartida, Sava dispondrá del retorno de Andrés Franzoia, quien ya cumplió con las dos fechas que le otorgó el Tribunal luego de haber sido expulsado en San Juan. Otro que estará, casi con seguridad, en condiciones de volver al equipo es Nicolás Bruna, que en este partido estuvo ausente por una lesión en el gemelo de una de sus piernas.

bajo la lupa

LIMIA (6).- Sacó en forma estupenda un remate de Román Martínez desde afuera del área. Descolgó un par de centros con mucha seguridad.

BRITEZ (6).- Bien por el pibe otra vez. Confiado y sereno, supo clausurar su lateral. Se proyectó poco pero cumplió en lo que sabe y debe: marcar.

BIANCHI (5).- Arrancó ganando y perdiendo con Duvan Zapata y de a poco se fue afirmando. El técnico lo sacó porque la premisa era arriesgar.

CORREA (6).- De lo mejor de Unión otra vez. Firme y consistente a la hora de ir a buscar a los delanteros rivales para anticiparlos y reducirles el campo de acción.

COSARO (5).- Algunas dificultades en el primer tiempo con las apariciones de Zapata y Angeleri por su sector. Estuvo a punto de marcar otra vez un gol.

GALVÁN (5).- Regular tarea. Trató de manejar la pelota en el medio pero le faltó resto físico para darle un poco más de profundidad. Fue un “pasador” de pelota con escasa injerencia en el área rival.

SARMIENTO (4).- Muy lento en varios pasajes. Si bien no hubo tanto cuestionamiento para el hecho de no haber defendido en el medio con un “5” tradicional, entre él y Galván se las arreglaron para que la ausencia de Bruna no se sienta tanto.

LIZIO (4).- Hay una gran diferencia entre el actual nivel de Lizio y el que tuvo cuando llegó de Bolivia. Está muy lejos de su nivel gravitante mostrado y ponderado apenas llegó.

ALEMÁN (4).- Apenas un remate desde afuera que fue bien atajado por Rulli y nada más. Liviano y sin gravitación arriba.

MAGNÍN (4).- Otro cuyo aporte fue muy escaso. Es cierto que la pelota casi no le llegó, pero también es verdad que no hizo nada para ganarse espacios para maniobrar.

CAVALLARO (4).- Empezó activo, tratando de encarar cada vez que recibía la pelota. De a poco se fue diluyendo y se estacionó mucho por izquierda.

ALTAMIRANO.- Entró muy poco en juego. Sava juntó muchos delanteros en el final y resultó improductivo.

MÍGUEZ.- Se paró de defensor por derecha y a los pocos segundos de estar en la cancha fue amonestado.

GALLIGO.- Entró al final, con Unión totalmente huérfano de ideas.