editorial

La batalla de la Uocra

Facciones enfrentadas en el sindicato están protagonizando una escalada de violencia que amerita una clara decisión política por parte de las autoridades locales y provinciales.

 

La interna de la Uocra se ha convertido en una verdadera batalla. Y la ciudad de Santa Fe, en el escenario de los combates.

Esta mañana, cinco puntos de la capital amanecieron con piquetes supuestamente organizados contra el despido de siete obreros por parte de una constructora local.

Sin embargo, nada parece quedar exento de la lucha interna entre la facción que responde a Emanuel Araya y que reclama por elecciones en el sindicato, frente a la intervención encabezada por Horacio Lemos y que fuera dispuesta por la Uocra nacional.

Mientras tanto, el ex dirigente gremial, Carlos Berón de Astrada, asegura que anoche la casa de su madre, en el distrito costero de Alto Verde, fue baleada. Según sus dichos, desconocidos habrían disparado entre 70 y 80 balazos, por los que responsabilizó al sector de Araya.

Hace menos de dos semanas se produjo un ataque contra el local donde se aloja la intervención del sindicato. Allí, en pleno centro, dos motos fueron incendiadas y, aparentemente, también se produjo una balacera.

Mientras tanto, gran parte de las obras de la ciudad se encuentran paralizadas o sufren los inconvenientes generados por la continua suspensión de las tareas por parte de los obreros.

El propietario de la empresa que en los últimos días despidió a siete empleados explicó que el gremio conoce perfectamente cuáles son las reglas de juego en la construcción. Cuando una obra se termina, se extingue el vínculo contractual entre la firma y los trabajadores.

Esta empresa concluyó recientemente una obra en Urquiza y Tucumán y está a punto de finalizar otros dos trabajos importantes. La firma, en estos momentos, mantiene su relación con 120 empleados.

El clima está absolutamente enrarecido y los vecinos de la ciudad se convirtieron en rehenes de un enfrentamiento que ni siquiera comprenden.

En este contexto, la Cámara de Apelación en lo Laboral de esta capital rechazó el pedido del sector que responde a Araya para que se deje sin efecto la intervención del sindicato. Además, los jueces plantearon que no son ellos quienes deben decidir en este conflicto, ya que se trata de un gremio con una conducción nacional de la que dependen las delegaciones del interior. Por ese motivo, la disputa deberá ser resuelta en última instancia por el Ministerio de Trabajo de la Nación.

Sin embargo, mientras la situación se aclara, la disputa interna parece estar dirimiéndose en las calles. Ayer, luego de que se conociera la decisión de la Justicia provincial, grupos de obreros se desplazaron hacia diversos puntos de Santa Fe y de Santo Tomé, donde realizaron cortes de tránsito.

Hubo piquetes en el acceso de la autopista Rosario-Santa Fe, a la altura de Iturraspe; en Aristóbulo del Valle y Gorriti; en San Luis y Crespo; en 25 de Mayo y Crespo; y en 9 de Julio e Irigoyen Freyre. Cerca del mediodía, una concentración de trabajadores del sector interrumpió el tránsito vehicular en la intersección de la Ruta Nacional 19 y 4 de Enero, de la ciudad de Santo Tomé.

Nadie sabe con certeza cómo continuará esta disputa. Sin embargo, queda claro que las autoridades locales y provinciales deberán adoptar una decisión política sobre cómo actuar de ahora en adelante, pues la violencia de la protesta pone en riesgo a personas que nada tienen que ver con el sindicato.

El clima está absolutamente enrarecido y los vecinos de la ciudad se convirtieron en rehenes de un enfrentamiento que ni siquiera comprenden.