editorial

Decididos a violar las normas de tránsito

Un hombre incendió su moto en plena vía pública, al observar un operativo de control municipal. Los inspectores se enfrentan a diario a situaciones violentas y temerarias.

 

 

Domingo por la tarde. Costanera santafesina. A la altura de Calcena y Av. Almirante Brown, un grupo de inspectores de tránsito realizaba un operativo de control sobre las motos que circulaban por la zona.

En un momento dado, se produjo una situación inesperada y temeraria. Al observar el operativo, un conductor detuvo la marcha, descendió de su moto, abrió el tanque de combustible y arrojó en el interior un cigarrillo encendido. Rápidamente, el vehículo se vio envuelto en llamas.

Centenares de personas que circulaban por la zona en ese momento fueron anonadados testigos de lo que estaba sucediendo. Una de ellas decidió grabar la escena con un teléfono móvil y enviarla a la sección Periodismo Ciudadano de El Litoral.com.

Al día siguiente, desde la Municipalidad de Santa Fe aseguraron que el sujeto en cuestión logró abandonar la zona, sin ser detenido por los policías que también participaban del operativo.

Lo sucedido el domingo en la costanera trascendió por la espectacularidad de la escena y porque un testigo pudo registrar lo que estaba ocurriendo. Sin embargo, en cada operativo de tránsito los inspectores deben soportar todo tipo de agresiones por parte de conductores que infringen las normas más elementales.

Hace apenas 45 días, también en la zona de la costanera, un motociclista embistió fatalmente a un peatón, mientras agentes municipales realizaban un operativo de control en apenas diez cuadras de la tragedia. Esa misma noche, las autoridades habían retenido doce motos y tres automóviles por distintas infracciones. Y ese fin de semana, el número de vehículos retenidos ascendió a 176 motos, treinta autos y un cuatriciclo.

Entre el viernes y domingo pasados, la Municipalidad retuvo 135 motos y 26 autos particulares. En total, se detectaron 19 casos de conductores alcoholizados.

En los últimos años, la cantidad de operativos de tránsito en la ciudad se multiplicó ostensiblemente. Sin embargo, ni siquiera estas medidas parecen suficientes para poner límite a irresponsables que, en ocasiones, suelen incurrir en conductas delictivas.

Los motociclistas representan una problemática particularmente delicada. Según la Agencia Provincial de Seguridad Vial, el año pasado fallecieron en la ciudad de Santa Fe 39 personas en accidentes de tránsito. Siete de cada diez muertos se conducían en moto.

Los datos oficiales indican que, en todos los casos, las condiciones climáticas eran buenas, al igual que el estado de la calzada -sólo uno de los accidentes se produjo en una zona donde había baches-.

Apenas cuatro factores inciden de manera directa en la multiplicación de accidentes de tránsito: la velocidad, el consumo de alcohol, la falta de casco y, en el caso de los automovilistas, la reticencia a utilizar cinturón de seguridad.

Según la Fundación Luchemos por la Vida, la mitad de los ciclistas y motociclistas que hoy están muertos o totalmente discapacitados, no estarían en esas condiciones de haber usado un casco adecuado.

Las evidencias son claras: el mayor problema no pasa por la falta de información o la escasez de controles.

Aunque muchos se empeñen en buscar chivos expiatorios, el principal inconveniente radica en las conductas individuales de quienes deciden, de manera consciente, violar normas elementales de convivencia.

El principal inconveniente radica en las conductas individuales de quienes deciden, de manera consciente, violar normas elementales de convivencia.